Obst¨¢culos legales para combatir el fen¨®meno

La reacci¨®n de la comunidad internacional a la escalada de actos de pirater¨ªa frente a las costas de Somalia se enfrenta, antes que a los piratas, a una notable serie de dificultades de facto y de derecho. Por un lado se yergue el obst¨¢culo que representa Somalia en s¨ª, por sus caracter¨ªsticas de Estado fallido y con el que la colaboraci¨®n judicial y policial es ineficaz, si no imposible. Por el otro, las limitaciones establecidas por el derecho internacional, que disciplina estrictamente las operaciones contra los piratas.

Los expertos coinciden en que el caos en las aguas es un reflejo de la desastrosa situaci¨®n que aflige a Somalia, un pa¨ªs en el que el Estado no logra ejercer su autoridad y que constituye un refugio seguro para los piratas. "Por eso las iniciativas de la comunidad internacional son totalmente insuficientes", comenta Daniela Kroslak, analista del International Crisis Group. "El env¨ªo de flotas militares podr¨¢ proteger algunos barcos, pero no ataca la ra¨ªz del problema: las desastrosas condiciones que alimentan la pirater¨ªa".

En cuanto al marco internacional, la ONU ha tratado en los ¨²ltimos meses de facilitar la labor con varias resoluciones del Consejo de Seguridad. La 1.816, de junio, autoriza a los barcos extranjeros a perseguir piratas en aguas somal¨ªes, lo que es una excepci¨®n al derecho mar¨ªtimo internacional; la 1.838, de octubre, insta a los pa¨ªses con barcos o aviones en la zona a utilizar los "medios necesarios para reprimir los actos de pirater¨ªa".

Aun as¨ª, seg¨²n la 1.838, la represi¨®n debe ejercerse en "conformidad con el derecho internacional". ?ste atribuye a los barcos de guerra el derecho de apresar buques piratas y permite enjuiciar a los presos en los tribunales del Estado que los captura, pero no autoriza, seg¨²n se?ala Julio L¨®pez, abogado del gabinete Ur¨ªa Men¨¦ndez experto en derecho mar¨ªtimo, a disparar contra ellos si no es en autodefensa. Menos concebible todav¨ªa ser¨ªa un ataque directo contra los puertos que amparan a los piratas, a no ser que una resoluci¨®n de la ONU lo autorizara expresamente.

"Lo que se necesita es un esfuerzo pol¨ªtico en Somalia", insiste Kroslak. Los expertos temen que el poder disuasorio de la presencia militar resulte limitado, como sugiere Roger Middleton, en un estudio publicado por el think tank Chatham House. Los ¨²ltimos secuestros, ocurridos tras un aumento de la presi¨®n en la zona, parecen confirmar que el sue?o de riqueza puede m¨¢s que el temor a la c¨¢rcel.