"Querido Obama: ?dejar¨¢ entrar a Maradona en EE UU?"
"?Pod¨¦s prenderla de nuevo?". Entre risas, la voz de Viggo Mortensen (Nueva York, 1958), con suave acento argentino -vivi¨® en Argentina de cr¨ªo-, deviene en orden indiscutible. En la grabadora encendida de nuevo, el protagonista de Appaloosa deja este mensaje: "Querido Obama: ahora que se acerca el amistoso entre las selecciones de f¨²tbol de Argentina y Estados Unidos, creo que Maradona [actual seleccionador de la albiceleste] tiene prohibido el acceso a nuestro pa¨ªs. O le deja entrar o podemos celebrar el partido en alg¨²n sitio neutral, como Guant¨¢namo, que es tierra de nadie, ?no?". Y se troncha de risa.
El protagonista de El se?or de los anillos, Una historia de violencia, Promesas del Este o Alatriste se mueve por pasiones: la fotograf¨ªa, la escritura, su editorial Perceval Press, la m¨²sica y la actuaci¨®n. "Soy indivisible, todo me gusta". ?Puede expresarse interpretando, manejado por otros? "Sin duda". Y ante todo, y sobre todo, en su coraz¨®n est¨¢ el f¨²tbol. En la parte dormitorio de la suite que ocupa Mortensen, est¨¢n los objetos tot¨¦micos del actor, como una bufanda de su amado San Lorenzo de Almagro, uno de las escuadras de Buenos Aires, y un termo para el agua del mate decorado con el escudo del equipo. Reci¨¦n llegado de Buenos Aires -por supuesto, fue al estadio-, el actor aparece de traje impoluto e insignia del San Lorenzo en el ojal. Todo lo contrario a su Everett Hitch de Appaloosa, el sobrio socio de un reputado pistolero, dos tipos que son contratados de pueblo en pueblo para imponer la ley. De protagonista, un excelso Ed Harris, que de paso dirige su segundo filme con un estilo cl¨¢sico en la forma, en la fotograf¨ªa, que se subordina al gui¨®n: "Pi¨¦nsalo. Pocos directores podr¨ªan firmar dos filmes como Pollock y Appaloosa, y las dos tan bien". Aumenta las alabanzas: "Ed cuida los silencios, las miradas, las complicidades entre los personajes. Ese estilo parece f¨¢cil si sale bien, pero no es sencillo". Entre confesiones, di¨¢logos chispeantes y muertes, avanza la aparente ¨¦pica masculina de Appaloosa. "Es un western subversivo. Los personajes femeninos tienen matices, forman parte del coraz¨®n del cuento". Algo que ocurre poco en el cine actual. "Hablando de la cartelera espa?ola, Appaloosa y S¨®lo quiero caminar [de D¨ªaz Yanes] son bonds para adultos. Con una acci¨®n terrible, con violencia que provoca consecuencias. Nada en contra de James Bond, pero es otra cosa, nada realista".
"Appaloosa' es un 'western' subversivo, un 'bond' para adultos"
En esas apuestas, asegura Mortensen, siempre estar¨¢ ¨¦l. "Con Appaloosa no nos forramos. Pero Ed encontr¨® la forma de hacerla como si fuese grande". Otra locura: el actor encarna al padre angustiado de La carretera, la versi¨®n en la pantalla de la novela de Cormac McCarthy. "La vida es corta. ?Por qu¨¦ voy a hacer cosas que otros creen que debo hacer? Busco desaf¨ªos que me den un poco de miedo, que me ense?en. No me puedo arrepentir a los 80 a?os. Y no lo har¨¦".
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