Como 'Deadwood', como 'Appaloosa'
Pertenezco a esa especie tan arcaica y vulgar de espectadores para la que determinados actores y actrices suponen algo m¨¢s que un condimento de lujo. Son el cebo, el magnetismo con causa. Algunas de sus pel¨ªculas me pueden decepcionar, pero nunca su presencia ni su trabajo. Son tan buenos que tienen capacidad para salir indemnes de cualquier naufragio. Por si fuera poco, saben escoger guiones y directores.
Ed Harris pertenece a esa raza. Es d¨²ctil, atractivo, sobrio, complejo, misterioso, veraz, con infinitos registros. Tambi¨¦n es muy inteligente. Lo demostr¨® dirigiendo la desgarrada y compleja biograf¨ªa de aquel ser tan problem¨¢tico como pintor genial llamado Jackson Pollock.
Harris vuelve a contar historias en Appaloosa. Asumiendo el riesgo de utilizar el western, un g¨¦nero devaluado, casi inexistente, que vive tiempos muy duros. Que Eastwood derramara su mejor arte en Sin perd¨®n y que le llovieran los oscars no sirvi¨® para que volviera a ponerse de moda, para que el p¨²blico juvenil reclamara el cine de los espacios abiertos, para que volvieran a narrarle la historia de Estados Unidos, parar a los jinetes en la tormenta, la conversaciones nocturnas y evocadoras al lado del fuego, la violencia como forma de relaci¨®n, los depredadores, los profesionales con aroma, las estrellas errantes, los hombres y las mujeres sin estrella, los magn¨ªficos vencidos.
APPALOOSA
Direcci¨®n: Ed Harris.
Int¨¦rpretes: Ed Harris, Viggo Mortensen, Ren¨¦e Zellweger, Jeremy Irons, Ariadna Gil, Timothy Spall, Lance Henriksen.
G¨¦nero: western. Espa?a, 2008.
Duraci¨®n: 92 minutos.
Su autor¨ªa es total. La produce, la escribe, la interpreta y la dirige. Con personalidad, con estilo, con sutileza, con realismo, con di¨¢logos brillantes, contundentes e impagables, con personajes imprevisibles que nunca son de una pieza, con situaciones llenas de tensi¨®n, con poder de sugerencia, con sentimientos turbios.
La tem¨¢tica de Appaloosa no es nueva, pero el tratamiento s¨ª es original. Es una pel¨ªcula en la que hay muy pocas cosas que huelan a d¨¦j¨¤ vu aunque hable de dos pistoleros con relaci¨®n paternofilial que son contratados por los ciudanos respetables de un pueblo para que detengan a un sofisticado depredador que junto a su banda est¨¢ amenazando la estabilidad de sus negocios. Esta pareja compuesta por un profesional determinista, duro sin esfuerzo, pragm¨¢tico, implacable en la ejecuci¨®n de sus compromisos y un compa?ero joven, fiel y generoso hasta el dolor, secretamente l¨ªrico, se pondr¨¢n la chapa de la ley no por razones morales sino porque es su oficio, su ritual de supervivencia. Y lo ejercer¨¢n con eficiencia, al estilo Hawks, aunque al rocoso y a su escudero les asalten las trampas sentimentales, lo ¨²nico para lo que su acorazado coraz¨®n no estaba preparado.
Es un western raro, pensado y sentido, de los que se recuerda, en el que incluso la habitualmente irritante Ren¨¦e Zellweger resulta turbia y cre¨ªble. Y es un lujo ver juntos al hipn¨®tico Harris y al sugerente Mortensen. Dos personajes con qu¨ªmica, con rollo viril, comprendi¨¦ndose, admir¨¢ndose.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.