El caso resucita el episodio de la cueva de Zubialde

La arqueolog¨ªa alavesa est¨¢ deprimida. El fiasco del yacimiento de Veleia ha supuesto un rej¨®n casi de muerte a la profesi¨®n en la provincia, a la vez que ha hecho perder la credibilidad de las instituciones, siempre prestas a avalar los hallazgos y regarlos con dinero p¨²blico sin antes confirmar su verdadera autenticidad. El fraude descubierto en la excavaci¨®n ha resucitado un viejo fantasma, el de las pinturas rupestres de la cueva de Zubialde, cerca del Gorbea, que las instituciones (especialmente la Diputaci¨®n alavesa) cre¨ªan enterrado para siempre.

Pero ese fantasma ha vuelto, y con ¨¦l tambi¨¦n regresa el bochorno, la misma sensaci¨®n de verg¨¹enza que se vivi¨® en la provincia en 1991, cuando definitivamente se confirm¨® que las pinturas rupestres descubiertas por Seraf¨ªn Ruiz, un estudiante de Historia aficionado a la espeleolog¨ªa, eran falsas. Las instituciones vuelven a tropezar en la misma piedra, a pagar sin cerciorarse de si en realidad lo que est¨¢n pagando es aut¨¦ntico, a dar por bueno un hallazgo que puede resultar impresionante, pero sin contar con los suficientes avales cient¨ªficos ni el tiempo necesario de maduraci¨®n.

Las instituciones pierden credibilidad al avalar hallazgos sin contrastarlos

La justicia oblig¨® al 'descubridor' de Zubialde a devolver el dinero

En el caso del fraude de Zubialde, la historia se remonta a abril de 1990, cuando Seraf¨ªn Ruiz se encontr¨® en las inmediaciones del monte Gorbea, en la parte de ?lava, con la entrada de una cueva que supuestamente hab¨ªa permanecido oculta hasta entonces. Se intern¨® y se top¨® con la gran sorpresa: pinturas rupestres de todo tipo, desde un mamut hasta rinocerontes lanudos pasando por s¨ªmbolos, manos, cabras y bisontes. Los dibujos se conservaban en un perfecto estado y constitu¨ªan un hallazgo prehist¨®rico fabuloso, a la altura de Altamira o Lascaux, se dijo. La caverna pas¨® a llamarse Zubialde, por la proximidad del r¨ªo del mismo nombre.

Ruiz present¨® su descubrimiento a la Diputaci¨®n de ?lava, que se frot¨® las manos. El entonces diputado general, Alberto Ansola (PNV) calific¨® el hallazgo de "santuario rupestre". La recompensa para Ruiz ascendi¨® a 12,5 millones de las antiguas pesetas. Varios antrop¨®logos vascos concluyeron que las pinturas ten¨ªan 13.000 a?os de antig¨¹edad. Pero la alegr¨ªa dur¨® poco.

Dos arque¨®logos brit¨¢nicos aseguraron que las pinturas eran falsas s¨®lo con mirar las fotograf¨ªas que publicaron los peri¨®dicos. Diecisiete meses despu¨¦s, los cient¨ªficos espa?oles llegaron a la misma conclusi¨®n, ayudados por la investigaci¨®n de la Ertzaintza, que hasta hall¨® restos de estropajos. La justicia oblig¨® a Ruiz a devolver el dinero.