Antony Beevor, entre mapas y cajas de vino franc¨¦s
La interminable gama crom¨¢tica que exhibe la campi?a inglesa en oto?o envuelve el granero que el historiador y escritor brit¨¢nico Antony Beevor (1946, www.antonybeevor.com) ha reconvertido en su rinc¨®n de trabajo. Un espacio c¨¢lido y sin pretensiones, reflejo de la propia personalidad del autor de Stalingrado. Berl¨ªn. La ca¨ªda: 1945 o La guerra civil espa?ola (Cr¨ªtica). Los premios recabados le permitieron acondicionar la estructura de madera vista en la que se encierra estos d¨ªas para ultimar su libro sobre el desembarco de Normand¨ªa. Lejos del bullicio de Londres, y a escasos metros de la casa familiar de Kent, donde ten¨ªa antes un estudio con las vistas del valle como tentadora distracci¨®n. Las ex¨®ticas alpacas que se entremezclan con las ovejas del prado quedan ahora ocultas por los ¨¢rboles desde su nuevo habit¨¢culo. Sobre el escritorio que perteneciera al diplom¨¢tico y escritor Duff Cooper -abuelo de su mujer, la tambi¨¦n escritora Artemis Cooper-, el ordenador aparece como una herramienta "¨²til a la hora de confirmar datos, pero que nunca utilizar¨ªa como medio de investigaci¨®n". Una cr¨ªtica a ciertos colegas que recurren a Internet para elaborar "teor¨ªas de la conspiraci¨®n". Un cartel de propaganda sovi¨¦tica de los a?os cincuenta muestra a un joven cuadro comunista rechazando un vaso de vodka para acompa?ar el almuerzo. A Beevor, ex militar que abandon¨® las armas para volcarse en la escritura, le divierte el orden marcial con el que est¨¢ dispuesta la comida en el plato. La ilustraci¨®n fue un regalo de Lyuba Vinogradova, inestimable colaboradora a la hora de reconstruir la pesadilla de quienes se vieron atrapados en el colapso final del Tercer Reich.
D-Day: From the Beaches to the Liberation of Paris (D¨ªa D: La batalla de Normand¨ªa, que Cr¨ªtica publicar¨¢ en Espa?a en 2009) le ha requerido menos tiempo, porque no tuvo que lidiar con los archivos rusos. Se nutri¨® de la documentaci¨®n de los aliados, de alemanes y galos para escribir sobre "una liberaci¨®n que no fue feliz" y relatar el sufrimiento de la poblaci¨®n francesa, sus gestos de supervivencia que los americanos percibieron como conciliadores con el ocupante alem¨¢n. Ese desconocimiento mutuo "es importante para entender la relaci¨®n de EE UU y Francia". La mesa de ping-pong en el centro del estudio ejerce de soporte id¨®neo para desplegar mapas a gran escala, y las cajas de vino franc¨¦s a modo de archivadores dan cuenta de sus frecuentes viajes a la costa normanda. A sus casi 62 a?os, Beevor ha reducido el placer de los caldos que acompa?aran su trabajo hasta altas horas. Hoy, el universo del escritor queda clausurado a las once de la noche.
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