Un libro recoge la recuperaci¨®n de la isla de San Sim¨®n
El volumen, editado por Cultura, se detiene en todas las etapas del lugar
"Con la marea baja, las islas de San Sim¨®n y San Antonio parecen un barco varado. Cuando la marea sube, este barco parece navegar por la ensenada de Rande". El arquitecto C¨¦sar Portela dibuja as¨ª el perfil del escenario que, en el coraz¨®n de la r¨ªa de Vigo, ha quedado marcado por el horror de la Guerra Civil. Campo de concentraci¨®n y c¨¢rcel de presos republicanos, antes hab¨ªa acogido un lazareto con, seg¨²n los historiadores Javier Luaces y Cristina Toscano, "la tarea de observaci¨®n m¨¦dica de barcos que proced¨ªan de lugares sospechosos de padecer c¨®lera, lepra, fiebre amarilla o peste levantina". La Conseller¨ªa de Cultura ha recogido en Illas de San Sim¨®n e San Antonio la historia y el plan de rehabilitaci¨®n del lugar. El director general de Patrimonio, Felipe Arias, y el gerente de la Fundaci¨®n Illa de San Sim¨®n, Xabier M¨¦ndez, presentan esta tarde el libro.
Los vol¨²menes, coordinados por la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio y que incluyen un deuved¨¦, se detienen minuciosamente en la peripecia hist¨®rica del accidente geogr¨¢fico. Una cronolog¨ªa b¨¢sica data, "para algunos autores, no existen datos arqueol¨®gicos o documentales", en el siglo V las primeras se?ales humanas en la isla. Santiago y G¨®mez consigna en su Historia de Vigo y su comarca de 1896 "un modesto monasterio benedictino que fue arrasado por los ¨¢rabes o por los normandos". Sin embargo no es hasta 1180 que se construye la ermita de San Sim¨®n. Menos de cien a?os despu¨¦s, Meendinho compuso el poema que dio fama a la peque?a iglesia: "Sedia-m'eu na ermida de San Simi¨®n / e cercarin-mi-as ondas que grandes son".
Pero los ecos de San Sim¨®n, y su peque?a pareja unida por un puente, San Antonio, retumban en la actualidad marcados por 1936. Desde los primeros momentos de la sublevaci¨®n fascista del mes de julio, los edificios de la isla funcionaron como prisi¨®n del bando nacional, hasta finales de 1943. Los historiadores Antonio Caeiro, Juan Gonz¨¢lez y Clara Mar¨ªa de Sa¨¢, autores del texto A illa de San Sim¨®n como cadea, no aciertan a dar una cifra exacta de los condenados que pasaron por el lugar. "Desde octubre de 1936, la Colonia Penitenciaria de la Isla de San Sim¨®n acoger¨¢ a cientos, miles de hombres de todo el Estado espa?ol". En 1942 a¨²n permanec¨ªan encerrados "m¨¢s de 1.500 condenados a largas penas".
A la clausura del penal siguieron varios a?os de abandono. Lugar de maniobras de j¨®venes falangistas -43 miembros de la guardia de Franco murieron ahogados en la r¨ªa en 1950-, de 1955 a 1963 las instalaciones albergaron el Hogar M¨¦ndez N¨²?ez para hu¨¦rfanos hijos de marineros, la ¨²ltima actividad continuada en el lugar.
A pesar de que en 1999 la Xunta declar¨® San Sim¨®n y San Antonio Ben de Interese Cultural, fue a partir del cambio de gobierno en 2005 y el Ano da Memoria 2006 que las islas volvieron a primer plano. El propio C¨¦sar Portela ha dirigido el plan director y de rehabilitaci¨®n, que se refleja en el segundo volumen que se presenta esta tarde.
Xos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez C¨¢ccamo o Jorge Guiti¨¢n tambi¨¦n contribuyen a la edici¨®n de la Conseller¨ªa de Cultura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.