Las demandas por despido e impago de salarios se disparan en Barcelona
Algunas empresas se amparan en la crisis para cerrar o reducir plantilla
Los efectos de la crisis econ¨®mica ya han llegado a la justicia. El a?o pasado se presentaron 7.140 demandas por despido en los juzgados de lo social de Barcelona. Hasta el pasado d¨ªa 16 ya se contabilizaban 8.820. Es decir, el 23,5% m¨¢s. El incremento ha sido a¨²n mayor en las llamadas reclamaciones de cantidad, las demandas motivadas por el impago de la n¨®mina o de alg¨²n complemento salarial. El a?o pasado se presentaron 6.930 asuntos y a falta de mes y medio para que concluya el a?o ya van 9.540, el 37,6% m¨¢s.
La mayor¨ªa de las demandas finalizan con sentencia favorable al trabajador y se declara la improcedencia del despido. Eso significa que el obrero tiene derecho a cobrar una indemnizaci¨®n en funci¨®n de los a?os trabajados, aunque no siempre se hace efectiva porque, en ocasiones, la empresa desaparece.
Hay empresas que intentan abaratar m¨¢s el despido, dicen los abogados
Hasta el pasado 23 de octubre se hab¨ªan realizado 5.602 consignaciones judiciales de indemnizaciones por despidos improcedentes. En el mismo periodo del a?o pasado fueron 4.731, explica el magistrado Ignacio de Torres, decano delegado para la jurisdicci¨®n social, quien censura que la Generalitat no haya aumentado el personal de este servicio. Del 23 de octubre al 16 de noviembre ha habido 810 consignaciones m¨¢s que en esos mismos d¨ªas de 2007.
Francesc Melero, responsable de la asesor¨ªa jur¨ªdica de CC OO de Catalu?a, pronostica que se agravar¨¢ una situaci¨®n que ya empez¨® a empeorar en septiembre. "Ahora est¨¢n cerrando empresas de todo tipo, no s¨®lo de la construcci¨®n", relata.
Anna Tom¨¦, abogada desde hace 16 a?os del Col¡¤lectiu Ronda, alerta de que hay empresas que utilizan la crisis como pretexto para, por ejemplo, presentar concurso de acreedores, lo que antes se llamaba suspensi¨®n de pagos o quiebra. "Y lo grave no es eso, sino que los jueces no hilen fino y acepten el concurso al amparo de la crisis sin que existan motivos reales", asegura.
Los abogados laboralistas tambi¨¦n han detectado que, bajo pretexto de la crisis, hay empresas que intentan abaratar m¨¢s los despidos con una aplicaci¨®n injustificada de la ley. O sociedades que no extinguen la relaci¨®n laboral con el trabajador, pero no les abona el salario, lo que les impide tramitar el subsidio de desempleo.
Esperando al Fondo de Garant¨ªa
Llu¨ªs Cintas: Tiene 40 a?os y cuatro hijos. Hac¨ªa 18 que trabajaba en Spot & XM, dedicada al dise?o gr¨¢fico y mercadotecnia que present¨® concurso en julio al amparo de una deuda ficticia generada por uno de los dos socios, deseoso de desprenderse del negocio.
La justicia declar¨® la improcedencia del despido de los 12 trabajadores y les reconoci¨® una indemnizaci¨®n de 45 d¨ªas por a?o, con los topes legales, pero no hay un euro de d¨®nde echar mano y tendr¨¢n que esperar a cobrar del Fondo de Garant¨ªa Salarial. Su esperanza es que uno de los socios reanude la actividad de una empresa familiar que es rentable.
Logra 36 d¨ªas por a?o trabajado
Anna Maria Mar¨ªn: Hac¨ªa 17 a?os que trabajaba de administrativa en Humiclima, una filial de ACS dedicada a la climatizaci¨®n. Antes del verano recibi¨® una carta anunci¨¢ndole el traslado temporal a Madrid en cinco d¨ªas por causas organizativas. Est¨¢ separada y tiene a su cargo dos hijas, por lo que la empresa sab¨ªa que lo rechazar¨ªa y as¨ª le saldr¨ªa muy barato despedirla.
Demand¨® a la empresa por vulneraci¨®n de los derechos de los trabajadores y antes de que se celebrara el juicio negoci¨® y logr¨® 36 d¨ªas de salario por a?o trabajado. "Nunca me dieron la opci¨®n de recolocarme, s¨®lo quer¨ªan despedirme porque era cara".
Cinco meses sin cobrar
Jaime Casanova: 28 a?os, empleado en Redes y Canalizaciones Quir¨®s, una subcontrata de Sacyr que emplea a 17 trabajadores. El 1 de julio la empresa les dijo que les conced¨ªa un permiso retribuido. Es decir, que no cerraba, pero que tampoco les desped¨ªa.
La justicia oblig¨® a readmitirlos al apreciar que se trataba de un despido t¨¢cito, pero no declar¨® extinguida la relaci¨®n laboral por incumplimiento contractual, por lo que no pueden ser indemnizados y llevan cinco meses sin cobrar. La empresa present¨® concurso de acreedores, que, debido al colapso judicial, se ha empezado a tramitar hace un mes.
Embargo para la indemnizaci¨®n
Manuel Castro: Tiene 2 hijos, 43 a?os y 19 de antig¨¹edad en Cosersa, una empresa de Cornell¨¤ dedicada al montaje de estantes para ferias y exposiciones. El empresario decidi¨® en junio el cierre patronal sin ninguna justificaci¨®n porque, como recuerda este trabajador, ¨¦l ha realizado hasta 800 horas extraordinarias por el exceso de actividad.
La justicia anul¨® los despidos y el Inem les reclama ahora a los 50 empleados el subsidio que percibieron durante tres meses. La mitad de ellos ya est¨¢n recolocados. Todos esperan ahora que prospere el embargo de la maquinaria para ser indemnizados.
V¨ªctima de cerrojazo patronal
Vicente Campano: Otro caso de cerrojazo patronal por falta de liquidez. La firma es Instalfase, de Sant Just Desvern (Baix Llobregat), dedicada a instalaciones el¨¦ctricas, con siete empleados y los dos socios. Fueron despedidos el 31 de mayo tras dos meses sin cobrar. La justicia tambi¨¦n declar¨® nulos los despidos, pero ni han sido readmitidos ni indemnizados.
Los trabajadores esperan que se declare la insolvencia de la empresa para acudir al Fondo de Garant¨ªa. Castro tiene 56 a?os y dos hijos. Hace meses que no para de repartir su curr¨ªculo, "pero con mi edad es muy dif¨ªcil que me contraten".
Baja actividad pero cada d¨ªa al trabajo
Jordi Vadillo: Es empleado de Disa, dedicada al etiquetado autoadhesivo, con sede en Sant Just Desvern (Baix Llobregat) y una plantilla de 140 trabajadores en varios centros de trabajo. Los empleados denuncian poca voluntad patronal para seguir la actividad, pese a la importante cartera de clientes que tienen.
La plantilla dej¨® de cobrar en septiembre y solicit¨® la extinci¨®n voluntaria de los contratos. La empresa respondi¨® con un ERE y despu¨¦s con el concurso de acreedores. Acuden cada d¨ªa al centro de trabajo, pero apenas hay actividad. Vadillo tiene 47 a?os, una hija, y lleva 25 en una f¨¢brica que data de 1963.
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