La victoria del cine invisible

Como una reivindicaci¨®n sin complejos del peque?o cine, ese universo f¨ªlmico que orbita en los festivales dedicados al s¨¦ptimo arte pero que nunca consigue permiso para aterrizar (porque no interesa, porque es demasiado complejo, porque no tiene estrellas delante o detr¨¢s de la c¨¢mara, etc¨¦tera, esgrimen los que manejan el negocio). As¨ª se podr¨ªa definir el palmar¨¦s de L'Alternativa, un evento que se mueve sin man¨ªas en los amplios m¨¢rgenes del cine independiente y que ya acumula 15 ediciones, la ¨²ltima de ellas reci¨¦n clausurada.

Cine iran¨ª, chino, italiano y mexicano que -probablemente- jam¨¢s llegar¨¢ a las salas comerciales han sacado pecho en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB): Dah be alaveh Chahar... (10+4), de la directora iran¨ª Mania Akbari, y Ye Che, del realizador chino Diao Yi Nan, han sido los filmes galardonados ex aequo en la categor¨ªa del mejor largometraje, tradicionalmente la m¨¢s importante.

La primera es un experimento a medio camino entre el documental y el cine de guerrilla en el que la c¨¢mara se cuela en la enfermedad de la directora, Akbari, siguiendo la l¨ªnea de Ten, del realizador Abbas Kiarostami, mientras que Ye Che es una pel¨ªcula oscura y opresiva, ubicada en el Este de China, que sigue a un oficial que ayuda en las ejecuciones y que trata de mantener a raya sus pulsiones m¨¢s extremas. Dos ejemplos de que lo comercial y lo independiente (excepto cuando en los a?os 90 los hermanos Weinstein se empe?aron, desde Miramax, en reinventar el t¨¦rmino y convertirlo en una manera de hacer dinero) reman habitualmente en direcciones opuestas.

Aun as¨ª, y con la notable excepci¨®n de A?o U?a, una magn¨ªfica propuesta de Jon¨¢s Cuar¨®n (hijo de Alfonso Cuar¨®n, el director de Hijos de los hombres y Y tu mam¨¢ tambi¨¦n) que tuvo sus 15 minutos de gloria en la edici¨®n de 2006 del festival de Venecia, lo mejor de un certamen como ¨¦ste -para aquellos espectadores que no necesitan mirar el pasaporte de las pel¨ªculas- es el hecho de poder asistir a proyecciones sin informaci¨®n previa, sin mastod¨®nticas campa?as de marketing, sin prejuicios, en resumen.

Lo mismo vale para los ciclos: pocos se atrever¨ªan a programar la filmograf¨ªa de los hermanos Taviani, excepcionales en su singularidad, autores de pel¨ªculas como Good morning, Babilonia (un diario de a bordo de las peripecias de D.W. Griffith, el director de El nacimiento de una naci¨®n) y la legendaria La notte di San Lorenzo.

Valga tambi¨¦n lo dicho para el otro ciclo, el dedicado al realizador franc¨¦s de origen argelino Tony Gatlif, un tipo insobornable que ha dedicado su cine a la causa gitana y paseado sus pel¨ªculas por festivales de todo el mundo sin renunciar nunca a sus objetivos. Este panorama cinematogr¨¢fico, que existe y respira aunque cuente con menos recursos y una distribuci¨®n p¨ªrrica fuera de los circuitos festivaleros, es el que (sobre)vive en L'Alternativa, que -como es obvio- se ha ganado a pulso el nombre.