El viaje de 'Las Latas' a ninguna parte

La vida tiene esos extremos. Uno recibe el m¨¢ximo galard¨®n por una obra de arte, el Premio Nacional de Escultura, y a?os m¨¢s tarde las piezas del premiado desaparecen y nadie, ni siquiera sus propietarios, tiene idea de d¨®nde est¨¢n. "Cuando la vi en el peri¨®dico me dio un vuelco el coraz¨®n. Despu¨¦s de tanto tiempo... Fue como revivirlo todo", cuenta Michele Lescure en un espa?ol que se afrancesa cada vez que sus palabras se estrellan contra las erres y las ches.

Ella la llam¨® La Fuente, pero en el barrio la conoc¨ªan por Las Latas. Fue en 1973 cuando el arquitecto Arturo Guerrero Aroca, que dise?¨® una colonia en Moratalaz, le encarg¨® a Michele un conjunto escult¨®rico para la plaza de Hacienda de Pavones. Hab¨ªa ganado el Nacional de escultura dos a?os antes. Acept¨®. Se encerr¨® tres meses en su taller y comenz¨® a doblar planchas de acero inoxidable de dos mil¨ªmetros de grosor. "Lo hac¨ªa con la pierna. Soy muy bruta". Buscaba sus adoradas curvas. Todo a escala de la maqueta. Y acab¨® encontrando lo que buscaba. Pero hoy, 35 a?os despu¨¦s, nadie sabe d¨®nde est¨¢ ese enorme conjunto escult¨®rico que brillaba en pleno Moratalaz y que giraba sobre s¨ª mismo con un motor el¨¦ctrico.

La Concejal¨ªa de Las Artes dice que el caso es de Urbanismo, que lo niega

Gran parte de la obra de Lescure est¨¢ hecha a base de esas curvas de acero. "Me gustan. Sin cortes. Son l¨ªneas, es m¨²sica...", explica la parisiense de 73 a?os, viuda de un artista espa?ol. Lleg¨® a Espa?a con una beca de la Casa Vel¨¢zquez. Se enamor¨® y se cas¨®. Hoy vive en M¨®stoles, donde tiene su estudio y todav¨ªa esculpe y pinta. "S¨®lo por encargo. Tengo demasiada obra y no cabr¨ªa en casa", dice con una sonrisa socarrona.

Por Las Latas -un conjunto formado por dos piezas de acero inoxidable de hasta cuatro metros de altura- el Ayuntamiento de Madrid le pag¨® 200.000 pesetas (1.200 euros). "Era preciosa. Pero empez¨® a deteriorarse. Se llen¨® de pintadas y los ni?os le tiraban las piedras que hab¨ªa en el fondo del laguito", recuerda la escultora. Michele comenz¨® a mandar cartas a la Junta para pedir explicaciones. Les record¨® a aquellos pol¨ªticos, cuyos nombres no se esfuerza en recordar, que la Ley de Propiedad Intelectual le daba derecho a "exigir el respeto a la integridad f¨ªsica de la obra". Pidi¨® que la restauraran. Ni caso. Le contestaron que no hab¨ªa dinero. En 1995 el Ayuntamiento se llev¨® Las Latas a un dep¨®sito.

El ¨¢rea de Las Artes dice que no sabe nada y que la cuesti¨®n depende de Urbanismo. Pero esa concejal¨ªa le devuelve la pelota y recuerda que desde hace cuatro a?os la competencia de los monumentos es del ¨¢rea de Las Artes. As¨ª que nada. Desaparecida. Como la escultura de 38 toneladas de Richard Serra que se extravi¨® hace 10 a?os cuando se la llevaron del Museo de Arte Contempor¨¢neo Reina Sof¨ªa.

"Yo pensaba que todav¨ªa estaba en aquella plaza. Deteriorada, pero que estaba ah¨ª. Seguro que lo poco que quedaba de ella lo han destruido. Me da mucha pena", dice Lescure. Adem¨¢s, el Estado le compr¨® tres esculturas m¨¢s. Todas han seguido una suerte parecida. "Tampoco s¨¦ d¨®nde han ido a parar. Las colocaron en los jardines de lo que ahora es el Museo del Traje. Ya no est¨¢n", explica con toda la pena del mundo. Como un coleccionista de arte tirando sus obras a la basura. Inexplicable.

Michele se enter¨® por EL PA?S de la desaparici¨®n de su escultura. Un vocal de IU en Moratalaz, Juan Carcel¨¦n, llevaba meses busc¨¢ndola. Pero todav¨ªa sigue desaparecida. "As¨ª es el arte ahora. O quieren promocionar a alguien, o no. Yo estoy desolada de encontrarme tan al margen", lamenta Michele.