Toque a rebato
Europa y EE UU atacan la crisis con m¨¢s inversi¨®n y una pol¨ªtica monetaria heterodoxa
Quince meses despu¨¦s de su eclosi¨®n, la crisis financiera sigue mostrando una gravedad sin precedentes. A la destrucci¨®n de riqueza financiera se a?ade ahora una excepcionalmente r¨¢pida contracci¨®n en el ritmo de crecimiento de las econom¨ªas. Hoy por hoy, toda la OCDE est¨¢ en recesi¨®n y ser¨¢ muy dif¨ªcil que las econom¨ªas abandonen ese cuadro en el pr¨®ximo a?o. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses afectados, la precaria salud de las empresas financieras y la incertidumbre sigue racionando la oferta de cr¨¦dito. Y sin cr¨¦dito no hay crecimiento.
Las autoridades americanas han entendido esto muy bien y, tras dram¨¢ticas y variadas terapias para detener la inestabilidad bancaria y propiciar el aumento de la oferta de cr¨¦dito, consideran que la econom¨ªa est¨¢ afectada no por obst¨¢culos coyunturales de liquidez, que pueden combatirse mediante mecanismos de intercambio de deuda p¨²blica por cr¨¦ditos, sino que existe una grave falta de dinero en el sistema, causada por la desaparici¨®n de la riqueza financiera. En consecuencia, acaban de aprobar tres conjuntos de decisiones cuyo denominador com¨²n es aumentar la oferta monetaria, con el fin de reanimar la oferta de cr¨¦dito, a trav¨¦s de una pol¨ªtica monetaria muy poco convencional, propia de una situaci¨®n de excepci¨®n. Ante el escaso est¨ªmulo adicional que pueden aportar los tipos de inter¨¦s, se trata de imprimir m¨¢s dinero con el que comprar¨¢n bonos hipotecarios por unos 600.000 millones de d¨®lares y otros instrumentos de titulaci¨®n de cr¨¦ditos al consumo, para compra de autos y pr¨¦stamos a estudiantes, hasta un total de 800.000 millones.
Han hecho bien. Descartan cualquier tipo de escr¨²pulo ideol¨®gico y se centran en evitar que el paro siga creciendo y agrave la recesi¨®n. Los miles de millones de d¨®lares asignados a esos prop¨®sitos no excluyen otras decisiones expansivas de la demanda, keynesianas, como las que puede estar preparando el reci¨¦n nombrado equipo econ¨®mico de Obama.
Un d¨ªa despu¨¦s, en consonancia con el esp¨ªritu de la cumbre del G-20, la Uni¨®n Europea tambi¨¦n ha anunciado decisiones destinadas a conseguir un est¨ªmulo de la demanda agregada en las econom¨ªas europeas. Junto a est¨ªmulos fiscales, mayoritariamente de inversi¨®n, se movilizar¨¢n recursos por el BEI y se anticipar¨¢ la disposici¨®n de fondos estructurales. El objetivo es movilizar 200.000 millones de euros equivalentes al 1,5% del PIB agregado, de los que no m¨¢s de 30.000 millones corresponder¨¢n al presupuesto comunitario. Todo ello no deber¨ªa excluir las acciones de los Gobiernos nacionales. Adem¨¢s, se relajan los l¨ªmites sobre el d¨¦ficit p¨²blico del pacto de estabilidad. En contraste con las acciones estadounidenses, las europeas son moderadas; los europeos no disponemos de un gobierno, como lo tienen los norteamericanos, y lo m¨¢s que podemos exigir es un alto grado de coordinaci¨®n econ¨®mica. Y adem¨¢s parece claro que el BCE dif¨ªcilmente adoptar¨¢ la decisi¨®n de Paulson de imprimir m¨¢s dinero.
Ma?ana, Rodr¨ªguez Zapatero desvelar¨¢ lo que est¨¢ dispuesto a hacer para que en esta crisis el mercado de trabajo espa?ol no tenga el peor registro de la OCDE. La oferta de cr¨¦dito sigue congelada, con el agravante de que los bancos no acaban de utilizar las posibilidades de subasta ofrecidas por el Tesoro. El Gobierno y el Banco de Espa?a han de vigilar los comportamientos de los bancos y, como est¨¢n haciendo otras autoridades, identificar aquellos poco consecuentes con los apoyos p¨²blicos recibidos. Adem¨¢s, ha de estimularse la inversi¨®n p¨²blica en mayor medida que otros pa¨ªses de la UE: nuestras finanzas p¨²blicas lo permiten y los d¨¦ficit de capital p¨²blico -f¨ªsico, tecnol¨®gico y humano- siguen siendo acusados. No demos m¨¢s razones para que los ciudadanos sigan sin confiar en sus instituciones y autoridades econ¨®micas.
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