"No hay indicios racionales para dudar de las piezas"
El arque¨®logo Eliseo Gil defiende la autenticidad de las piezas y las inscripciones que el equipo que dirige descubri¨® en 2005 y 2006 en la excavaci¨®n de la ciudad romana de Veleia, en ?lava, que una comisi¨®n de investigaci¨®n acaba de considerar dudosas o falsas. La Diputaci¨®n de ?lava, propietaria del yacimiento, retir¨® de inmediato el permiso de excavaci¨®n a su empresa, Lurmen SL. Gil ha anunciado que hoy presentar¨¢ nuevas pruebas en defensa de sus tesis.
Pregunta. ?C¨®mo recuerda el descubrimiento de las piezas objeto de la pol¨¦mica?
Respuesta. Fue en el verano de 2005. En aquel momento me impresionaron, sobre todo, las im¨¢genes, a pesar de ser un profano en epigraf¨ªa. Todo el equipo vivi¨® emociones que no nos las va a quitar nadie. Sin duda, los mejores d¨ªas de mi vida.
"No me llam¨® la atenci¨®n la singularidad de las inscripciones"
P. ?Mantuvo la custodia de los hallazgos todo el proceso?
R. Se mantuvo siempre la salvaguarda de las piezas.
P. En junio de 2006 presentaron las piezas que recog¨ªan las inscripciones latinas y cristianas, entre gran expectaci¨®n.
R. Aquello respondi¨® a una voluntad de explicaci¨®n did¨¢ctica para que el p¨²blico se pudiera enterar de lo que se hab¨ªa encontrado en Veleia, pero no he publicado los resultados. La investigaci¨®n no ha terminado.
P. ?Por qu¨¦ se hizo esa presentaci¨®n p¨²blica sin ese respaldo cient¨ªfico?
R. Fue la presentaci¨®n social de unos hallazgos, compartir con la sociedad algo que se presiente importante, con la mejor voluntad del mundo. Si eso es delictivo, quedar¨ªan en evidencia muchos proyectos que se han quedado en la nada, con inversiones millonarias.
P. En otro paraje de Veleia se hallan inscripciones en euskera, tambi¨¦n presentadas en p¨²blico.
R. Si lo anterior fue una presentaci¨®n preliminar, ¨¦sta fue una respuesta de urgencia a una filtraci¨®n. No deber¨ªa haber ocurrido, porque esa zona est¨¢ todav¨ªa en excavaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ se hizo en el momento de los hallazgos?
R. Recurrir a especialistas, entre otros el catedr¨¢tico de Historia Antigua Juan Santos Yanguas y los de Filolog¨ªa Joaqu¨ªn Gorrochategui y el fallecido Henrike Kn?rr.
P. Cuando se pone en duda la dataci¨®n de las inscripciones en las piezas, ?cu¨¢l es su reacci¨®n?
R. Nosotros fuimos los primeros en plantearnos todas las hip¨®tesis de trabajo.
P. ?No puede ser que hubiera una transferencia de materiales desde el cercano monasterio de Santa Catalina, hoy deshabitado, pero donde vivieron monjes hasta el siglo XIX?
R. Como hip¨®tesis de trabajo es muy respetable, pero indemostrable. Materiales que provengan de otro yacimiento arqueol¨®gico, de otra cronolog¨ªa, en soporte antiguo... ?C¨®mo se prueba eso?
P. Entonces no duda de la dataci¨®n de los materiales.
R. En principio, por m¨¦todo, siempre pongo en duda todo. Valoro todas las hip¨®tesis, pero es que nadie me ha presentado una explicaci¨®n alternativa a la m¨ªa, una explicaci¨®n racional, quiero decir. Tengo miles de datos coherentes que validan la cronolog¨ªa de las piezas.
P. ?No le llam¨® la atenci¨®n la singularidad de las inscripciones?
R. No. Soy arque¨®logo, no soy historiador ni fil¨®logo, por lo que no me compete la trascendencia de esas inscripciones, ni si suponen una revoluci¨®n en la cristianizaci¨®n del Pa¨ªs Vasco o en el origen del euskera.
P. Una de las inscripciones que m¨¢s se pone en duda es el "RIP" sobre la cruz de Cristo.
R. Es que se habla a partir de fotograf¨ªas, que no son registro fiel de la realidad. En el asunto del "RIP", otras personas no leen esa leyenda; ven tres rayas.
P. ?Y por qu¨¦ se dijo que era "RIP"?
R. Yo nunca lo he dicho. Hable con los expertos que entonces lo dijeron y que ahora reniegan.
P. ?Y "Descartes"?
R. Yo no leo "Descartes", sino "Icarte".
P. Mantiene, entonces, que las piezas son del siglo I al VI.
R. S¨ª, pero eso hoy, tras el juicio sumar¨ªsimo al que se me ha sometido, ya es irrelevante.
P. ?Por qu¨¦ se fueron tres miembros del equipo en febrero de 2007, ahora dispuestos a colaborar con la investigaci¨®n?
R. Por motivos personales. Cualquier empresa tiene movimientos de plantilla. Tampoco queramos ver cinco pies al gato.
P. ?C¨®mo no se ha dado cuenta de que el relato que presentan sus piezas es poco veros¨ªmil?
R. ?En base a qu¨¦? Seamos serios. La investigaci¨®n no ha concluido. Ser¨ªa muy interesante tener valoraciones alternativas a las presentadas por los expertos.
P. Que se incluir¨¢n en sus alegaciones, supongo.
R. Tal vez, pero es que ni siquiera s¨¦ lo que tengo que presentar. Estoy tan perplejo con lo que ha ocurrido que no s¨¦ por d¨®nde salir. Si resulta que ahora todo es tan evidente, ?para qu¨¦ hemos perdido un a?o?
P ?Ha habido una mala praxis arqueol¨®gica?
R. No, por supuesto que no. Esto no es normal. No he terminado de excavar; hay cosas que est¨¢n en proceso de estudio. En un momento determinado, alguien ha parado este proceso y ha puesto en marcha una comisi¨®n cient¨ªfica cuyos miembros, por cierto, no se han acercado al yacimiento ni se han puesto en contacto conmigo.
P. No negar¨¢ que ten¨ªa constancia de que los expertos albergaban serias dudas sobre las inscripciones.
R. Claro, sobre todo porque, pese a haber firmado un protocolo de confidencialidad, ha habido a quien le ha dado igual y ha hablado en cuanto ha tenido oportunidad.
P. ?No le llamaron la atenci¨®n t¨¦rminos como "Nefertiti" o "Deindre" o el uso de signos de puntuaci¨®n o min¨²sculas?
R. En ning¨²n momento he tenido ni siquiera la sensaci¨®n de extra?eza, s¨ª de excepcionalidad. No hay indicios racionales para poner en duda las piezas, adem¨¢s de que muchas cuestiones que se han se?alado como extra?as no lo son. Por ejemplo, se dice que en aquella ¨¦poca no era posible "Plut¨®n"; sin embargo el repertorio epigr¨¢fico Clauss/Slaby, consultable en Internet, recoge hasta tres "Plut¨®n".
P. ?Ver m¨¢ximas como "si vis pacem para iustitiam" o "Ad maiorem Dei gloriam no le despert¨® cierto recelo?
R. ?Tiene nociones de lat¨ªn?
P. S¨ª.
R. ?Y considera que la m¨¢xima atribuida a San Ignacio de Loyola, "Ad maiorem Dei gloriam", se le ocurri¨® a ¨¦l por primera vez en la Historia? Porque no me dir¨¢ que es de una elaboraci¨®n mental complicad¨ªsima. Cuando est¨¦n los estudios disponibles veremos si realmente es as¨ª. No soy fil¨®logo, ni te¨®logo; soy arque¨®logo.
P. ?La acumulaci¨®n de excepcionalidades no le llev¨® a la duda?
R. El m¨¦todo arqueol¨®gico es el que manda. Si un registro arqueol¨®gico te dice una cosa, en base a qu¨¦ voy a cambiarlo, para contentar a qui¨¦n.
P. ?Piensa tirar la toalla?
R. Eso les gustar¨ªa a muchos y no les voy a dar el gusto.
Eliseo Gil Zubillaga
Eliseo Gil Zubillaga (Vitoria, 1961) est¨¢ viviendo los peores d¨ªas de su vida. Arque¨®logo de vocaci¨®n y oficio, se ha ganado en los ¨²ltimos 20 a?os reputaci¨®n de trabajador entusiasta, dedicado al rescate de Veleia, el enclave romano m¨¢s antiguo del Pa¨ªs Vasco, donde ha excavado desde 1980. La defensa numantina de la autenticidad de los hallazgos, que una comisi¨®n de expertos caba de considerar falsos, le ha colocado en una situaci¨®n m¨¢s que dif¨ªcil.
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