Sorpresas vegetales

Poco a poco, Aranjuez se consolida como un enclave gastron¨®mico. Adem¨¢s de Casa Jos¨¦, en progresi¨®n paulatina, que lleva tiempo rehabilitando la producci¨®n vegetal de la huerta renacentista del Picotajo, destaca la irrupci¨®n de Rodrigo de la Calle, disc¨ªpulo de Berasategui, cuyo moderno restaurante en el centro del pueblo constituye una revelaci¨®n para los aficionados. En la planta baja ofrece platos contempor¨¢neos con especial incidencia en frutos y plantas de rango ecol¨®gico. Delicadezas vegetales ins¨®litas procedentes del Huerto del Cura de Elche (gastrobot¨¢nica), como el caviar c¨ªtrico, las hierbas de hielo o las algas de tierra, que incorpora espor¨¢dicamente a sus platos, todos de sensatez garantizada.

A la entrada dispone de un min¨²sculo gastrobar, con amplia selecci¨®n de vinos, donde los clientes toman acomodo en las mesitas que circundan la barra. En su oferta figuran tapas y medias raciones concebidas para compartir, ideales para comer a precio controlado. Para empezar, croquetas de jam¨®n, tortilla de bacalao, verduras salteadas, foie-gras de media cocci¨®n o lomitos de presa de cerdo ib¨¦rico. Y, por supuesto, arroces, cuya ciencia la ha aprendido de la mano del prestigioso Quique Dacosta, otro de sus mentores. Entre sus especialidades figuran el arroz abanda, de sepias, de colas de carabinero y de bogavante, plato que cuenta con no pocos seguidores. Cada d¨ªa ofrece un guiso de cuchara (legumbres, patatas con carne) que parece el rancho cotidiano de la propia brigada.

Y como complemento, varios estofados cl¨¢sicos -callos a la madrile?a, carrillera en su jugo, rabo de toro...-, que para muchos justifican la visita. No faltan los mariscos (ostras, langostinos, berberechos), ni tampoco los asados a la brasa, parrilla de carb¨®n en la que el joven patr¨®n cocina tacos de bacalao, solomillos y presa de cerdo ib¨¦rico, adem¨¢s de chulet¨®n gallego y hasta el pulpo, que acompa?a de espuma de patata. De postre, brownie, quesos y helados.