Terapia de arte en el hospital
Copias de 400 obras de once museos ilustran los pasillos de un centro sevillano
Un padre muestra a su hijo, de unos 10 a?os, un cuadro. El ni?o viste uno de esos pijamas azules de hospital; se ve que est¨¢ enfermo. El padre pregunta: "?Qu¨¦ ves ah¨ª?". Le est¨¢ se?alando El Torneo, un lienzo de J. Caballero. El ni?o no dice nada. "?No ves un caballo?" La palabra "caballo" saca al ni?o de su ensimismamiento; parece que reacciona. El padre apunta con el dedo a un punto del cuadro, el ni?o le sigue... De pronto se establece un di¨¢logo entre ambos y el ni?o se olvida de su enfermedad. Sonr¨ªe.
Esta experiencia la observ¨® en un pasillo, hace unos d¨ªas, Inmaculada Garc¨ªa, historiadora del Arte y coordinadora de la exposici¨®n permanente que 11 museos -10 andaluces y El Prado- han montado en el hospital Macarena de Sevilla para llenar sus ocho plantas de reproducciones (casi perfectas) de cuadros, de 120 x 80 cent¨ªmetros. M¨¢s de 400 obras de arte -"las mejores, las que cada museo ha elegido", explica Garc¨ªa- que permanecer¨¢n para siempre en hospital para gozo y disfrute del personal sanitario, pacientes y acompa?antes.
"En la planta hay menos ruido desde que colocaron los cuadros"
Est¨¢n expuestas 400 obras de arte como 'Las Meninas' o 'Las tres gracias'
El proyecto Arte y Salud surgi¨® hace a?o y medio a partir de una propuesta de Javier Su¨¢rez, director de Proyectos del Macarena. Para Su¨¢rez, los hospitales son un marco id¨®neo para difundir la cultura. "Creo que con iniciativas como ¨¦sta podemos ayudar al enfermo... puede que a recuperarse mejor", comenta. Lo mismo opinaba el pintor ruso Kandinsky cuando dec¨ªa que el color cambia a las personas e influye en los estados de ¨¢nimo. Algo que corrobora el cardi¨®logo Carlos Infante, jefe del Servicio de Cirug¨ªa Cardiovascular.
Infante ha constatado que desde que colocaron los cuadros en su planta, la tercera, "hay menos ruido". "Es como si la gente, al encontrarse entre cuadros, identificase el lugar con la sala de un museo". Infante no duda, tampoco, de que iniciativas as¨ª ayudan al enfermo.
La elecci¨®n de los cuadros la han hecho los propios museos. El Museo Arqueol¨®gico de Sevilla y el de Almer¨ªa exponen en la primera planta; en la segunda los de Granada y C¨¢diz; en la tercera el Bellas Artes de Sevilla; en la cuarta El Prado; en la quinta lo hace el Museo de Huelva; en la sexta el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo; en la s¨¦ptima los museos de C¨®rdoba y Ja¨¦n y, finalmente, en la octava, el Museo de M¨¢laga. Hay obras maestras como Las Meninas, de Vel¨¢zquez; Las tres gracias, de Rubens; La familia de Carlos IV, de Goya... Murillo, Romero de Torres, V¨¢zquez D¨ªaz o Picasso son otros de los pintores seleccionados.
La impecable reproducci¨®n de los cuadros, que antes ha tenido que recibir el visto bueno de cada museo, la ha hecho Hewlett Packard (HP) utilizando las t¨¦cnicas m¨¢s avanzadas de tecnolog¨ªa digital. Su directora mundial de Marketing, Guayente Sanmart¨ªn, se entusiasm¨® con la idea desde el principio. "Nosotros no tenemos noticias de que se haya hecho algo as¨ª hasta ahora; nos pareci¨® una idea bonita y la apoyamos". Al hospital la iniciativa no le ha costado dinero; aparte de HP, la Obra Social de Caja Madrid ha financiado el resto del proyecto hasta completar los 60.000 euros que ha costado.
Cada planta sorprende como si fuera un nuevo museo, pero, quiz¨¢, la que m¨¢s llama la atenci¨®n sea la sexta, dedicada a los ni?os enfermos. Aqu¨ª, el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo se ha esmerado en ofrecer unas obras que "invitan a mirar al futuro", seg¨²n Jos¨¦ Lebreros, su director. Ellos han tra¨ªdo fotos; y cada foto, dice Lebreros, quieren que le cuente una historia a quien se acerque a mirarla; que lo obligue a indagar, a dialogar con ella... Una intenci¨®n y un deseo que, en este caso, conducir¨¢n al paciente, sin duda, a dejar de pensar en su enfermedad.
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