Atacante universal
Los goles acreditan a Messi como delantero centro mientras su juego le ensalza como extremo
El Barcelona aplica a la mayor¨ªa de los partidos la misma receta con id¨¦ntico resultado -tres goles de media-. Incluso cuando el rival es el Sevilla. Acelera el juego para marcar pronto o muy pronto, gobierna la contienda con sus goles y su f¨²tbol de conservaci¨®n y sella el marcador con detalles de equipo din¨¢mico y t¨¦cnico. Los protagonistas acostumbran a ser tambi¨¦n muy conocidos, empezando por M¨¢rquez y acabando con Eto'o despu¨¦s de pasar por Alves y Xavi. Los m¨¢s son especialistas en un equipo re?ido generalmente con la polivalencia. Hay, sin embargo, un delantero capaz de barrer el frente de ataque y tambi¨¦n de funcionar como enganche si es menester. Messi es hoy un atacante universal.
El argentino ya suma nueve tantos en Liga, cinco en 'Champions' y uno en la Copa
Zurdo, Messi pidi¨® a Frank Rijkaard partir desde la posici¨®n de extremo derecho para enfilar mejor la porter¨ªa desde fuera hacia dentro. As¨ª contin¨²a con Pep Guardiola. La Pulga conduce la pelota, tira diagonales, regatea, desborda y genera espacios para las entradas de Alves y Xavi y el remate de Eto'o. Messi desequilibra como extremo. ?ltimamente, sin embargo, juega muchos minutos como falso 9. Ejerci¨® de delantero centro en Lisboa y en el tramo final del partido del Nervi¨®n y su actuaci¨®n fue plet¨®rica.
En Sevilla, Messi particip¨® en el 0-1 y marc¨® el segundo gol y el tercero. Asistido por Xavi, control¨® el cuero con la cabeza y remat¨® a bote pronto a la entrada del ¨¢rea para rubricar el 0-2. A un golazo el¨¦ctrico sigui¨® un tanto a c¨¢mara lenta, el del 0-3, tras una asistencia de Hleb, de recortar a Palop y de cruzar el cuero a la red con un escorzo. Messi celebr¨® los goles con triunfalismo. "No me sal¨ªa nada, la cancha estaba dura", advierte cuando se le pregunta por su actuaci¨®n, "de ah¨ª mi satisfacci¨®n por contribuir al triunfo". "A Leo le gustan los partidos fuertes", admite su t¨¦cnico; "tiene fuerza y personalidad".
A Messi, potrero por excelencia, le pic¨® y encendi¨® la actitud contemplativa del colegiado ante los puntapi¨¦s de sus marcadores. No es f¨¢cil tirarle y, por lo dem¨¢s, a su clase excepcional a?ade mucha bravura. No juega para el espect¨¢culo, sino para ganar los partidos. Desquiciado en la banda, resolvi¨® desde el centro en el Nervi¨®n. "A veces da la sensaci¨®n de que es un 9 puro", coinciden algunos de los ayudantes de Guardiola; "cuando se sit¨²a de ariete, los centrales dudan, no saben si salir en su busca o flotarle, y, mientras tanto, La Pulga ya resolvi¨®". Messi ya suma nueve goles en la Liga -por 14 de Eto'o-, cinco en la Champions y uno en la Copa.
Futbolista inteligente, a Messi no hay que darle instrucciones porque sus respuestas en la cancha son naturales, acordes con las exigencias de la jugada, de manera que Guardiola puede alinearle de extremo o delantero en funci¨®n de las circunstancias.
"A veces los goles te salen de las orejas, casi sin querer", sintetiza Eto'o, pichichi del campeonato, el 9 de un equipo que remata 20 veces por partido y acumula 10 victorias consecutivas fuera de casa -superando las rachas de 1927-28 (ocho) y 2005-06 (siete)-, seis en la Liga, circunstancia que iguala las de 2003-04 y 2005-06.
Los azulgrana dominan el ¨¢rea rival y la propia despu¨¦s de que Vald¨¦s supere a Palop como portero menos goleado (9). Equilibrado y arm¨®nico, el Bar?a es tambi¨¦n un equipo esforzado del primer al ¨²ltimo minuto, que transmite confianza. Tiene cuajo y car¨¢cter y le avalan una buena organizaci¨®n y su capacidad para ordenarse a partir del bal¨®n. Guardiola le ha dado un plan para atacar y defender, de manera que aparece como un cuadro moderno con varios registros -no es lo mismo que juegue Keita que Busquets- y solvente. Bien armado, la diferencia la marca el 10 de Messi como 7 o como 9.
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