El Parlamento culpa a Vidarte y Azkarate del 'caso Guggenheim'

Juan Ignacio Vidarte, director general del Museo Guggenheim, y Miren Azkarate, consejera de Cultura, son los principales culpables de las irregularidades descubiertas en torno a la gesti¨®n de la pinacoteca. La comisi¨®n parlamentaria que investiga las p¨¦rdidas por operaciones de cambio de divisas y el desfalco en la Sociedad Tenedora (gestora de la compra de obras de arte) confesado por el ex director financiero, Roberto Cearsolo, culpa con claridad a ambos de estos hechos. S¨®lo el PNV, partido que siempre ha gestionado la consejer¨ªa de Cultura, y EB se desmarcaron de la posici¨®n mayoritaria. Los nacionalistas rechazan frontalmente esa tesis y aguardar¨¢n al pr¨®ximo debate en pleno para defender su voto particular.

"Fall¨® cualquier procedimiento de control, reglado, medible"

Tras siete horas de debate, la comisi¨®n respald¨® ayer las l¨ªneas generales del dictamen que hab¨ªa elaborado d¨ªas antes su presidente, el socialista Antonio Rivera. El texto responsabiliza a los consejos de administraci¨®n de las sociedades Tenedora e Inmobiliaria del Guggenheim (integradas ambas por la Diputaci¨®n de Vizcaya y el Gobierno vasco y presididos los dos por Azkarate) de "falta de control sobre la acci¨®n de sus subordinados (Vidarte y Cearsolo), de tutela efectiva de sus bienes y de gesti¨®n adecuada (que conllev¨® una p¨¦rdida de siete millones de euros en la compra de d¨®lares)".

A Vidarte se le acusa de dar carta blanca a Cearsolo para todas las gestiones financieras, "sin importarle" lo que hac¨ªa por detr¨¢s. "Fall¨® cualquier sistema o procedimiento de control, reglado, medible". Cearsolo ha confesado el robo de 557.000 euros de los fondos del museo. La sustracci¨®n fue posible gracias a que no exist¨ªan auditor¨ªas. Cearsolo le pidi¨® a Vidarte que las retirase y, como la ley no obliga a realizarlas, el responsable directo del museo accedi¨®. As¨ª, el entonces director financiero pudo campar a sus anchas y manejar las cuentas a su antojo.

El debate no estuvo exento de pol¨¦mica. Socialistas, PP, EHAK, EA y Aralar aprobaron el texto, aunque antes se introdujeron ocho modificaciones sobre el original. La principal pone nombre y apellidos a todos los miembros de los consejos de administraci¨®n de la Tenedora y la Inmobiliaria desde su creaci¨®n en 1995 y responsabilizarles de "falta de celo" en su funci¨®n de control de Vidarte, como gestor m¨¢ximo.

En su primer texto, Rivera no puso nombres y ped¨ªa responsabilidades a "quienes han formado parte a los largo de los ¨²ltimos a?os" de ambos consejos de administraci¨®n. EA, que acepta las l¨ªneas generales, se niega a "hacer tabla rasa" y "meter en el mismo saco" a todos, desde la actual diputada de Cultura de Vizcaya, Josune Ariztondo, que aterriz¨® en el cargo con todo cocinado, a Azkarate, quien preside los consejos desde hace varios a?os, especialmente el periodo en el que se produjo la ruinosa compra de d¨®lares. Por ello, plantear¨¢ un voto particular para el pleno.

El recorrido que le queda al dictamen es corto y la posibilidad de que depare sorpresas, escasa. Aceptadas las ocho modificaciones, que seg¨²n Rivera, no alteran de manera sustancial el texto, el documento se debatir¨¢ en pleno antes del fin de la legislatura. Todos los partidos presentar¨¢n alg¨²n voto particular, unos para a?adir m¨¢s cosas; el PNV, har¨¢ una especie de enmienda a la totalidad. El valor de la resoluci¨®n ser¨¢ pol¨ªtico y moral, pero depender¨¢ del Ejecutivo adoptar medidas. Fuentes del museo consultadas por la agencia Efe avanzaron que el Guggenheim no iba "a hacer ninguna declaraci¨®n" ni va a emitir opini¨®n alguna sobre la aprobaci¨®n del dictamen "porque no han cambiado las cosas".

- Responsabilidades. "En las sociedades Tenedora e Inmobiliaria existi¨® falta de capacidad profesional, de conocimiento y control de los procesos de trabajo y de la acci¨®n de sus subordinados, de tutela efectiva de sus bienes, de gesti¨®n adecuada y de rendici¨®n fiel de las cuentas por parte de Juan Ignacio Vidarte".

"Quienes han formado parte a lo largo de los a?os de los consejos de administraci¨®n de las dos sociedades [se da la relaci¨®n de nombres de todos los diputados y consejeros] son responsables de falta de celo en su funci¨®n de control del gestor m¨¢ximo, de avalar actuaciones de ¨¦ste con resultados contrarios al inter¨¦s de la sociedad y de relajar su atenci¨®n al manejo de recursos p¨²blicos por parte de empleados y gestores"

- Recomendaciones. Reforma de los sistemas de control de las sociedades donde la participaci¨®n de una administraci¨®n no supere el 50%. Deben someterse al mismo control que si dependieran de una administraci¨®n en exclusiva.