Brown centra en la econom¨ªa y el Estado de bienestar su programa legislativo del a?o

Isabel II ley¨® ayer, con toda la pompa y ceremonia de estos casos, el programa del Gobierno brit¨¢nico para los pr¨®ximos 12 meses. El llamado "discurso del Trono" o "discurso de la Reina" es le¨ªdo por el soberano pero escrito por el Gobierno, y consiste en una mon¨®tona enumeraci¨®n de los proyectos de ley que el ejecutivo se propone presentar a lo largo del a?o parlamentario.

El de ayer fue el m¨¢s corto desde la II Guerra Mundial, con s¨®lo una quincena de proyectos de ley, y tuvo un claro acento econ¨®mico subrayado en la primera l¨ªnea por la reina: "Mis Lores y Miembros de la Casa de los Comunes, la prioridad aplastante de mi Gobierno es asegurar la estabilidad de la econom¨ªa brit¨¢nica en esta depresi¨®n global. Mi Gobierno est¨¢ comprometido a ayudar a las familias y los negocios en estos tiempos dif¨ªciles", ley¨® la soberana.

Pero la propuesta m¨¢s llamativa no estaba incluida en el discurso de la reina, sino que fue anunciada por el primer ministro, Gordon Brown, en el debate celebrado por la tarde en los Comunes: el acuerdo con los ocho grandes bancos brit¨¢nicos para aplazar durante dos a?os el pago de la hipoteca en las familias en las que al menos uno de los c¨®nyuges pierde su empleo, o cuando sufran una dr¨¢stica reducci¨®n de ingresos debido a la crisis. Los bancos tienen la garant¨ªa de que, si al final pierden dinero, el Estado pagar¨¢ la diferencia. El objetivo es cortar en seco el dr¨¢stico aumento de casas que vuelven al poder de la banca por la fuerza porque sus due?os no pueden pagar la hipoteca.

Otra propuesta destacada, enmarcada en una reforma del Estado de bienestar, es la de aplicar el detector de mentiras a los solicitantes de subsidios, con el objetivo de reducir el fraude.

Tambi¨¦n llama la atenci¨®n la decisi¨®n de Brown de mantener la propuesta de seguir fomentando el derecho al trabajo flexible y a aumentar los derechos de los trabajadores a tiempo parcial a pesar de la crisis. Y, sobre todo, una nueva Ley de la Banca que aumenta la protecci¨®n de los depositantes, incrementa los poderes del Banco de Inglaterra para asegurar la estabilidad financiera y permite a las autoridades financieras intervenir cuando un banco tiene problemas.