De los Reyes Magos al amigo invisible (y r¨¢cano)
Se acab¨® el derroche - Familias y empresas recortan lotes, cenas y regalos navide?os por la crisis y por cierta psicosis - Comerciantes y hosteleros se echan a temblar y ajustan sus precios
Judith S¨¢nchez y Carlos, su pareja, temen por su empleo en Nissan. Desde luego, estas Navidades intercambiar¨¢n regalos "simb¨®licos". En Yamaha Espa?a se ha suprimido de un plumazo la fiesta anual para directivos, como "se?al de austeridad". La espaldilla de ternera le come el terreno al entrecot en el mercado mayorista de Madrid. El coste medio de los lotes navide?os cae. Los restaurantes tienen menos reservas de cenas de empresa que el a?o pasado. Y el Ayuntamiento de Alberto Ruiz Gallard¨®n ha enterrado este a?o "los obsequios institucionales". Los comerciantes, asustados, proponen engalanar sus tiendas como nunca, en busca de un cebo para el consumidor.
Son las Navidades de la crisis. "Algunas familias est¨¢n realmente afectadas por el contexto econ¨®mico. Pero a muchas otras, lo que de verdad les afecta es la crisis psicol¨®gica. Han pasado de la euforia a la depresi¨®n y no quieren gastar tanto, aunque conserven el empleo", se?ala Javier Garc¨¦s, presidente de la Asociaci¨®n de Estudios Psicol¨®gicos y Sociales y experto en consumo. Garc¨¦s cree que el consumo deb¨ªa pinchar: "Hemos vivido a?os de mucho derroche, en que todo se pagaba a cr¨¦dito, cosas realmente innecesarias. Esas cenas fuera, esa ropa que se compra para Nochevieja...".
Caen las reservas para fiestas y se buscan men¨²s m¨¢s baratos
Ayuntamientos como el de Madrid eliminan obsequios "institucionales"
Para las tiendas, el "desastre" ser¨ªa que la venta bajara m¨¢s del 5%
Los hosteleros se?alan que se ha vuelto a los niveles de 2005
Las encuestas sobre la factura global de los gastos navide?os arrojan resultados dispares, pero coinciden en que este a?o van a recortarse. La Confederaci¨®n de Consumidores y Usuarios (CECU), por ejemplo, difundi¨® ayer un sondeo seg¨²n el cual una mayor¨ªa de familias no tirar¨¢ la casa por la ventana en las pr¨®ximas semanas. El tope para la mayor¨ªa son 500 euros, cifra que incluye desde regalos hasta viajes, pasando por cenas, salidas, loter¨ªa o juguetes. La Federaci¨®n de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) eleva el gasto medio por persona a 814 euros, tras sondear a 5.000 ciudadanos. Es un 6% menos que el a?o pasado. Y, en una l¨ªnea similar, el ¨²ltimo Estudio de Consumo Navide?o de la consultora Deloitte arroja que las familias espa?olas se gastar¨¢n, de media, 910 euros. Es un 4,3% menos.
Aunque esta media pueda parecerle desorbitada, la pareja mencionada de Nissan contribuir¨¢ a que el presupuesto baje. Judith y Carlos, que tienen una ni?a de tan s¨®lo cuatro meses, han pasado p¨¢gina a los tiempos en que se vaciaban los bolsillos con regalos para padres, t¨ªos, abuelos... Hoy triunfa el amigo invisible, el regalo ¨²nico. "A 50 euros", explica ella, que lleva un a?o con un contrato fijo en Nissan y teme por su empleo: "Ahora compro la comida de Navidad y la congelo y para los sobrinos busco regalos por Internet, son m¨¢s baratos".
La comparativa de los ¨²ltimos tres a?os que realiza el estudio de Deloitte apunta que los espa?oles est¨¢n dispuestos a pasar la tijera a la hora de pensar en sus regalos, pero no tanto a las comilonas. La alimentaci¨®n se lleva ella sola un 40,3% del total del gasto. Y eso que 6 de cada 10 encuestados cree que va a reducir su presupuesto navide?o "como consecuencia del incremento del precio de los alimentos". La ecuaci¨®n de precios elevados de los alimentos, crisis profunda y resistencia a renunciar a las comidas por fiestas lleva a m¨¢s compras en el mercado y al consumo en casa. Eso vac¨ªa los restaurantes. Y el gremio lo sufre.
"?Quieres precios especiales? Nosotros te los podemos dar. Entra y te haremos un men¨² de acuerdo con tu presupuesto", reza un cartel, enganchado junto al men¨², en el c¨¦ntrico restaurante de Barcelona La Principal. "La mayor¨ªa de las comidas y cenas de Navidad implican gastarse de 45 a 55 euros por persona, pero ante el riesgo de que se cancelen cenas, los empresarios est¨¢n ajustando los men¨²s. Los hay de 35 euros o reducen su margen, porque mantienen los precios cuando la materia prima s¨ª les sube a ellos, para incentivar que la gente cene fuera", explica la Asociaci¨®n Empresarial de Hosteler¨ªa de la Comunidad de Madrid, La Vi?a. Esta asociaci¨®n subraya que simplemente se vuelve a los niveles de consumo de 2005. "En 2006 y 2007 hubo una subida acumulada del 16%. Tampoco era normal", afirma su portavoz.
"No baja tanto el n¨²mero de clientes como la facturaci¨®n. Se buscan men¨²s m¨¢s econ¨®micos", corrobora Jos¨¦ Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la Federaci¨®n Espa?ola de Hosteler¨ªa, que estima una ca¨ªda global de la facturaci¨®n por fiestas del 5%. "Parece poco, pero globalmente un punto porcentual menos en el sector son 1.000 millones de euros", exclama.
A esa tendencia se han apuntado empresas de todo tipo. Financieras, industriales y, sobre todo, constructoras e inmobiliarias. "La fiesta para toda la organizaci¨®n, cena incluida, se ha suspendido", explica, por ejemplo Renta Corporaci¨®n. Como tantas otras, de Abertis a Yamaha, la felicitaci¨®n en papel ha pasado a mejor vida, y no s¨®lo por cuesti¨®n de modernidad. Es una peque?a contribuci¨®n al ahorro.
"Hemos suprimido la tradicional cena de Navidad de todo el equipo directivo, parejas incluidas. Sum¨¢bamos unas 40 personas. Es evidente que evitar ese gasto no me salvar¨¢ la cuenta de resultados, pero ya se sabe que hay que recortar un poco de aqu¨ª y de all¨¢. Y se lanza un mensaje interno de austeridad", reflexiona Jorge Lasheras, presidente de Yamaha Motor Espa?a. En el pa¨ªs, el mes pasado se vendieron un 45% menos de motocicletas que el a?o anterior.
"Por estas fechas deber¨ªa estarse moviendo una ola de reservas de cenas y no estamos en ese punto. Seg¨²n el restaurante, el recorte puede ser muy significativo, hasta del 40%", se lamenta Gaiet¨¤ Farr¨¤s, presidente del Gremio de Restauraci¨®n de Barcelona, quien anima a las empresas a no renunciar a la cena, aunque sea a menor coste. "Es una de las pocas ocasiones en que directivos y empleados se encuentran fuera del trabajo. Es un peque?o gesto hacia el activo m¨¢s importante, la gente", barre para casa Farr¨¤s. Un estudio interno de la firma de recursos humanos Alta Gesti¨®n entre 1.100 trabajadores asegura dos cosas: la primera, que 7 de cada 10 empleados valoran la cena de Navidad de la empresa, y que son pocos los que se escaquean; y, segundo, que los mismos empleados preferir¨ªan, antes que la tradicional cesta, dinero o tarjetas regalo.
En el lenguaje particular de las consultoras de recursos humanos, los obsequios, cenas y comidas de Navidad forman parte de la denominada "cultura del afecto". "Es necesaria para motivar a la gente, es necesaria para que las empresas sean competitivas", comenta Francisco Romero, de la consultora Affirma, seg¨²n la cual las compa?¨ªas espa?olas gastan al a?o 1.000 millones en estas partidas. Pero este a?o el recorte ser¨¢ "superior al 20%".
"Esta campa?a est¨¢ siendo muy lenta. Los pedidos van con retraso. Por estas fechas, deber¨ªa haber un 20% m¨¢s. Hab¨ªamos previsto en septiembre una ca¨ªda de las ventas del 3% y nos quedamos muy cortos", musita Miquel Mustera, responsable de los lotes de Navidad del grupo Disbesa, que vende 170.000 cestas al a?o. Los hay de 7,30 euros y los hay de 600. Pero la media aproximada ronda los 40 euros. "Creemos que bajar¨¢ a 30", a?ade. Son sobre todo las peque?as y medianas empresas (Pymes) las que m¨¢s est¨¢n retrasando sus pedidos. Un subid¨®n en la recta final de la temporada es la esperanza de los principales operadores que elaboran y distribuyen estos productos, como Disber o Makro.
"Empresas que en septiembre sol¨ªan tener ya decidido qu¨¦ compraban tomar¨¢n la decisi¨®n en el ¨²ltimo minuto. Es una campa?a lenta y los comerciales piden que se les presenten regalos de la misma apariencia y calidad pero de menor coste", confiesa Raquel Aguilera, responsable de Mercadotecnia del grupo Llobet, cuyos cat¨¢logos de regalos de empresa recogen bajadas de precio de cerca del 15%. "No vale lo mismo un turr¨®n del 70% de almendra que del 10%. Puede costar cuatro veces m¨¢s. Hay quien puede pedir productos de menor gramaje, pero en las empresas de segmento alto y de calidad, pues se cambian unas manos de Lorenzo Quinn por una figurilla de Swarovski", ilustra.
Las grandes superficies creen que aguantar¨¢n bien el chaparr¨®n, por la concentraci¨®n de compras en Navidad. "La gran distribuci¨®n puede ser motor del consumo inteligente, por los precios, servicios y facilidades", comentan fuentes de la patronal del sector de grandes superficies (Anged), que en fiestas saca pecho con sus horarios dif¨ªciles de replicar por el peque?o comercio. Las promociones pre-rebajas de la recta final de noviembre en grupos como Leroy Merl¨ªn, Carrefour, Alcampo o Hipercor, con bonificaciones varias en compra de juguetes o dulces han sido llamativas.
"Deber¨ªan ser unas excelentes navidades para los consumidores por los bajos precios. Queremos que el ciudadano se quite de encima los efectos psicol¨®gicos de la crisis. Hay precios un 20% o hasta un 30% m¨¢s bajos, la oferta es variada", enfatiza Miguel ?ngel Fraile, secretario general de la Confederaci¨®n Espa?ola del Comercio. Para el peque?o comercio, si las fiestas acaban con las mismas ventas que el a?o pasado o incluso con una ca¨ªda del 5%, "ya ser¨ªa un ¨¦xito, aguantar¨ªamos el tipo". Pero si la cosa va m¨¢s all¨¢, "ser¨ªa un desastre", sentencia Fraile.
Las administraciones tambi¨¦n ponen su granito de arena. El Ayuntamiento de Madrid, adem¨¢s de olvidarse de los obsequios institucionales, ha programado un presupuesto para fiestas en la calle de 2,5 millones. Es un 50% menos que el a?o pasado, seg¨²n un portavoz. El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, ha cambiado comida de pie por una simple copa. Y seguir¨¢ con sus obsequios de "contenido social". Por cierto, junto a comerciantes y con la ayuda de Fecsa-Endesa como patrocinador, el consistorio ha apostado por poner m¨¢s luces a la ciudad. "Hay que sacar pecho", afirman. La iluminaci¨®n y los adornos pueden incitar al consumo, dicen los expertos.
Y es que los tiempos de crisis agudizan el ingenio. Si no, que se lo cuenten a Oriol Janer, treinta?ero que hace cuatro a?os mont¨® una empresa con dos amigos. En un mes, ha vendido 500 camisetas a 4,99 euros la pieza. Son de distintos colores, pero en todas ellas se lee esta inscripci¨®n (en catal¨¢n): "Camiseta anticrisis". "Se ha convertido en el perfecto regalo de amigo invisible", se regocija el dise?ador.
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