Marbella prescinde del segundo interventor y mantiene s¨®lo al que actu¨® en la era GIL

El equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Marbella que preside ?ngeles Mu?oz ha amortizado la plaza del viceinterventor, por lo que a partir de ahora continuar¨¢ como ¨²nico responsable de fiscalizar la gesti¨®n econ¨®mica Juan Antonio Castro, cuya labor de control durante los mandatos del Grupo Independiente Liberal (GIL) ha sido muy cuestionada en los sucesivos informes del Tribunal de Cuentas, y que se encuentra, adem¨¢s, imputado en algunos de los procedimientos judiciales abiertos por irregularidades en el Consistorio.

La portavoz del PSOE, Susana Rad¨ªo, lamenta que: "Se elimina un puesto clave para asegurar la tranquilidad de los ciudadanos". "Resulta muy sospechoso que la alcaldesa mantenga en solitario, al frente de la intervenci¨®n, a un funcionario del que constan tantas irregularidades y que se suprima el segundo control que ejerc¨ªa el viceinterventor", afirma Rad¨ªo.

Esta segunda plaza de interventor fue concedida por el ministro de Administraciones P¨²blicas a petici¨®n de la comisi¨®n gestora que rigi¨® el Ayuntamiento tras su disoluci¨®n en abril de 2006. Entonces se justific¨® esta dotaci¨®n en la acumulaci¨®n de trabajo para atender los requerimientos del Tribunal de Cuentas, la revisi¨®n de la situaci¨®n que hizo la gestora, y el propio de la gesti¨®n ordinaria. Pero en realidad se trataba de tener m¨¢s garant¨ªas.

Seg¨²n el portavoz del equipo de gobierno, F¨¦lix Romero, la amortizaci¨®n de la plaza de viceinterventor se inscribe en "un amplio proceso de reorganizaci¨®n interno del Ayuntamiento, que en tres meses debe tener una estructura troncal muy diferente para cumplir la Ley de Grandes Ciudades". Romero recuerda adem¨¢s que aunque exista un viceinterventor, las funciones las tiene asignada una sola persona, el interventor, "que en determinados casos y por razones de oportunidad puede requerir asistencia, pero es una opci¨®n y no es obligatorio". Romero explica, por ejemplo, que no es posible pedir informes indistintamente a uno u otro, y que es el interventor titular el que conserva la facultad de fiscalizaci¨®n en exclusiva.

Sobre el papel jugado por el actual interventor en la etapa del GIL, Romero dice que es el Ministerio de Administraciones P¨²blicas a quien compete abrir un expediente y advierte de que el Tribunal de Cuentas pod¨ªa haberlo solicitado, y no lo ha hecho.

El ¨²ltimo informe de fiscalizaci¨®n del Tribunal de Cuentas pone en evidencia el control que ejerci¨® el interventor municipal a gastos realizados por los gobiernos del GIL, que sus reparos fueron aleatorios y no sistem¨¢ticos. "La fiscalizaci¨®n que debi¨® haber realizado el interventor debi¨® haber sido cr¨ªtica y previa, y referida a todo acto susceptible de producir derechos u obligaciones de contenido econ¨®mico o de movimiento de valores", sostiene el informe. Mientras el GIL gobern¨® Marbella, el interventor cobr¨® un complemento fijo mensual, ayudas a la vivienda y otros incentivos.