No dejes ninguna pregunta en el tintero
A menudo las sesiones del Congreso de EE UU son puro lucimiento. Pero para los miembros de los mercados financieros que vieron las comparecencias televisadas de los fabricantes de coches que piden ayuda, un caballero de Tennessee ha sido severamente directo y preciso a la hora de criticar a los jefes del sector automovil¨ªstico. Si los gestores de capital hubieran sido tan esc¨¦pticos como el senador Bob Corker, Detroit tal vez estuviese hoy en mejor situaci¨®n.
El legislador republicano ha planteado r¨¢pidamente las preguntas m¨¢s duras y destacadas, entre ellas si Detroit est¨¢ siendo sincero respecto a cu¨¢nto dinero necesita. Cuando los jefes de las tres grandes compa?¨ªas del autom¨®vil de EE UU pidieron 20.000 millones de euros hace unas semanas, les exigi¨® que prometiesen que no iban a necesitar m¨¢s fondos. Se negaron, y ahora piden 27.000 millones.
El senador Corker tampoco ha hecho distingos. A Bob Nardelli, de Chrysler, le pregunt¨® por qu¨¦ el Gobierno deb¨ªa inyectar dinero en la compa?¨ªa cuando su propietaria, la empresa de capital riesgo Cerberus, no lo hace. Y el l¨ªder sindical Ron Gettelfinger no tuvo respuesta para la ¨²til sugerencia de Corker de que deber¨ªan cambiarse las aportaciones al seguro m¨¦dico por nuevo capital social.
?ste es exactamente el tipo de preguntas y sugerencias que los gestores de dinero deber¨ªan haber obligado agudamente a contestar a los fabricantes de coches hace a?os. Quiz¨¢ una buena pregunta a tiempo hubiera ahorrado nueve del interrogatorio del senador Corker, por no mencionar el vergonzoso fracaso.
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