Olmert torpedea la campa?a de Livni al Gobierno israel¨ª
El primer ministro socava la imagen de su correligionaria frente a Netanyahu
Los dardos envenenados en el duelo entre la presidenta de Kadima, Tzipi Livni, y el derechista Benjam¨ªn Netanyahu (Likud) ya vuelan hacia sus dianas. Normal. En las batallas electorales en Israel no se hacen prisioneros. Pero lo que afronta Livni ante la cita del 10 de febrero son palabras mayores: tiene un feroz enemigo en su partido. Es el primer ministro en funciones, Ehud Olmert, quien se esmera en destrozar los esfuerzos de la ministra de Exteriores por adquirir notoriedad y por labrarse su imagen de l¨ªder capaz.
La inquina entre Olmert y Livni -apenas se hablan- se remonta a comienzos de 2007. La candidata de Kadima pidi¨® entonces la dimisi¨®n de su jefe tras la publicaci¨®n del informe oficial sobre el fiasco de la guerra contra Hezbol¨¢. Despu¨¦s, al comp¨¢s de las revelaciones sobre los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n por los que Olmert es investigado, Livni ha salido a la palestra para reclamar que tire la toalla. "No hay otra opci¨®n. Olmert debe abandonar... Kadima se estableci¨® para impulsar normas adecuadas de comportamiento...", advirti¨® d¨ªas atr¨¢s la presidenta de Kadima a los parlamentarios de su partido. La respuesta del aludido fue demoledora: "Livni construye su campa?a a mi costa y practica el oportunismo para convertirse en primera ministra a cualquier precio".
La l¨ªder de Kadima endurece su posici¨®n contra Ham¨¢s para ganar popularidad
Pretend¨ªa Livni la renuncia de Olmert para lanzar su campa?a desde el puesto de primera ministra y afianzar su marca de l¨ªder y de dirigente honesta. ?Y qu¨¦ sucede? Pues que Olmert acapara las portadas. Olmert en Washington junto a George Bush; Olmert presenta planes para mitigar la incipiente crisis econ¨®mica y margina a Livni de las reuniones que abordan asuntos cruciales financieros, como ya la excluy¨® de las negociaciones con Siria, pese a ser la jefa de la diplomacia.
Pero, sobre todo, el primer ministro ha proclamado en discursos plenos de simbolismo -los que conmemoran la muerte de David Ben Guri¨®n o el asesinato de Isaac Rabin- que Israel debe entregar gran parte de los territorios ocupados a los palestinos y que Jerusal¨¦n debe ser dividido. Un golpe devastador a la campa?a de Livni.
En tiempos previos a los comicios, el lenguaje de trazo grueso predomina en lo concerniente al conflicto ¨¢rabe-israel¨ª. Que Olmert insista ahora en la retirada de los territorios ocupados -aunque en sus tres a?os de mandato s¨®lo ampli¨® colonias jud¨ªas- es un lastre para Kadima. Le aporta un aura de debilidad. Tal vez por ello, Livni mostr¨® ayer su vertiente radical al dar por muerta la tregua con Ham¨¢s en Gaza y pedir mano dura.
Mientras un exultante Likud recluta como reclamo a generales y personalidades de prestigio, en Kadima cunde el des¨¢nimo. Restan dos meses para los comicios, y Livni no reacciona. Y quedan a¨²n las primarias de su partido, en las que deber¨¢ aceptar en su lista a poderosos pol¨ªticos manchados por corruptelas varias, lo que restar¨¢ vigor a su marchamo de honradez. "Es buena para Israel", anuncia la propaganda sobre Livni.
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