El proceso Bolonia y la desinformaci¨®n

En su art¨ªculo Bolonia como unidad de medida, publicado en EL PA?S del 5 de diciembre, el rector Josep Joan Moreso se hace eco de la opini¨®n, ¨²ltimamente muy difundida, seg¨²n la cual una adecuada pol¨ªtica de informaci¨®n har¨ªa que se desvaneciesen las cr¨ªticas al llamado proceso de Bolonia. Est¨¢ por ver si los rectores llevan raz¨®n en esto, pero en general no es buena cosa creer que las opiniones contrarias a la propia se tengan que deber a la ignorancia.

No, se?ores: quienes nos oponemos a Bolonia estamos ya razonablemente bien informados, a pesar de que los rectores se hayan aplicado en estos a?os m¨¢s a la imposici¨®n del modelo boloniense que a su discusi¨®n acad¨¦mica. Y, cuando la informaci¨®n viene a destiempo, es f¨¢cil que su efecto no sea el deseado, como puede que ocurra, sin ir m¨¢s lejos, con el art¨ªculo del profesor Moreso. Su pintoresca argumentaci¨®n sobre los masters es harto aleccionadora sobre lo que aqu¨ª est¨¢ en juego: como hasta el presente todos los m¨¢steres eran privados, constituye una neta ganancia el que, con Bolonia, tambi¨¦n los vaya a haber p¨²blicos, dice Moreso. Pero esto ya no es informaci¨®n, sino otra cosa cuya denominaci¨®n me ahorro, porque, que se sepa, los estudios de postgrado han sido siempre p¨²blicos, salvo, claro est¨¢, los m¨¢steres comerciales que ahora deben proporcionar el modelo a todo lo dem¨¢s. Rectores, tened cuidado, porque ciertos aumentos de "informaci¨®n" pueden volverse contra la propia causa.