El coche el¨¦ctrico sale a la calle

Coches el¨¦ctricos que se mueven silenciosamente bajo las palmeras, liberarse de la adicci¨®n al petr¨®leo y ser pioneros en Estados Unidos. Eso es lo que pretende el Estado de Hawai, que la semana pasada anunci¨®, junto con la empresa el¨¦ctrica local, un plan para un sistema de transporte alternativo, basado en veh¨ªculos el¨¦ctricos, una red inteligente para recargar las bater¨ªas y puntos para cambiarlas por otras ya preparadas si no se puede esperar. En septiembre pasado, en Alemania, la compa?¨ªa el¨¦ctrica RWE y la automovil¨ªstica Daimler anunciaron un proyecto m¨¢s modesto, para establecer puntos de recarga en Berl¨ªn para coches el¨¦ctricos. Y en los pa¨ªses n¨®rdicos la empresa Th!nk sacar¨¢ en los pr¨®ximos meses un veh¨ªculo el¨¦ctrico con 180 kil¨®metros de autonom¨ªa y un sistema de cuotas mensuales que cubrir¨¢ el coste del combustible (la electricidad y la bater¨ªa).

Autom¨®viles y autobuses el¨¦ctricos, que se recarguen en enchufes en los domicilios, las calles, las oficinas, las f¨¢bricas o las cocheras, que no contaminen las ciudades y tengan hasta 200 kil¨®metros de autonom¨ªa, que contribuyan a una mayor eficiencia de la red el¨¦ctrica y hagan incluso bajar el precio de la electricidad. ?Un sue?o antiguo que nunca se hace realidad o una realidad emergente, que se enfrenta a grandes desaf¨ªos pero que puede tener en la actual crisis de los fabricantes de autom¨®vil por fin su oportunidad? M¨¢s bien lo segundo, si se atiende a la marea de iniciativas (como las citadas) para electrificar el transporte por carretera que est¨¢n surgiendo desde los sectores p¨²blico y privado en muchos de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados -Jap¨®n es pionero-, apoyadas por cient¨ªficos e ingenieros, que creen que la tecnolog¨ªa est¨¢ casi a punto.

El "casi" es importante, porque el principal escollo de todo lo el¨¦ctrico, incluidos los coches, est¨¢ en las bater¨ªas, y las nuevas que permitir¨ªan el auge del autom¨®vil el¨¦ctrico, est¨¢n apenas saliendo de los laboratorios. As¨ª lo recordaba recientemente la revista Nature, que se mostraba partidaria de los veh¨ªculos el¨¦ctricos como una parte viable de la soluci¨®n al desaf¨ªo del transporte, y comentaba que seguramente las barreras a nuevas formas est¨¢n m¨¢s en los m¨¦todos de hacerlas llegar al mercado que en la tecnolog¨ªa.

En un editorial, la revista cient¨ªfica se declaraba contraria a que se ayude a los grandes fabricantes de autom¨®viles estadounidenses, que hace pocos d¨ªas pidieron 37.000 millones de d¨®lares m¨¢s (28.600 millones de euros) al Gobierno de su pa¨ªs, si no se comprometen a cambiar de rumbo de verdad hacia una mayor eficiencia.

Lo mismo dec¨ªa hace unos d¨ªas en la cadena de televisi¨®n CNN el premio Nobel de F¨ªsica Burton Richter, directivo de la organizaci¨®n Cient¨ªficos e Ingenieros para Am¨¦rica. Y Burt Rutan, el ingeniero que ha dise?ado el primer avi¨®n aeroespacial, tambi¨¦n ha mostrado su entusiasmo por el coche el¨¦ctrico.

A pesar del goteo de anuncios por los fabricantes de autom¨®viles de nuevos modelos de h¨ªbridos (con motores el¨¦ctricos y de gasolina) que ser¨ªan por primera vez enchufables -el ¨²ltimo ha sido precisamente el Chevrolet Volt de General Motors, uno de los tres grandes de Detroit-, parece claro que poco se puede hacer para cambiar de paradigma hacia el coche totalmente el¨¦ctrico sin una acci¨®n concertada bajo el paraguas p¨²blico. Es el modelo de negocio, centrado en una infraestructura de recarga de bater¨ªas conectada por Internet, que ha puesto en marcha Shai Agassi, un antiguo ejecutivo de Silicon Valley fundador de la empresa Better Place, encargada de hacer realidad el plan del Estado de Hawai. Antes, Better Place, que busca -y encuentra- inversores para sus proyectos, ya hab¨ªa llegado a acuerdos para iniciar la electrificaci¨®n del transporte en Dinamarca, en Australia y en Israel, donde pretende llegar a los 500.000 puntos de carga. La primera fase ser¨¢n las flotas de veh¨ªculos, como las de correos y otros servicios.

La escala es un factor clave para que el sistema cuaje. Con pocos coches a cargar no puede funcionar. "Primero hay que poner los coches en el mercado -no tienen que ser perfectos-, y luego preocuparse de c¨®mo cargarlos de una red perfecta", ha comentado Mark Duvall, experto del instituto Electric Power Research, en California.