Un informe alerta de la poca eficacia de las ayudas p¨²blicas a empresas

"Continuar diseminando recursos en actividades maduras en una suerte de lluvia fina que no moleste a nadie no va a ayudar a dinamizar nuestra econom¨ªa". Ese es el diagn¨®stico que desde la universidad realizan varios catedr¨¢ticos en el informe Chaves da econom¨ªa p¨²blica galega, editado por Galaxia. El cap¨ªtulo dedicado a la pol¨ªtica industrial expone claras dudas de que las medidas para el fomento empresarial persigan de forma eficaz los objetivos que predican. "La realidad demuestra un panorama delusorio", se?ala el texto firmado por los catedr¨¢ticos de la Universidad de Vigo Xos¨¦ H. V¨¢zquez, Gloria Caballero y Pilar Pi?eiro. Con medidas intervencionistas que surgen m¨¢s de un "acto de fe" que de la evaluaci¨®n objetiva sobre las posibilidades y la orientaci¨®n de la intervenci¨®n p¨²blica, el texto explica que los pol¨ªticos ignoran muchas veces qu¨¦ ventajas tiene subvencionar determinadas actividades sobre otras, lo que los lleva a olvidarse de aplicar el "rigor de mercado". "Esto explicar¨ªa por qu¨¦ las empresas de referencia gallegas no le deban absolutamente nada a ninguna subvenci¨®n en particular, y s¨ª al esfuerzo y al buen criterio empresarial de sus propietarios y trabajadores".

El Igape tiene 40 l¨ªneas distintas que pueden confundir a las empresas

Los autores parten de la base de que son necesarias las ayudas, "pero no a cualquier precio". Emplear a la Administraci¨®n p¨²blica para "redistribuir subvenciones de empresas y sectores eficientes en empresas y sectores ineficientes es la apuesta m¨¢s segura para fracasar en una econom¨ªa globalizada".

Para dirigir estas cr¨ªticas, los autores han analizado el comportamiento de los tres principales protagonistas del gasto p¨²blico en empresas: el Igape (dependiente de la Conseller¨ªa de Econom¨ªa), la Direcci¨®n Xeral de I+D+i, (Innovaci¨®n) y la Direcci¨®n Xeral de Promoci¨®n do Emprego (Traballo). Y echan la vista atr¨¢s casi diez a?os para concluir que, por ejemplo, las ayudas a la creaci¨®n de empresas se realiz¨® en Galicia prioritariamente en sectores maduros en detrimento de otros innovadores. Lo mismo ha pasado con el papel realizado por el capital riesgo: en el a?o 2004, Xesgalicia s¨®lo dedicaba el 40% de su inversi¨®n a sectores emergentes. En cuanto al momento actual, el trabajo considera que estas conseller¨ªas llevan adelante iniciativas que no parecen estar conectadas. Y en especial se refiere a la l¨ªnea de Traballo para empresas de base tecnol¨®gica, que no acierta en su "resultado final". Otro aspecto puesto de relieve por los profesores de la Universidad de Vigo est¨¢ en el hecho de que se fomenten carreras de ciencias sociales. Creen que as¨ª "es m¨¢s barato satisfacer las demandas localistas de titulaciones que con carreras de ciencias". El problema est¨¢ en que transcurrido el tiempo, los licenciados pasan a ser objeto de programas de empleo por un exceso de titulados en el mercado. Argumentan que incluso algunas ayudas para el fomento del empleo llegan a resultar contraproducentes porque, a la larga, "comprometen la viabilidad de las empresas".

Cap¨ªtulo aparte merece su n¨²mero: "Existen casi 40 l¨ªneas en el Igape, que unidas al resto, pueden generar confusi¨®n". En cuanto a su incidencia, los expertos se?alan que "la ignorancia es tan grande que se dan aberraciones tan in¨²tiles como la de valorar la bondad de una subvenci¨®n en funci¨®n del n¨²mero de solicitudes".

A modo de conclusi¨®n, el informe se?ala que, a pesar de que son muchas las dificultades para acertar "en el contenido, ritmo y frecuencia de las reformas", a Galicia le bastar¨ªa con fijarse en modelos que s¨ª funcionan. Y pone el ejemplo de Catalu?a, que independientemente de sus gobiernos, aglutina en un solo organismo todas las medidas que aqu¨ª realizan varias conseller¨ªas. Tambi¨¦n echan mano del caso irland¨¦s, donde las autoridades tienen claro que el objetivo es mejorar el capital humano y liberalizar su econom¨ªa, lo que les ha abierto las puertas de la inversi¨®n extranjera. "No hay raz¨®n para pensar que Galicia no pueda imitar las mejores pr¨¢cticas", concluyen.