Chicago marca estilo

En Chicago, capital de Illinois, cuna pol¨ªtica de Barack Obama y uno de los Estados m¨¢s corruptos de EE UU -si no el que m¨¢s, seg¨²n el jefe local del FBI-, las cosas se hacen a lo grande, como lo demuestra que tres de sus ¨²ltimos siete gobernadores hayan acabado en la c¨¢rcel. Chicago aporta desde finales del XIX algunas de las mejoras p¨¢ginas de la cr¨®nica negra estadounidense. Una de ellas podr¨ªa ser el intento del gobernador dem¨®crata Rod Blagojevich, detenido brevemente el martes por el FBI, de vender al mejor postor el esca?o dejado vacante por Obama en el Senado federal de EE UU, cuya adjudicaci¨®n es prerrogativa del jefe del Ejecutivo del Estado.

Blagojevich, que lleg¨® al cargo en 2002 prometiendo devolver la ¨¦tica al Estado (su predecesor, el republicano George Ryan, est¨¢ en la c¨¢rcel por cobro de comisiones y fraude) era investigado ya desde 2003 por todo tipo de corruptelas, a pesar de lo cual fue reelegido en 2006. Seg¨²n el sumario inicial del FBI, el gobernador no s¨®lo es un conspicuo perceptor de dinero a cambio de favores pol¨ªticos; se permit¨ªa tambi¨¦n presionar a peri¨®dicos cr¨ªticos, como el Chicago Tribune, en suspensi¨®n de pagos desde esta semana, para que despidiera a editorialistas molestos.

Las aventuras delictivas del gobernador de Illinois, que presumiblemente acabar¨¢n con su carrera -el propio Obama pidi¨® ayer su dimisi¨®n-, no ser¨ªan m¨¢s que un nuevo eslab¨®n en la cadena de un Estado cuya corrupci¨®n pol¨ªtica pervive, entre otros factores, gracias al clientelismo pol¨ªtico que propicia el monopolio hist¨®rico del partido dem¨®crata. Pero en el caso hay un riesgo cierto de contaminaci¨®n para Barack Obama. Aunque el fiscal se ha apresurado a destacar que el asunto nada tiene que ver con el presidente electo, es poco probable que el pr¨®ximo inquilino de la Casa Blanca ignorase del todo las maquinaciones de un gobernador de su propio partido. Y es un hecho que el detenido y Obama han compartido como benefactor econ¨®mico a un empresario inmobiliario, Tony Rezko, recientemente condenado por corrupci¨®n y soborno.

Un Obama a punto de ser entronizado para poner en marcha la regeneraci¨®n de EE UU no puede ser ni parecer indiferente ante acontecimientos que queman. De momento, su jefe de estrategia, David Axelrod, ha rectificado una declaraci¨®n en la que suger¨ªa que el presidente electo y Blagojevich hab¨ªan hablado directamente sobre la famosa vacante en el Senado.