La familia, gracia de Dios
Juan G. Bedoya nos trae a EL PA?S la buena nueva de que nuestros queridos obispos vuelven a convocar a sus huestes a Madrid en defensa de la familia. Pero ?qu¨¦ digo queridos obispos?: m¨¢s a¨²n, prelados dilectos y predilectos porque, para hablar de sus ilustr¨ªsimas, casan mejor estos calificativos -dilectos y predilectos, dos voces cultas, que queridos, una voz popular, que, adem¨¢s, viene del verbo latino quaero, que significa buscar y, por tanto, el queridos podr¨ªa tambi¨¦n interpretarse como, policialmente, buscados-. Con estos ep¨ªtetos de estricta pureza latina -dilecto, predilecto-, Antonio Machado expres¨® su gran afecto por Unamuno en su Poema de un d¨ªa: "Libros nuevos. Abro uno / de Unamuno. / Oh el dilecto, / predilecto / de esta Espa?a que se agita, / porque nace y resucita".
Una vez m¨¢s Madrid se va a agitar, nacer y resucitar porque, dentro de 15 d¨ªas, el 28 de diciembre, la plaza de Col¨®n ser¨¢ el escenario del encuentro de miles de cat¨®licos. El lema de la concentraci¨®n es La familia, gracia de Dios. Ya el a?o pasado, en esta misma plaza, varios cientos de miles de ciudadanos se concentraron convocados con el lema Por la familia cristiana, y los discursos y los gritos contra el Gobierno socialista alcanzaron altas cotas de delirio futbol¨ªstico. En el lema Por la familia cristiana percibimos un atentado contra la l¨®gica de la jerarqu¨ªa comandada por Rouco Varela, que se olvida de que, por ejemplo, es tambi¨¦n familia cristiana la formada por un sacerdote ortodoxo o protestante casado con una mujer con la que suele procrear hijos. ?En la concentraci¨®n del a?o pasado se abogaba, adem¨¢s de por los matrimonios cat¨®licos formados por laicos, por una familia formada por sacerdotes cristianos casados? Pues, si no era as¨ª, si en ese lema no estaban incluidos los sacerdotes de otras iglesias cristianas, que se casan, no ten¨ªan derecho a utilizar ese lema porque, naturalmente, los ortodoxos y los protestantes tambi¨¦n son cristianos. El lema correcto deber¨ªa haber sido algo as¨ª como Por la familia cat¨®lica, apost¨®lica y romana -un lema publicitario, sin duda, un poco largo pero que, a diferencia del anterior, no atenta contra la l¨®gica-. As¨ª, a quienes, llevados por nuestra ingenuidad, y que por eso, err¨®neamente, no abrigamos la menor sospecha por la manipulaci¨®n publicitaria del clero, no nos podr¨ªa inducir a enga?o. Yo, desde luego, estaba convencido de que aquella concentraci¨®n del a?o pasado era una apolog¨ªa de los matrimonios de sacerdotes de otros credos hasta que, hace muy pocos d¨ªas, leyendo Memorias de un exorcista, de Jos¨¦ Antonio Fortea, que me sac¨® el demonio del cuerpo, me dije: "forma -cuando escribo, escribo casi siempre forma e incluso, para ser m¨¢s respetuoso con el pan ¨¢cimo, sagrada forma, y no esa otra palabra m¨¢s o menos sin¨®nima de ampl¨ªsimo uso popular que tanto usa el excelente actor Diego Mart¨ªn en el programa televisivo de La Sexta S¨¦ lo que hicisteis la ¨²ltima semana-; me dije, digo, ?c¨®mo puedes ser tan incauto?, ?c¨®mo puedes pensar que Rouco Varela puede estar a favor del matrimonio de los sacerdotes cuando, como todo el equipo del Vaticano, bas¨¢ndose en delirios, del siglo V, de Agust¨ªn de Hipona, adem¨¢s de ver con horror el sexo y especialmente el sexo del clero, est¨¢, adem¨¢s, desesperado por el matrimonio homosexual, que es un pacto obvio entre demonios machos o diablesas hembras?".
Ahora que se aproxima la Navidad, un acontecimiento que nadie podr¨¢ negar porque la iluminaci¨®n de las calles madrile?as despliega aroma a villancicos, hay que mirar con respeto esta convocatoria de la Conferencia Episcopal. Y, sin faltar, por supuesto, al respeto, hay que hacerle a Rouco Varela una pregunta: ?de verdad que usted cree que la familia es gracia de Dios? ?Es gracia de Dios, por ejemplo, que Alba, la desdichada ni?a tan terror¨ªficamente maltratada en su hogar, haya nacido en una familia? ?No es, por desgracia, con no poca frecuencia, la familia, para decirlo con un c¨¦lebre t¨ªtulo de Fran?ois Mauriac, un nido de v¨ªboras, que genera infinitos sufrimientos a los seres humanos? Aunque, por fortuna, el ser humano es un animal y, por tanto, tambi¨¦n con frecuencia, tiene recursos biol¨®gicos para encontrar placer y, en consecuencia, amar la vida incluso en las circunstancias m¨¢s adversas. Un lema que no podr¨ªa impugnar la l¨®gica, por ejemplo, podr¨ªa ser: "La familia, loter¨ªa de la naturaleza". Y as¨ª es. Hay gente afortunada que nace en una familia con unos padres que sienten y saben expresar el amor por sus hijos y hay gente, como Alba, la desdichada ni?a cuya madre y padrastro son ahora juzgados en los tribunales, que nacen en un infierno familiar que les deja las secuelas m¨¢s graves para el resto de su vida. ?Qui¨¦n no sue?a con ir, el D¨ªa de los Inocentes, a Col¨®n?
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