Otros 'christmas' son posibles

Internet mat¨® a la tarjeta navide?a, tal y como la conoc¨ªamos. Pero no su esp¨ªritu. "Los objetos f¨ªsicos se cargan de energ¨ªa. Cuando alguien se toma la molestia de escribir una postal, meterla en un sobre y enviarla por correo, piensa mucho m¨¢s en el destinatario. Nada que ver con enviar un e-mail deseando feliz Navidad a 200 personas". Lo dice Jack Babiloni (Sergio Cerc¨®s de nacimiento), de 38 a?os y uno de los nueve ilustradores que han participado en un proyecto de la ONG internacional M¨¦dicos del Mundo y de la librer¨ªa madrile?a Democrazy. Una iniciativa que recupera los christmas tradicionales y los moderniza. ?C¨®mo? Con dise?os frescos firmados por artistas j¨®venes, todos libres de motivos religiosos.

Una excentricidad en un mundo donde la norma son los bits y las felicitaciones.com. Las tarjetas navide?as se han convertido en fetiches, en art¨ªculos exclusivos. Forman parte del recuerdo, como los vinilos o las prendas vintage. En la ¨²ltima d¨¦cada, la venta de tarjetas ha ca¨ªdo en picado. Un descenso que se debe a la proliferaci¨®n de felicitaciones virtuales o por tel¨¦fono m¨®vil. La Red es la moda. Unicef maneja datos que asustan: cada a?o, su venta de postales solidarias -una de sus fuentes de ingresos- cae en un mill¨®n de unidades. En M¨¦dicos del Mundo no tienen datos, pero Antonio Bermejo, coordinador de la sede madrile?a, reconoce que el cambio de tendencia les est¨¢ afectando, y mucho. "Se est¨¢ trasformando en una costumbre marginal". Y a?ade: "No quer¨ªamos caer en t¨®picos navide?os como los renos, los reyes magos o el arbolito de Navidad. Ni ilustrar las tarjetas con s¨ªmbolos religiosos. Quer¨ªamos fomentar la solidaridad explicando las acciones de la ONG

[ayuda humanitaria, integraci¨®n, salud] a trav¨¦s de dise?os revolucionarios y modernos".

Es aqu¨ª cuando entra en juego la librer¨ªa Democrazy y su propietario, el segoviano de 38 a?os Juan Carlos Monroy. Este devoto de la ilustraci¨®n, moviliz¨® a la flor y nata del dise?o espa?ol: Jack Babiloni (autor de Todo es felicid¨¤, la pintura que ocupa parte de la fachada de un edificio de 1886 recientemente reformado en la madrile?a calle de Campoamor), el premiad¨ªsimo Santiago Morilla (galardonado, entre otros, con el Best Illustrators Worldwide Luerzer's Archive y dos Best European Comercial Illustration FREISTIL, entre otros), la colombiana afincada en Barcelona Catalina Estrada (c¨¦lebre por sus proyectos coloristas para marcas como Paul Smith, Coca-Cola, Sony Music o Camper), Silvia Prada (colaboradora de revistas como Dazed and confused), Gabriel Moreno, Julio F¨¢lagan, o Mar Hern¨¢ndez, alias Malota. "Me llam¨® la atenci¨®n la idea de M¨¦dicos del Mundo. Me pareci¨® muy cercana, como sus proyectos: luchan por la integraci¨®n de los gitanos, los transexuales o los sin techo, dan asistencia sanitaria a los inmigrantes...", afirma Hern¨¢ndez, de 28 a?os. Su creaci¨®n, La Reina de la Navidad, se acompa?a por un texto sobre la igualdad. La de Santiago Morilla, director de arte y responsable de proyectos editoriales como Retrovisor.com y webs como Mondadientes.com, habla por s¨ª sola: una ni?a a la que se le pone una tirita en la frente. "Comenc¨¦ desgranando lo que significaban M¨¦dicos del Mundo para m¨ª, e indagando en ello llegu¨¦ a conceptos b¨¢sicos como la ternura, el cuidado y la belleza", afirma este madrile?o de 35 a?os.

Hasta el proceso es artesanal: "El dise?o no debe oler a tecnolog¨ªa, no debe basarse en un programa inform¨¢tico", opina Babiloni, madrile?o, quien firma un collage muy na?f, plagado de recortes (con un p¨¢jaro de una revista de ornitolog¨ªa de m¨¢s de 150 a?os).

Las tarjetas se venden en todo el territorio nacional en cajas de nueve postales en Democrazy, en la FNAC y papeler¨ªas. Redondea la iniciativa una exposici¨®n en la librer¨ªa Democrazy hasta el 7 de enero de 2009. Son 32 reproducciones (de 30 - 40), numeradas y serigrafiadas por ocho de los nueve ilustradores.