Nada de nada

El marcador fue generoso con Almer¨ªa y Racing. Si sumaron fue s¨®lo gracias al criterio federativo que recompensa con un punto cualquier empate, por mezquina o generosa que sea la propuesta futbol¨ªstica que gu¨ªa a cada equipo a su conquista. Ayer, ni andaluces ni c¨¢ntabros contrajeron los m¨¦ritos suficientes no ya para ganar, sino para evadirse de un 0-0 que habr¨ªa retratado con mayor rigor lo acontecido, que fue poqu¨ªsimo.

Que los goles los anotaran dos centrales no fue casual: llegaron a bal¨®n parado. El primero lo rubric¨® el argentino Garay, que tras un sutil toque de Munitis conect¨® un zambombazo lejano. Diego Alves no pudo hacer otra cosa que no fuera adornar la instant¨¢nea. El segundo, un vole¨®n menos fotog¨¦nico, lo enganch¨® Acasiete a la salida de un c¨®rner mal despejado por Colsa y peor gestionado por To?o, timorato a la hora de imponer su jerarqu¨ªa en el ¨¢rea chica.

Tras encadenar tres derrotas, el Almer¨ªa se expon¨ªa a caer al descenso por primera vez desde su regreso a Primera. Llamada a filas, la parroquia local fue esta vez condescendiente con su equipo. No hubo gritos contra Gonzalo Arconada. La grada la tom¨® con el ¨¢rbitro, Rodr¨ªguez Santiago, cuyo criterio a la hora de echarse la mano al bolsillo result¨® tan desconcertante como democr¨¢tico.

Pese a desplegar todo su arsenal ofensivo, el Almer¨ªa confundi¨® su plan de ataque. Aline¨® dos interiores zurdos, pero busc¨® siempre la banda derecha, y a pierna cambiada las incursiones de Crusat y Piatti mor¨ªan por la l¨ªnea de fondo. Cuando percuti¨® por la izquierda, ya en la segunda mitad, forz¨® el empate y una expulsi¨®n, la de Lacen, que parad¨®jicamente activ¨® a su rival.