Las v¨ªctimas del enga?o se movilizan para recuperar las inversiones
El proceso penal contra el financiero neoyorquino puede durar m¨¢s de tres a?os
Lecci¨®n n¨²mero uno: ning¨²n inversor es especial. Lecci¨®n n¨²mero dos: hay que entender bien d¨®nde se juega el dinero. El esc¨¢ndalo financiero protagonizado por Bernard Madoff, considerado ya como el mayor de los destapados en Wall Street, volvi¨® a recordar las dos reglas de oro para evitar disgustos. Ahora, las adineradas v¨ªctimas del masivo fraude, que podr¨ªa rondar los 50.000 millones de d¨®lares (37.470 millones de euros), empiezan a preparar demandas para recuperar el dinero que le confiaron.
Est¨¢ previsto que Madoff acuda el viernes a mediod¨ªa a los tribunales en Nueva York para escuchar las alegaciones que presentar¨¢ contra ¨¦l, por la v¨ªa civil, la autoridad reguladora del mercado burs¨¢til (Securities and Exchange Commission- SEC), que tambi¨¦n est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n por no haber detectado el fraude. En paralelo, el Departamento de Justicia llevar¨¢ adelante su causa penal. El proceso, seg¨²n los expertos, podr¨ªa durar entre tres y cinco a?os antes de que se llegue a una resoluci¨®n.
Lo m¨¢s inmediato para los inversores que pusieron sus fortunas en manos del reputado gestor de fondos es que la SEC confirme qu¨¦ cantidad de dinero desapareci¨® y congele lo que queda en las cuentas. Pero hay pocas esperanzas de recuperarlo. Madoff comunic¨® a los reguladores que su firma contaba con cerca de 25 clientes. Conforme pasan los d¨ªas, la lista se agranda y podr¨ªa superar f¨¢cilmente los varios centenares, o incluso el millar.
Entre los potentados clientes del infame gur¨² de Wall Street se encuentran nombres tan conocidos como el de los magnates Fred Wilpon, Norman Braman y Ezra Merkin, o el de organizaciones caritativas relacionadas con la comunidad jud¨ªa como Robert Lappin o Julian Levitt Foundation. Hay grandes instituciones financieras y hedge funds (fondos especulativos). Y se teme que las p¨¦rdidas afecten al bolsillo del m¨¢s com¨²n de los inversores, como los del fondo de pensiones de Fairfield (Connecticut).
Los despachos de abogados especializados en este tipo de fraudes empiezan a recibir llamadas de clientes de Madoff, buscando asesor¨ªa legal. Son, sobretodo, individuos con un alto poder adquisitivo, que dicen haber actuado de buena fe. Y tambi¨¦n fondos que temen por el destino del dinero para los jubilados. Estas demandas se construir¨¢n sobre la base de que los clientes de Madoff nunca recibieron la informaci¨®n que deb¨ªan sobre el estado financiero de la firma.
Las audiencias preliminares est¨¢n fechadas para el 12 de enero. Pero pasar¨¢n a?os hasta que los afectados por la trama puedan recuperar, aunque sea, una fracci¨®n de la inversi¨®n. Los despachos de abogados prometen agresividad a la hora de llevar adelante la causa, pero los expertos en este tipo de litigios advierten de que la dificultad no est¨¢ tanto en probar la culpabilidad de Madoff en el fraude sino en conseguir que firme el cheque con el dinero de vuelta.
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