"Las farmac¨¦uticas a¨²n nos ven como vendedores de pastillas"
Miguel Beato (Salamanca, 1939) dirige el Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica (CRG) en el Parque de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Barcelona (PRBB). Tras pasar 27 a?os investigando en Alemania, volvi¨® a Espa?a en el a?o 2000 para crear este centro. Este a?o ha recibido el premio de la Fundaci¨®n Catalana para la Investigaci¨®n y la Innovaci¨®n (FCRI), no s¨®lo por su labor como investigador en biolog¨ªa molecular, sino tambi¨¦n por haber implantado en el CRG un modelo de gesti¨®n que le ha permitido saltarse la burocracia y movilizar talento y recursos. Creado en 2000, con participaci¨®n de la Universidad Pompeu Fabra y del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, el CRG es una fundaci¨®n privada, sin funcionarios y con libertad para gestionar su presupuesto. De los 300 investigadores que trabajan en el CRG, la mitad son extranjeros, de 30 nacionalidades diferentes. Su objetivo es ahora conseguir m¨¢s capital privado para la investigaci¨®n.
"La inversi¨®n en investigaci¨®n b¨¢sica es la m¨¢s rentable a medio plazo"
Pregunta. Su trabajo se orienta a descubrir los genes que intervienen en diferentes enfermedades y que son posibles dianas terap¨¦uticas, en las que despu¨¦s podr¨¢n invertir las farmac¨¦uticas. ?Cuentan con su apoyo?
Respuesta. Las grandes farmac¨¦uticas son aut¨¦nticos gigantes que gestionan presupuestos equivalentes a los de muchos pa¨ªses, y les cuesta mucho innovar. Creo que las peque?as biotecs juegan un importante papel a la hora de innovar.
P. Su centro trabaja para crear su propia biotec ?Encuentra socios?
R. Nos tenemos que ir fuera porque aqu¨ª no los encontramos. La industria farmac¨¦utica local no tiene potencia para generar un medicamento nuevo. Pueden hacer peque?os cambios sobre una f¨®rmula que ya existe, pero no inventar, porque cuesta mucho dinero. Si se fusionasen todas, quiz¨¢s. Nosotros estamos trabajando con compa?¨ªas inglesas y americanas, pero para conseguirlo hay que ir directamente a sus oficinas centrales, en Basilea, Boston o Londres. Estas empresas ven a sus propios representantes en Espa?a como potenciales fabricantes, empaquetadores y vendedores de p¨ªldoras, pero no como interlocutores. Si vamos por esa v¨ªa, no tenemos nada que hacer.
P. ?Y la v¨ªa directa, funciona?
R. Las farmac¨¦uticas est¨¢n trabajando con el MIT, con la Universidad de Harvard, con el London Research Center..., centros que llevan a?os produciendo ideas y premios Nobel. Nosotros ya estamos publicando en Nature y en otras revistas de referencia, pero tenemos que continuar haci¨¦ndolo durante muchos m¨¢s a?os, hasta lograr un verdadero descubrimiento.
P. En el CRG tambi¨¦n est¨¢n creando una fundaci¨®n. ?Encuentran mecenas en Espa?a?
R. Aqu¨ª s¨®lo consiguen inversiones privadas los investigadores que tienen pacientes, los hospitales. Pero a nadie se le ocurre invertir en un centro de investigaci¨®n b¨¢sica, ni siquiera quien no sabe qu¨¦ hacer con el dinero. Sin embargo, la investigaci¨®n b¨¢sica es la inversi¨®n que da m¨¢s frutos a medio plazo, porque es de donde realmente sale una idea que puede dar lugar a cien aplicaciones. Junto con el CNIO, con Mariano Barbacid, vamos a crear una nueva fundaci¨®n para la investigaci¨®n en c¨¢ncer. Queremos motivar a la gente y que se den cuenta de que invertir en investigaci¨®n tambi¨¦n es una responsabilidad ciudadana.
P. Pero ya existen otras asociaciones que recaudan fondos para el c¨¢ncer.
R. La Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer s¨®lo dedica el 8% de sus recursos a investigaci¨®n b¨¢sica, mientras que nuestra fundaci¨®n dedicar¨ªa el 100%.
P. El CRG abri¨® sus puertas en 2002. ?En qu¨¦ punto de madurez se encuentra?
R. Todo es todav¨ªa muy joven y fr¨¢gil. Para ser competitivos, seis a?os de investigaci¨®n b¨¢sica no es nada, comparado con los 100 que llevan los buenos centros de Reino Unido. A¨²n se sabe poco sobre el genoma, pero la tecnolog¨ªa es muy potente y todo avanza muy r¨¢pido. Es el momento: o lo hacemos nosotros o lo har¨¢n otros.
"Somos una f¨¢brica de cient¨ªficos excelentes"
Evaluaci¨®n y excelencia. ?sos son los dos pilares del Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica (CRG) creado en 2002 en Barcelona por Miguel Beato. Tras su experiencia en Alemania, el cient¨ªfico ten¨ªa claro lo que quer¨ªa: "Nuestro modelo es el EMBL de Heidelberg, que lleva 20 a?os funcionando. Somos una f¨¢brica de cient¨ªficos excelentes, en la que no pueden quedarse m¨¢s de cinco a?os. Sus resultados y objetivos se eval¨²an continuamente. Si no tuvi¨¦semos esa normativa no podr¨ªamos renovarnos para avanzar".
Beato es consciente de que se trata de una apuesta atrevida en el panorama cient¨ªfico espa?ol. "Realmente no encaja ni con el modelo espa?ol, ni con el italiano, ni con el griego, porque la mentalidad es asentarse. S¨®lo encaja con los pa¨ªses al norte de Par¨ªs. Pero la sociedad espa?ola est¨¢ cambiando. Soy consciente de que en un contexto puramente espa?ol este modelo no funcionar¨ªa. Ahora vivimos en gran parte de reclutar investigadores extranjeros. A los espa?oles a¨²n les cuesta aceptarlo porque temen encontrarse sin nada al acabar. Pero lo cierto es que nuestra gente buena tiene ofertas de otros centros. En Barcelona ya hay una lucha por los excelentes cient¨ªficos".
Para conseguir el nivel de excelencia, cada investigador senior dedica "un 15% de su tiempo". "Ponemos anuncios en Nature, los enviamos a centros punteros, y vamos a los congresos con los ojos abiertos. Luego, para evaluar a los candidatos nos estamos d¨ªas y d¨ªas", explica.
Nadie escapa al sistema de control. "A m¨ª me evaluaron el a?o pasado. Tengo 69 a?os y me dieron el visto bueno para cinco m¨¢s. Si todo va bien, hasta los 74 no me vuelven a evaluar, pero creo que empieza a ser momento de retirarme. La renovaci¨®n es buena y a partir de 2010 empezaremos a buscar sucesor. 2012 ser¨¢ momento de irse".
Antes de ello, se plantea un reto: "Cada vez tenemos menos mujeres en el equipo. Son s¨®lo siete de los 28 jefes de grupo. Entre los estudiantes hay m¨¢s mujeres que hombres, pero conforme avanza la edad biol¨®gica la cifra se invierte. Tenemos que montar una guarder¨ªa".
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