"Los cl¨¢sicos siguen contando hoy lo esencial"
Dicen quienes lo conocen que Carlos Garc¨ªa Gual es uno de los contados sabios que todav¨ªa existen. Y no s¨®lo se refieren a que sepa de muchas cosas, y que todas las conozca bien, algunas incluso con extrema erudici¨®n, sino que es sabio porque conserva intacta la ¨ªntima conexi¨®n que existe entre sus m¨²ltiples saberes y la vida. Quiz¨¢ todo eso le venga de muy lejos, de su familiaridad con los cl¨¢sicos, de su trato frecuente con todos aquellos que en el mundo antiguo inventaron hace muchos siglos nuevas maneras de contar, descubrieron la filosof¨ªa o se aventuraban con las ciencias para transformar las cosas.
Es tal el conocimiento de aquellas lejanas ¨¦pocas de este catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Cl¨¢sica de la Universidad Complutense de Madrid que habla de Hip¨®crates y Eucl¨ªdes como si fueran sus vecinos. Son dos de los nombres que surgen durante la consulta del men¨². "Se da una curiosa paradoja", comenta Garc¨ªa Gual, "cada vez se editan m¨¢s cl¨¢sicos en colecciones de bolsillo, lo que significa que se leen, y mientras tanto los planes del Gobierno conducen a la decadencia en el estudio de los cl¨¢sicos".
Impulsa desde hace 30 a?os la biblioteca que lleva rescatando a griegos y romanos
Hace ya mucho, en las primeras d¨¦cadas del pasado siglo, Ortega y Gasset defendi¨® la necesidad para una cultura que se preciara de tener traducidos en su lengua a todos los cl¨¢sicos griegos y romanos. Carlos Garc¨ªa Gual ha compartido esa idea y se ha embarcado en ese af¨¢n, en el que a¨²n sigue, y este a?o se celebran los 30 a?os de la biblioteca que la editorial Gredos ha dedicado a los cl¨¢sicos. ?l ha sido uno de los grandes impulsores del proyecto. Traducciones muy cuidadas, introducciones transparentes, notas e ¨ªndices. Mucho rigor, pero sobre todo una permanente invitaci¨®n a la alegr¨ªa del conocimiento. Y no hay mejor manera de celebrarlo que tirarse encima la tinta de los (excelentes) linguine.
La responsabilidad del percance seguramente hay que atribuirla a lo que cuenta Garc¨ªa Gual. Uno est¨¢ con la boca abierta y, a pesar de todo, el bocado termina en la camisa. En la primera d¨¦cada del siglo XX ya hubo una iniciativa, de Men¨¦ndez Pelayo, de llevar los cl¨¢sicos al lector espa?ol y su proyecto lleg¨® a los cien t¨ªtulos. El de Gredos ha superado las 350 obras. Han aparecido los autores indiscutibles, pero el desaf¨ªo es descubrir a los menos conocidos. "Ah¨ª est¨¢ Pseudo Cal¨ªstenes, por ejemplo, que se dedic¨® a contar la vida y las haza?as de Alejandro Magno", explica. "Escribi¨® en el siglo III en Egipto y el libro es una aut¨¦ntica novela, muy divertida, llena de viajes, como el que hizo al cielo montado en un carro tirado por grifos. O su descenso al oc¨¦ano en ?una bola de cristal!".
"Siempre se ha le¨ªdo mucho La Odisea, que cuenta con legiones de entusiastas, pero lo que importa es entrar en los cl¨¢sicos poco a poco. La riqueza de Herodoto, la fuerza de S¨®focles, la sabidur¨ªa de Plat¨®n: es necesario romper a veces con esa enloquecida din¨¢mica de prisas porque urge pararse a pensar un poco", dice Garc¨ªa Gual. "Y en los cl¨¢sicos est¨¢ lo esencial, los grandes conflictos del hombre, sus dolores y esperanzas. Adem¨¢s, Grecia y Roma son parte fundamental del imaginario europeo. Siguen siendo imprescindibles para entendernos mejor a nosotros mismos".
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