La crisis amenaza las reformas en China
Los chinos protestan contra el paro 30 a?os despu¨¦s de la apertura de Deng Xiaoping
Un d¨ªa como hoy, hace 30 a?os, comenz¨® en Pek¨ªn el Tercer Pleno del 11? Comit¨¦ Central del Partido Comunista Chino (PCCh), liderado por Deng Xiaoping. China acababa de dejar atr¨¢s la tr¨¢gica Revoluci¨®n Cultural, el movimiento lanzado por Mao Zedong en 1966 para avivar el esp¨ªritu revolucionario y deshacerse de sus rivales pol¨ªticos, y que s¨®lo termin¨® con su muerte, en 1976. El 22 de diciembre, finalizaba el c¨®nclave de cinco d¨ªas, y Pek¨ªn iniciaba el proceso de Reforma y Apertura, la mayor transformaci¨®n econ¨®mica y social que ha vivido un pa¨ªs en la historia de la humanidad. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, China se encuentra en un momento crucial, y afronta grandes desaf¨ªos, acrecentados por la actual crisis econ¨®mica, bajo el Gobierno ¨²nico de un PCCh aferrado al poder.
El desarrollo a cualquier precio ya no vale en la cuarta econom¨ªa mundial
Durante estos a?os, China ha alcanzado unos logros econ¨®micos y sociales extraordinarios, que han recibido el aplauso internacional: se ha convertido en la cuarta econom¨ªa mundial (el PIB ha crecido a una media anual del 9,7%), ha establecido su poder¨ªo diplom¨¢tico y ha sacado a cientos de millones de personas de la pobreza, aunque de sus 1.350 millones de habitantes, 318 millones a¨²n viven con menos de un euro por persona y d¨ªa.
Pero el modelo de desarrollo a cualquier precio ya no vale, seg¨²n aseguran los actuales dirigentes, liderados por el presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, porque las desigualdades sociales han alcanzado cotas sin precedentes, la corrupci¨®n est¨¢ muy extendida, y la degradaci¨®n medioambiental es muy grave. La renta per c¨¢pita mensual en las zonas urbanas ascendi¨® a 1.148 yuanes (117 euros) el a?o pasado, 3,3 veces m¨¢s que la del campo, y la diferencia no cesa de aumentar. Cuando llegaron al poder, en octubre de 2002, Hu y Wen hicieron de la defensa de los m¨¢s desfavorecidos su prioridad, y fijaron como objetivo disminuir la brecha entre ricos y pobres.
En aquella hist¨®rica reuni¨®n de 1978, el PCCh enterr¨® "la lucha de clases como pol¨ªtica central", y adopt¨® una serie de reformas econ¨®micas, conocidas como Las cuatro modernizaciones, que contemplaban la agricultura, la industria, la ciencia y la tecnolog¨ªa, y el Ej¨¦rcito. El pragm¨¢tico Deng lanz¨® as¨ª una era de cambios, que siguen hoy en marcha, bajo el paraguas de lo que denomin¨® "el socialismo con caracter¨ªsticas chinas". Adopt¨® mucho del capitalismo occidental y, para frenar el debate ideol¨®gico, lanz¨® la famosa frase: "Qu¨¦ m¨¢s da que el gato sea blanco o sea negro, lo importante es que cace ratones".
La nueva revoluci¨®n comenz¨® en el campo, donde se dio marcha atr¨¢s a la colectivizaci¨®n de la tierra y las comunas, pero r¨¢pidamente se extendi¨® a las ciudades, y se pusieron en marcha las primeras zonas econ¨®micas especiales. Asegurar estos cambios radicales requer¨ªa estabilidad pol¨ªtica, y el PCCh continu¨® gobernando con mano de hierro, como demostr¨® la violenta represi¨®n de las manifestaciones de 1989.
La actual crisis econ¨®mica mundial ha puesto de manifiesto algunos de los puntos d¨¦biles del modelo chino, entre ellos, la falta de un sistema de seguridad social o la precariedad del sistema sanitario. Miles de f¨¢bricas han cerrado en las ¨²ltimas semanas, y sus trabajadores se han quedado en el paro, debido a la ralentizaci¨®n de la demanda extranjera, lo que ha dado lugar a un n¨²mero creciente de protestas. Pek¨ªn ha tomado medidas tajantes para insuflar ox¨ªgeno a la econom¨ªa, como fuertes bajadas de los tipos de inter¨¦s y un plan financiero por valor de 425.000 millones de euros hasta 2010. La p¨¦rdida de empleos representa uno de los mayores desaf¨ªos para el PCCh, que durante estos 30 a?os ha buscado legitimarse en el poder, en buena medida, gracias al fuerte crecimiento del pa¨ªs.
El Diario del Pueblo, ¨®rgano del partido, afirmaba ayer que China se enfrenta a la dif¨ªcil tarea de mantener la paz social ante la situaci¨®n econ¨®mica. Pek¨ªn ha dado orden a los gobiernos provinciales de que abran v¨ªas de di¨¢logo con los manifestantes.
Hoy, pr¨¢cticamente todos los hogares chinos tienen televisi¨®n, y, en las ciudades, lavadora, algo raro hace tres d¨¦cadas; 15 millones de familias poseen coche particular, y muchas son propietarias de su vivienda. Pero por el lado de las reformas pol¨ªticas, ha habido pocos avances. El Partido Comunista sigue anclado al poder, ya que sus dirigentes consideran que es la mejor garant¨ªa para que China contin¨²e el proceso de desarrollo. Adem¨¢s, las violaciones de los derechos humanos siguen siendo continuas, y la disidencia es reprimida con dureza. El Gobierno replica que el primer derecho humano es poder comer y que la situaci¨®n ha mejorado mucho en estos a?os.
Hu Jintao ha prometido una mayor participaci¨®n ciudadana en los asuntos pol¨ªticos para 2020, a?o que ha fijado para lograr una "sociedad moderadamente acomodada". Para 2025, China habr¨¢ superado a Jap¨®n como segunda potencia econ¨®mica del mundo, seg¨²n el Consejo Nacional de Inteligencia de EE UU, que advierte: "Pocos pa¨ªses est¨¢n preparados para tener m¨¢s impacto en los pr¨®ximos 15 o 20 a?os que China".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.