Los Estados Unidos de Europa, reinventados
Hace 25 a?os, en diciembre de 1983, el peri¨®dico franc¨¦s Le Monde public¨® una entrevista con el historiador Fernand Braudel sobre la identidad europea. Llevaba por t¨ªtulo Il faut r¨¦inventer les Etats-Unis d'Europe. Espa?a a¨²n tardar¨ªa tres a?os en ingresar en la Uni¨®n, entonces compuesta por diez Estados miembros: Alemania, B¨¦lgica, Dinamarca, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Pa¨ªses Bajos, Reino Unido y Grecia. Yo llevaba un a?o de alcalde y miraba hacia Europa con las mismas esperanzas que Braudel evocaba. Mi amigo norteamericano residente en Brasil, Norman Gall, al frente hoy de la Fundaci¨®n Braudel, y casado con una catalana, me sigue informando por Internet a¨²n hoy de lo que por el mundo sucede. Gall, como el propio Braudel, es uno de los pocos humanistas globales que no hacen simplemente el rid¨ªculo, sino que, como decimos en catal¨¢n, hi toquen: que entienden de qu¨¦ va la cosa.
Frente a la crisis se necesita m¨¢s Europa, no un regreso al individualismo estatal
Falta un liderazgo al servicio de la idea de la Europa de los ciudadanos
Braudel en 1983 explicaba la identidad europea desde la cultura europea, entendida como una y plural, como hecho compartido.
Lo ejemplificaba diciendo que un franc¨¦s situado en Italia, Rusia, Polonia o Alemania, no se siente extranjero; que las sensaciones experimentadas son reconocibles y con referentes hist¨®rico-culturales comunes. A diferencia de lo que le ocurrir¨ªa en pa¨ªses como la India o China, donde te sientes desorientado, distinto de verdad.
Cada pa¨ªs europeo representa una Europa particular, dec¨ªa Braudel. En aquel momento describ¨ªa la Uni¨®n como ¨²nicamente econ¨®mica, y por tanto muy beneficiosa, fundamental, pero no a¨²n la Europa unida que ¨¦l, yo y sin duda mucha gente so?amos. La Europa unida y popular (del pueblo) necesitaba una base donde desarrollarse. Era preciso que sus gentes viviesen y circulasen libres por el continente. Para ello, conclu¨ªa en su reflexi¨®n, para construir la Europa cultural y ciudadana, hac¨ªan falta varias cosas: una estructura pol¨ªtica, un Gobierno Europeo, un Parlamento Europeo con mayores poderes y una defensa europea com¨²n. Ya entonces dec¨ªa que un pa¨ªs europeo solo no pod¨ªa hacer frente a los retos que se le presentaban. Hac¨ªa falta reinventar los Estados Unidos de Europa. ?Qu¨¦ ha pasado desde entonces, d¨®nde estamos, hacia d¨®nde vamos como Europa?
La Uni¨®n Europea la formamos 27 Estados miembro y a¨²n aspiran a entrar m¨¢s pa¨ªses europeos. Tenemos un Parlamento Europeo e instituciones comunitarias que representan, res-pectivamente, a los ciudadanos y a los Estados miembro. Tenemos un Mercado ?nico y una Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria, con la adopci¨®n en 2002 del euro como moneda ¨²nica, realidad consolidada ya hoy. Tenemosmoneda, bandera y un himno, la parte coral de la Novena sinfon¨ªa, de Beethoven, cuya letra, de Schiller, tradujo mi abuelo Joan Maragall al catal¨¢n: Joia que ets dels cels guspira / engendrada dalt del cel. Tenemos la libre circulaci¨®n. Tenemos incluso un Comit¨¦ de las Regiones, que me honr¨¦ en presidir durante dos a?os y vicepresidir otros dos.
?Qu¨¦ m¨¢s hace falta para ser realmente los Estados Unidos de Europa? Quiz¨¢s una selecci¨®n nacional europea de f¨²tbol, que podr¨ªa ganar incluso a Brasil (sobre todo si nos dejaran poner a Messi en el equipo, aunque con Henry y alg¨²n otro de sus compa?eros tendr¨ªamos bastante). Hemos intentado establecer una Constituci¨®n, pero las dificultades propias de ser tantos y tan distintos a la hora de ponernos de acuerdo la han frustrado, llev¨¢ndonos al Tratado de Lisboa. A pesar del no irland¨¦s, de momento.
Son grandes y notables ¨¦xitos comunes. Pero seguimos lejos de los Estados Unidos de Europa que Braudel defend¨ªa 25 a?os atr¨¢s.
Hace un a?o un mandato del Consejo Europeo, encarg¨® un informe sobre el rumbo y los objetivos de la Uni¨®n de cara al horizonte de los a?os 2020 a 2030 a un Consejo de Sabios o grupo de reflexi¨®n sobre el futuro, formado por personalidades de reconocido prestigio pol¨ªtico y acad¨¦mico y presidido por Felipe Gonz¨¢lez. El informe debe estar listo en junio de 2010 (aunque Felipe ya ha anunciado que intentar¨¢ que sea antes), pero el mandato citado especifica que el grupo no deber¨¢ abordar cuestiones institucionales, sino trabajar en el marco que establece el nuevo Tratado de Lisboa. 2010, 2020, 2030... Europa es compleja y por ello lenta. El mundo no va al mismo ritmo. El mundo va r¨¢pido, los ritmos econ¨®micos exigen respuestas inmediatas. Los conflictos internacionales y sus v¨ªctimas no pueden esperar m¨¢s.
Como subrayaba Llu¨ªs Bassets hace unos d¨ªas, cada Gobierno se ha vuelto hacia su Estado. La Alemania de Merkel parece paralizada a nivel europeo por sus problemas internos. Si el pa¨ªs del himno no est¨¢ por la labor, ya me dir¨¢n.
Quiz¨¢s haya tambi¨¦n un problema de liderazgo, en el mundo y en Europa. Sanguinetti publicaba, tambi¨¦n en este peri¨®dico, un art¨ªculo en ese sentido. Falta un liderazgo al servicio de una idea, la idea de la Europa Com¨²n, donde los ciudadanos, recuperando a Braudel, seamos libres e iguales, cada cu¨¢l con su acento y sus manifestaciones culturales, hermanas y distintas.
Hacia esta direcci¨®n remaba el plan de Bolonia para conseguir un espacio europeo de educaci¨®n superior ¨²nico y homologable, con universitarios y despu¨¦s profesionales europeos de verdad, circulando y ejerciendo libremente por toda Europa.
Animo a nuestros l¨ªderes y pensadores a que aceleren el ritmo de la construcci¨®n europea. A Felipe y su grupo de reflexi¨®n a que no espere a 2010, a que levante la bandera europea bien alta y proponga medidas de presente. La crisis puede ser una muy buena oportunidad.
Recientemente me he adherido, junto al mismo Felipe Gonz¨¢lez, Prodi, Santer y otros destacados l¨ªderes europeos, a una declaraci¨®n promovida por una asociaci¨®n de la que formo parte, N?tre Europe, fundada por mi maestro europeo, Jacques Delors.
Se titula Face ¨¤ la crise, un besoin d'Europe. En ella se apela a la necesidad de m¨¢s Europa para afrontar la crisis econ¨®mica. Al final de la declaraci¨®n proponemos que para las pr¨®ximas elecciones al Parlamento Europeo (junio de 2009) cada familia pol¨ªtica europea presente un candidato a presidente de la Comisi¨®n Europea, y que estos candidatos debatan entre s¨ª, ofreciendo directamente a los ciudadanos europeos la oportunidad de conocer sus visiones e ideas y dando mucha m¨¢s visibilidad y proximidad a los que nos representan en Europa. Ser¨ªa un paso m¨¢s. Decisivo.
Pasqual Maragall i Mira, ex presidente de la Generalitat de Catalu?a y del Comit¨¦ de las Regiones.
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