El velo oscuro de Chechenia
Siete mujeres han sido asesinadas a tiros por no acatar la estricta moral isl¨¢mica
Siete mujeres fueron asesinadas de un tiro en la nuca o en el pecho a fines de noviembre en Grozni, la capital de Chechenia, y sus alrededores. Las autoridades de esta rep¨²blica rusa castigada por la guerra han reaccionado con indiferencia o desprecio por las v¨ªctimas y comprensi¨®n de los supuestos motivos de los criminales. Los verdugos, presuponen, actuaron de acuerdo con las costumbres chechenas, seg¨²n las cuales las "mujeres de vida disipada" son ajusticiadas por sus parientes. Pero defensores de derechos humanos locales advierten de que las misteriosas muertes no tienen que ver con sus tradiciones, porque la "reparaci¨®n del honor mancillado" jam¨¢s fue p¨²blica, sino que se ejecuta en el c¨ªrculo familiar. A la culpable se la hace desaparecer (muerte o destierro) y nadie vuelve a mencionarla.
El presidente Kad¨ªrov reinterpreta el islam en la regi¨®n separatista rusa
En Grozni, las mujeres temen salir solas al anochecer, pese al cegador alumbrado de la ciudad reconstruida. Los rumores proliferan. Para la mayor¨ªa, los cr¨ªmenes son una advertencia contra el comportamiento liberal de las mujeres en una sociedad sometida al capricho de su presidente, Ramz¨¢n Kad¨ªrov. Una de las versiones, recogida por el diario N¨®vaya Gazeta, los considera como la venganza de uno de los comandantes de Kad¨ªrov, supuestamente "contagiado de sida en una org¨ªa sexual".
"Seg¨²n nuestras costumbres si una mujer lleva una vida disipada, si se acuesta con un hombre, entonces los matan a los dos", afirmaba esta semana Kad¨ªrov, a los corresponsales que le interpelaban frente a la mezquita de Grozni. Construida con m¨¢rmoles y detalles de oro, el local, inaugurado en octubre, tiene 36 l¨¢mparas de cristal de Swarovski y capacidad para 12.000 fieles.
De forma algo deslavazada, Kad¨ªrov explicaba que, seg¨²n sus informaciones, las mujeres asesinadas hab¨ªan obtenido sus pasaportes para ir a trabajar en burdeles del extranjero. Chechenia no se rige por la ley isl¨¢mica, que supondr¨ªa la lapidaci¨®n o apaleamiento de la transgresora, dec¨ªa. "Estamos contra la ley isl¨¢mica desde los tiempos de Ishkeria
[nombre de la Chechenia independentista de los noventa]. Pero tenemos esas costumbres. Pregunte a cualquier ni?o que har¨ªa si su hermana llevara una vida disipada, y el m¨¢s peque?o, le dir¨¢ que la matar¨ªa", se?alaba.
Kad¨ªrov, reci¨¦n llegado de su peregrinaci¨®n a La Meca, dice no ser partidario de tales m¨¦todos. "Para m¨ª, como musulm¨¢n, es una ofensa que mataran a mujeres y tambi¨¦n es una ofensa que haya tales mujeres", manifestaba. La soluci¨®n est¨¢ en "educar a la hermana y a la hija desde la infancia para que ni se les ocurra... La mujer debe tener hijos y educar de forma digna a las nuevas generaciones".
"Los cr¨ªmenes fueron demostrativos y no tienen nada que ver con las tradiciones", explica Natalia Istim¨ªrova, de la organizaci¨®n Memorial. Seg¨²n Istim¨ªrova, entre las muertas hab¨ªa dos madres de familia trabajadoras. En agosto, Natalia envi¨® a su hija de 14 a?os a estudiar fuera de Chechenia. Istim¨ªrova fue expulsada del consejo de organizaciones sociales de Kad¨ªrov por negarse a acatar la orden de cubrirse la cabeza.
El Estado est¨¢ separado de la religi¨®n en Rusia, pero Kad¨ªrov, hijo de un muft¨ª asesinado, ha convertido de hecho el islam en la religi¨®n oficial de su territorio. "En Chechenia, todos somos musulmanes al cien por cien y el islam florece", afirma. "Tenemos la forma tradicional del islam que nos legaron nuestros mayores", agrega. En la rep¨²blica se cultivan varias corrientes suf¨ªes y existen un millar de mezquitas, seg¨²n Isa Bank¨²rov, vicemuft¨ª de la mezquita de Grozni.
En el marco de un programa para el "renacimiento espiritual y moral" de Chechenia, Kad¨ªrov orden¨® hace dos a?os a las mujeres cubrirse el cabello. Ahora, todas llevan pa?uelo, ya sea en la cabeza o en el bolso... Servicios de seguridad, integrados en parte por ex guerrilleros escasamente escolarizados, les impiden acceder con la cabeza descubierta a los edificios oficiales, incluida las compa?¨ªas de gas y electricidad. Al principio, los guardias incluso les daban empellones o las agarraban del pelo, afirman varias mujeres cuyo nombre no se cita por su propia seguridad. "Ahora nos hemos adaptado", se?ala una de ellas, mientras come en un restaurante japon¨¦s, uno de los locales que muestran el impresionante cambio f¨ªsico de Grozni. De las ruinas ha surgido una nueva ciudad, con plazas y jardines, teatros, tiendas e incluso una avenida dedicada a Vlad¨ªmir Putin, el jefe del Gobierno ruso. La mezquita es la imagen de la nueva Grozni en sustituci¨®n del bombardeado palacio de Dud¨¢iev, ex sede del gobierno independentista.
La guerra se ha transformado en episodios aislados, atentados u operaciones policiales en las cuales, seg¨²n datos del Ministerio del Interior, han sido exterminados 61 guerrilleros y detenidas 326 personas desde principios de a?o. La violencia y las desapariciones han disminuido, pero no se puede hablar a¨²n de normalizaci¨®n. Los j¨®venes siguen ech¨¢ndose al monte para unirse a la guerrilla, y las autoridades federales siguen considerando a la rep¨²blica como zona de operaciones contraterroristas. En Chechenia viven 1,2 millones de habitantes, y el paro, el mayor de Rusia, afecta al 65,3% de la poblaci¨®n activa.
En Grozni, se est¨¢n clausurados los viejos mercados que daban a las mujeres la posibilidad de ganarse algunos rublos, pese a la protesta organizada de las vendedoras, para las cuales resulta prohibitivo el arriendo de puestos en un lujoso mercado central. Kad¨ªrov ha tenido dinero para iluminar fastuosamente Grozni, pero no para compensar a los que durante la guerra perdieron sus viviendas, situadas en el solar donde se edificar¨¢ la sede del Gobierno y la residencia del presidente. Varios de los afectados han acudido a los tribunales, lo que en Chechenia, es una muestra de hero¨ªsmo o de ingenuidad.
Los pa?uelos vuelven a las aulas
La Universidad Estatal de Chechenia (financiada con el presupuesto ruso) oblig¨® a todas las estudiantes a ponerse el pa?uelo en la cabeza en el marco de la campa?a para el "renacimiento espiritual y moral" impulsado por Kad¨ªrov. "Les exigimos que lleven pa?uelo para que en la universidad tenga un rostro checheno", afirma el vicerrector Majmud Kir¨ªmov. La universidad tiene 14.000 estudiantes, de los cuales el 55% son mujeres y las rusas, que son muy pocas, "tambi¨¦n llevan el pa?uelo voluntariamente", dice. En la escuela p¨²blica, desde el primer curso, todas las ni?as son obligadas a ponerse el pa?uelo. "Nos hacen comprarles un uniforme con pa?uelo que vale 1.500 rublos [unos 40 euros]", afirma el padre de una escolar de siete a?os del colegio Ajmat Kad¨ªrov de Grozni.
La sumisi¨®n no fue autom¨¢tica. En la universidad hubo protestas, expulsiones y groser¨ªas de parte de los guardianes que act¨²an como polic¨ªa moral, afirman varias universitarias. "Primero nos obligaron comprar un pa?uelo granate muy feo con las siglas de la universidad que costaba 250 rublos. Ahora nos quieren imponer un uniforme por cuenta de nuestro bolsillo. Es un conjunto confeccionado con tres telas distintas, el m¨¢s caro vale 2.000 y el m¨¢s barato 800 rublos", se?alaba una estudiante con una beca mensual de algo m¨¢s de 1.000 rublos. Una alumna de medicina, aseguraba que el pa?uelo "se ve bonito y es parte de nuestra cultura". Tambi¨¦n la poligamia le parec¨ªa parte de la cultura a la muchacha, pero a la pregunta "?Te gustar¨ªa que tu marido tuviera varias esposas?", su respuesta fue rotunda: "De ninguna manera".
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