"Estamos abusando claramente de la contrataci¨®n temporal"

Preocupado por hablar de todos los problemas de la econom¨ªa espa?ola, Claudio Boada, de 55 a?os, afronta esta dura crisis econ¨®mica con una actitud exigente y cr¨ªtica. Pese a ello, al presidente del club de las grandes empresas espa?olas, el C¨ªrculo de Empresarios, no deja de reconocer parte de responsabilidad empresarial en la crisis actual. "No tengo ninguna duda", afirma categ¨®rico. Sus recetas no son nuevas, ya en plena expansi¨®n reclamaba menor regulaci¨®n, reducci¨®n de costes del despido o bajadas de impuestos; pero ahora, inmersos en la crisis, lo hace con m¨¢s fuerza.

Pregunta. ?Hasta cu¨¢ndo va a durar la crisis?

Respuesta. Parece claro y quiz¨¢ m¨¢s a t¨ªtulo personal que esto va a durar el a?o 2009 y seguramente en 2010. En mi opini¨®n, la crisis internacional no ha dado origen a la nuestra, sino que ha reforzado la que nosotros ya ven¨ªamos larvando por el modelo de crecimiento. Hay que diferenciar dos aspectos: cu¨¢ndo se va a normalizar la situaci¨®n crediticia y va a fluir el dinero hacia las empresas y particulares; y cu¨¢ndo va a mejorar nuestra situaci¨®n de paro, que empeorar¨¢ en los pr¨®ximos meses, y adem¨¢s tenemos que digerir nuestra indigesti¨®n inmobiliaria.

"Quien ha destruido empleo en su empresa no puede cobrar 'bonus"

"La austeridad p¨²blica es b¨¢sica, dar¨ªa confianza al ciudadano"

"La regulaci¨®n no es mala. Es necesaria para que el mercado funcione"

"Hay que reducir los costes de despido, acercarlos a los del resto de Europa"

P. ?Y c¨®mo se sale de la crisis?

R. Hay medidas coyunturales que se podr¨ªan tomar m¨¢s r¨¢pidamente, y luego hay otras que nos parecen las verdaderamente importantes, medidas estructurales. ?stas ata?en a la educaci¨®n, al mercado de trabajo, a la liberalizaci¨®n del suelo y la vivienda, a la fiscalidad, a la energ¨ªa y a la regulaci¨®n asfixiante del pa¨ªs.

P. No ha demostrado esta crisis que la regulaci¨®n sea mala.

R. No. La regulaci¨®n no es mala. Para que un mercado funcione tiene que estar regulado y la ley se tiene que cumplir.

P. ?A qu¨¦ medidas coyunturales se refer¨ªa?

R. A una reducci¨®n del impuesto de sociedades, especialmente para las pymes. Luego hay aspectos puntuales, como en el mercado laboral fomentar el trabajo a tiempo parcial.

P. El mercado laboral se ha deteriorado r¨¢pidamente en los ¨²ltimos meses por su gran temporalidad, que lo hace flexible.

R. ?se es el quid de la cuesti¨®n. Estamos flexibilizando el mercado de trabajo de una forma totalmente improcedente. Como es r¨ªgido, aprovechamos lo que hay a mano para ser m¨¢s competitivos, como los dem¨¢s pa¨ªses. ?Qu¨¦ hacemos? Abusar claramente de la contrataci¨®n temporal para trabajos que no son temporales. Eso no es bueno para el trabajador, ni para el empresario. Tenemos que reducir el empleo temporal en este pa¨ªs, pero a cambio habr¨ªa que flexibilizar el mercado de trabajo. No abogamos por el despido libre.

P. Entonces, ?c¨®mo?

R. Homogeneizando el coste de despido con el de las econom¨ªas de nuestro entorno, y no me refiero a las asi¨¢ticas o estadounidenses, sino a las europeas. Reducci¨®n de costes de despido para los nuevos entrantes y respeto para los derechos adquiridos de los que ya est¨¢n trabajando.

P. ?Cu¨¢l es la prioridad del mercado laboral ahora?

R. Crear puestos de trabajo, y si la coyuntura es tan mala que no lo conseguimos, preservar el empleo en la medida en que podamos. Para esto, los que tenemos trabajo tenemos que ser m¨¢s solidarios con los que no lo tienen. Por ejemplo, entre los funcionarios ser¨ªa razonable que hubiera una moderaci¨®n salarial, incluso una congelaci¨®n del sueldo, como solidaridad y ejemplo hacia los que tienen un puesto de trabajo m¨¢s precario.

P. Pero esa moderaci¨®n salarial se encuentra con noticias de aumentos espectaculares de retribuciones de ejecutivos.

R. Son dos cosas distintas, aunque ambas tengan que ver con remuneraci¨®n. Hay un tema que est¨¢ claro: a uno le pueden parecer o no escandalosas algunas retribuciones. Eso es opinable. Adem¨¢s, la remuneraci¨®n de los directivos de las empresas se aprueba por parte de sus consejos de administraci¨®n y, en algunos casos, por las juntas generales. Por tanto, si alguien no est¨¢ de acuerdo, que lo diga. Creo que hay poca beligerancia con ese tema...

P. ?Poca beligerancia por parte de qui¨¦n?

R. De los accionistas, y en muchos casos de los consejos de administraci¨®n. Digo beligerancia en el caso de que haya que contestarlo. No puede ser que alguien que ha destruido empleo en su empresa o no ha generado valor tenga derecho a unos bonus. Eso es discutible, cuando menos moralmente.

P. El presidente de la CEOE, la patronal, dijo que en ¨¦pocas de crisis hab¨ªa que hacer un par¨¦ntesis en la econom¨ªa de mercado. ?Est¨¢ de acuerdo?

R. Opinar ahora no es f¨¢cil. Estamos a favor de la econom¨ªa de mercado y de una regulaci¨®n que se aplique. Hay intervenciones que, en algunos casos, est¨¢n justificadas ya que evitan un mal mayor. Hablo del sector financiero. Pero, por definici¨®n, somos contrarios a las ayudas, y a los planteamientos que no tienen continuidad despu¨¦s, como las tomas de participaci¨®n p¨²blica que se han dado en bancos extranjeros. Quisi¨¦ramos que fueran temporales.

P. Tambi¨¦n en Espa?a ha habido ayudas...

R. M¨¢s que a los bancos, se ayuda al sistema financiero. Primero tiene que fluir el dinero en el sector financiero. Y luego ese dinero tiene que fluir hacia la econom¨ªa real, la que lo utiliza para generar valor.

P. ?Servir¨¢n las ayudas para que fluya el dinero como antes?

R. No en un futuro pr¨®ximo, y, a lo mejor, en el lejano. Las empresas, en muchos casos, deben recapitalizarse, tener menos deuda. Hemos visto en el sector inmobiliario valoraciones que, desde la perspectiva actual, parecen escandalosas, y con ellas se prestaba dinero en cantidades industriales. Una de las pocas ventajas de situaciones como ¨¦sta es que las aguas vuelven a su cauce.

P. ?Qu¨¦ opini¨®n tiene de las medidas del Gobierno?

R. Me parece que el Gobierno est¨¢ tomando demasiadas medidas y no necesariamente coherentes unas con otras. Adem¨¢s, no trasciende, no digo que no se haga, el seguimiento de su eficacia. Creemos que las medidas han sido tard¨ªas, hubiera sido mejor menos y de m¨¢s calado.

P. Una de sus reivindicaciones hist¨®ricas es la austeridad, y ahora el d¨¦ficit se dispara.

R. ?ste es un tema fundamental. Hay una serie de factores que dar¨ªan confianza al ciudadano, como una Administraci¨®n m¨¢s austera en sus tres niveles. No es normal la cantidad de coches oficiales que circulan. Se han creado puestos de asesores en los ministerios a centenas. La Administraci¨®n podr¨ªa adelgazarse. Todo lo que sea gasto no productivo, con la excepci¨®n de las pensiones vergonzantes que tenemos, deber¨ªa restringirse al m¨¢ximo.

P. Cuando habla de gasto, ?se refiere a medidas como los 8.000 millones dedicados a los ayuntamientos?

R. Todo lo que sea generar empleo, que insisto es la primera prioridad, es por donde tienen que ir los tiros. En este caso concreto, tenemos dudas, pero supongo que quien lo ha planteado ha hecho n¨²meros. Tenemos dudas de que con ese dinero se creen 200.000 puestos de trabajo, punto n¨²mero uno, con car¨¢cter fijo o permanente.