Marsans baila con la m¨¢s fea

Invertir en aerol¨ªneas es desde hace mucho un buen modo de convertir una gran fortuna en una peque?a. El culebr¨®n de Aerol¨ªneas Argentinas demuestra que las aerol¨ªneas de los mercados emergentes se encuentran entre los activos menos atractivos para los inversores extranjeros.

"Tras 18 a?os, Aerol¨ªneas vuelve a pertenecer a todos los argentinos y pronto recuperar¨¢ su lugar como orgullo de la naci¨®n", declaraba el diputado Ariel Basteiro, del Bloque Encuentro Popular y Social, tras la votaci¨®n del mi¨¦rcoles que nacionaliz¨® la aerol¨ªnea. El comentario resume los motivos del Gobierno para expropiar una compa?¨ªa que s¨®lo obtuvo beneficios tres veces en 31 a?os. Tambi¨¦n es un recordatorio de que durante brotes de nacionalismo las aerol¨ªneas nacionales son objetivos m¨¢s obvios que la mayor¨ªa de las empresas.

Dejando eso aparte, las aerol¨ªneas nacionales son inversiones poco atractivas. En los buenos tiempos, los beneficios que obtienen en las rutas internacionales se ven restringidos por la competencia, mientras que sus tarifas en vuelos dom¨¦sticos son tan sensibles a la pol¨ªtica que obtener beneficios es casi imposible. En los malos tiempos pueden perder mucho dinero.

Ni Iberia, que lideraba el consorcio que adquiri¨® Aerol¨ªneas en 1991, ni Grupo

Marsans, que lo compr¨® al Estado espa?ol en 2001, obtuvieron rendimientos decentes. De hecho, Aerol¨ªneas perdi¨® dinero todos los a?os de la d¨¦cada de 1990, un periodo de bajos costes de los combustibles y prosperidad en Argentina. Y con una flota que tiene de media 19 a?os, la empresa pronto necesitar¨¢ endeudarse fuertemente para renovarla.

Las l¨ªneas a¨¦reas s¨®lo ara?an algunos beneficios en los mejores a?os, al tiempo que mantienen muchos activos y son pol¨ªticamente vulnerables. En un 2008 extraordinario, Aerol¨ªneas tal vez no pudiera catalogarse como la inversi¨®n est¨²pida del a?o. Pero en 1991 y 2001, cuando Iberia y despu¨¦s Marsans la compraron, hab¨ªa menos competencia para el premio. Marsans, que afirma exigir 700 millones de euros por la empresa al Gobierno argentino, podr¨ªa de hecho haberse ahorrado muchos problemas y gastos.