El PNV pretende salvar a Azkarate cuestionando de ra¨ªz la investigaci¨®n

El PNV aborda el doble pleno parlamentario de hoy, que debatir¨¢ los duros dict¨¢menes de las comisiones de investigaci¨®n de los casos Guggenheim y Balenciaga, en la mayor soledad, hu¨¦rfano de apoyos. Y encara la cita desde dos posiciones distintas: la oposici¨®n frontal a las conclusiones en el caso Guggenheim y la abstenci¨®n en el caso Balenciaga. En el primero se enfrenta al pleno con una contradicci¨®n dif¨ªcil de reconducir y justificar: votar ahora contra las conclusiones de un trabajo, el de la comisi¨®n que ha investigado el desfalco y las p¨¦rdidas por compra de divisas en la pinacoteca bilba¨ªna, que no hace sino avalar las afirmaciones que ya se dejaron sentadas en la C¨¢mara cuando se constituy¨®.

El PNV ha trazado estrategias de defensa diferentes en cada caso

Fue en ese momento, en mayo pasado, cuando qued¨® aprobado, con el voto afirmativo del PNV, que eran "la opacidad, la falta de transparencia y la falta de control" en el Guggenheim las que aconsejaban la intervenci¨®n de la C¨¢mara. El PNV y el Gobierno, a trav¨¦s de su consejera de Cultura y portavoz, Miren Azkarate, alcanzada por ambos esc¨¢ndalos, ponen ahora todo su empe?o en desmentir esa afirmaci¨®n, con la que su grupo estuvo de acuerdo hace siete meses, y se parapetan para salvar a Azkarate en una defensa con tintes patri¨®ticos de la gesti¨®n del museo.

El voto particular que el PNV se ha reservado para hoy resalta as¨ª que el Guggenheim es uno de los elementos que ha elevado "la autoestima y la confianza de la sociedad vasca" y le ha capacitado para "afrontar nuevos retos". Incide en el "s¨®lido" respaldo social y empresarial a la pinacoteca y el innovador modelo de gesti¨®n que introdujo en su d¨ªa. "El Guggenheim ha colocado a Bilbao y a Euskadi en una posici¨®n destacada en el escenario internacional. El ¨¦xito es fr¨¢gil y mantenerlo" exige trabajo constante.

Adem¨¢s de esta encendida defensa, que busca convertir las cr¨ªticos a la gesti¨®n de Azkarate y el equipo directivo del museo en ataques al propio Guggenheim y lo que simbioliza, el PNV busca rebatir en su voto particular uno por uno los argumentos del dictamen, hasta el punto de sostener que los controles han existido siempre. Para el PNV, el desfalco cometido por Roberto Cearsolo, director financiero de la pinacoteca desde sus inicios hasta que confes¨® en abril pasado, fue posible s¨®lo por el empe?o delictivo que puso en ello, sorteando los mecanismos de vigilancia dispuestos por las diferentes sociedades. En cuanto a la fallida operaci¨®n de divisas, que ha supuesto la p¨¦rdida de m¨¢s de seis millones de euros, el PNV la rebaja a una gesti¨®n "con una finalidad conservadora, aunque con resultados desafortunados".

El debate se presume muy tenso. Las ¨²ltimas intervenciones del director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte y el grupo del PNV, tratando con similares argumentos de desmontar las conclusiones de la comisi¨®n; la defensa a ultranza del lehendakari de su consejera y portavoz a tres meses de las elecciones y la abrupta entrada en escena de la propia Azkarate, quien hasta entonces no hab¨ªa querido pronunciarse en p¨²blico, descalificando el trabajo e intenciones de los comisionados pueden elevar el tono del debate y hasta el precio que los grupos exijan pagar a la consejera.

El voto del PNV en el caso Balenciaga tiene un tono menor. Propone cambios terminol¨®gicos para suavizar el dictamen: sustituir la "dejaci¨®n" que se atribuye al Gobierno por "falta de la debida diligencia"; decir que no impidi¨®, en lugar de que aval¨®, la actuaci¨®n de Mariano Camio y suprimir toda menci¨®n a la Direcci¨®n de Patrimonio, dependiente de Vicelehendakaritza.

Las dos l¨ªneas de defensa son as¨ª muy distintas. Mientras en el caso Guggenheim se defiende a muerte a Azkarate y Vidarte, en el caso Balenciaga se deja caer a Mariano Camio, un hombre del PNV de Joxe Joan Gonz¨¢lez de Txabarri, ya eliminado de la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa por su no alineamiento con Joseba Egibar.