Aguirre cambia la ley en el ¨²ltimo minuto para controlar Caja Madrid

En plenas navidades, en el ¨²ltimo minuto y cuando ya parec¨ªa que la tormenta de Caja Madrid amainaba, Esperanza Aguirre dio ayer el golpe de mano definitivo para controlar el futuro de la entidad y tener en sus manos la continuidad o no de su presidente, Miguel Blesa, en septiembre de 2009, cuando cumple mandato tras 12 a?os.

El PP madrile?o, que controla la pol¨ªtica local con su aplastante mayor¨ªa absoluta, decidi¨® no esperar m¨¢s un posible pacto con los socialistas y darle la vuelta como un calcet¨ªn a la ley de cajas, para dejar en manos de la presidenta la cuarta entidad financiera del pa¨ªs y arrebatarle cualquier posibilidad de control a su gran rival pol¨ªtico, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, el alcalde de Madrid, que hab¨ªa ofrecido a Blesa su apoyo para seguir como presidente ante el enfrentamiento que manten¨ªa con Aguirre.

La representaci¨®n del Ayuntamiento de Madrid baja del 70% al 30%

El presidente de la entidad deber¨¢ ser reelegido por la Asamblea regional

En el ¨²ltimo minuto, cuando ya casi iba a cerrar el registro de la Asamblea de Madrid, el PP present¨® un completo grupo de enmiendas a la ley de acompa?amiento, que se aprueba la pr¨®xima semana y que los populares podr¨¢n imponer con su mayor¨ªa absoluta, en la que modifica por completo la ley de cajas con cuatro objetivos.

El primero, el m¨¢s importante, es que la decisi¨®n de la continuidad de Blesa dependa exclusivamente de la voluntad de Aguirre. La ley actual, vigente desde 2003, ten¨ªa una redacci¨®n confusa que los abogados de Caja Madrid interpretaban a favor de Blesa. El gobierno madrile?o cambia la redacci¨®n para que no haya dudas: donde pon¨ªa que los consejeros despu¨¦s de 12 a?os -el caso de Blesa- s¨®lo podr¨¢n ser reelegidos durante un mandato m¨¢s "si resultaren reelegidos por la representaci¨®n que ostenten", el equipo de Aguirre coloca ahora la siguiente frase: "s¨®lo en el caso de que la representaci¨®n por la que se les reelija fuera por el mismo sector por el que fueron elegidos la vez anterior".

Parece un peque?o matiz, pero tiene un contenido pol¨ªtico de gran calado. La caja funciona por representaci¨®n de distintos organismos. Hace seis a?os, Blesa, un hombre pr¨®ximo a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que hasta hace poco contaba con todos los parabienes del PP, fue elegido en el cupo de la Asamblea de Madrid. Sin embargo, sus abogados le hab¨ªan preparado hasta tres informes en plena guerra con Aguirre para justificar que ahora podr¨ªa ser elegido por el ayuntamiento de Madrid, un puesto que ya le hab¨ªa ofrecido Gallard¨®n.

Con esta jugada, la presidenta rompe cualquier pacto de Blesa con Gallard¨®n y le obliga, si quiere seguir al frente de la caja, a rendirle pleites¨ªa. S¨®lo as¨ª podr¨¢ lograr el presidente que ella le presente de nuevo como representante de la Asamblea de Madrid, un ¨®rgano que los aguirristas controlan absolutamente.

La traducci¨®n pol¨ªtica de esta jugada es simple. Aguirre se garantiza el control de la caja e impide lo que m¨¢s tem¨ªa, que Blesa, apoyado en un pacto m¨²ltiple con los sindicatos, Gallard¨®n e IU, pudiera hacerse con el control de la caja al margen del PP madrile?o.

De hecho, la segunda modificaci¨®n otorga mucho m¨¢s poder en la caja al PP madrile?o y se lo quita a Gallard¨®n. La nueva ley modifica la representaci¨®n de los ayuntamientos madrile?os, que controlan el 25% de los 330 consejeros generales. De esos 82 consejeros, el Ayuntamiento de Madrid, por su volumen y los enormes dep¨®sitos que tiene en la caja, controla en este momento el 70%. La nueva ley limita la representaci¨®n m¨¢xima de cualquier ayuntamiento al 30%. El 40% restante, que pierde Gallard¨®n, lo ganan otros municipios, la mayor¨ªa en manos del PP madrile?o, que tuvo unos extraordinarios resultados electorales en las ¨²ltimas municipales, y casi todos con aguirristas al frente de los consistorios.

La jugada afecta tambi¨¦n a la batalla interna en el PP. Mariano Rajoy, que estaba m¨¢s cerca de las tesis de Gallard¨®n, miembro de su c¨²pula de confianza, que de las de Aguirre, se queda descolgado al ver que tambi¨¦n esta vez su principal rival pol¨ªtica se lleva el gato al agua.

En el entorno de la presidenta hubo muchas dudas sobre la oportunidad de tomar esta decisi¨®n. Por eso buscaron hasta el ¨²ltimo minuto el pacto con el PSOE. Durante un tiempo lo tuvieron, despu¨¦s de un acuerdo entre el l¨ªder socialista, Tom¨¢s G¨®mez, y la mano derecha de Aguirre, Ignacio Gonz¨¢lez. Pero despu¨¦s la direcci¨®n nacional del PSOE oblig¨® a G¨®mez a desvincularse de ese acuerdo y al final, despu¨¦s de mucho debate interno, el PP ha decidido tirar adelante solo para controlar la caja.

La victoria de Aguirre -la ley s¨®lo puede ser recurrida por el Gobierno central, pero ser¨¢ aprobada con toda seguridad- es una m¨¢s en las batallas internas que ha tenido con Gallard¨®n, entre ellas la gran guerra en 2004 por el control del PP madrile?o, por la gesti¨®n del metro o del Ifema, el recinto ferial. En todas, perdi¨® Gallard¨®n, que como alcalde tiene menos fuerza que un Gobierno auton¨®mico.

La presidenta explic¨® las reformas ayer como si no tuvieran contenido pol¨ªtico y fueran detalles t¨¦cnicos. Adem¨¢s de estas dos grandes modificaciones que cambian el panorama e impiden, o al menos hacen muy dif¨ªcil, un pacto por el control de la caja que no cuente con ella, tambi¨¦n se ha cambiado la forma en que se eligen los representantes en algunos ayuntamientos grandes. Se har¨¢ de manera totalmente proporcional, lo que limitar¨¢ la presencia de IU, gran apoyo de Blesa. Adem¨¢s se dar¨¢ entrada a universidades privadas y c¨¢maras de comercio en el consejo general de la caja.