La monta?a rusa del petr¨®leo

En un a?o de noticias catastr¨®ficas en el terreno econ¨®mico, el contribuyente ha ido a encontrar consuelo para su bolsillo en un lugar inusual: la gasolinera. Llenar el dep¨®sito cuesta hoy en Sevilla, Vigo o Tarragona dos terceras partes de lo que costaba hace unos meses: el litro de gasolina de 95 octanos, cuyo precio rondaba los 1,30 euros con los calores del verano, vale ahora 86 c¨¦ntimos en las estaciones de servicio.

?Qu¨¦ ha pasado? Que los precios del petr¨®leo, del gas y de otras materias primas han bajado dr¨¢sticamente en la segunda mitad del ejercicio a causa del r¨¢pido deterioro de la econom¨ªa mundial y de la consiguiente ca¨ªda de la demanda. Si el crudo tard¨® cuatro a?os en subir de los 35 d¨®lares por barril que costaba en 2004 hasta los 146 d¨®lares de julio de este a?o, han bastado seis meses para desandar casi todo el camino. "La demanda se ha desplomado con una virulencia que jam¨¢s hab¨ªamos visto", afirma ?lvaro Mazarrasa, director general de la Asociaci¨®n de Operadores de Productos Petrol¨ªferos (AOP).

La sed de combustible de India y China est¨¢ apag¨¢ndose

El sector va a tardar un tiempo en amortiguar el choque. La sed de combustible de grandes pa¨ªses emergentes como China e India, uno de los principales motores de la subida de los ¨²ltimos a?os, est¨¢ apag¨¢ndose. Y a pesar de que la ca¨ªda de precios ha sido mucho mayor que en Europa, los automovilistas estadounidenses -habituados a quemar combustible como nadie en el mundo- est¨¢n dejando el coche en el garaje con m¨¢s frecuencia que antes.

Seg¨²n los c¨¢lculos m¨¢s optimistas de la industria, durante el a?o que ahora acaba se habr¨¢n vendido 86 millones de barriles de crudo menos que en 2007. Los m¨¢s pesimistas llevan esa ca¨ªda hasta los 300.000 barriles y vaticinan que 2009 ser¨¢ todav¨ªa peor: hasta 500.000 barriles menos que en 2008. Para colmo, los inventarios en los pa¨ªses industrializados han crecido en los ¨²ltimos meses; ahora cuentan con el equivalente a 57 d¨ªas de consumo, en lugar de los 52 que ser¨ªan normales en esta ¨¦poca del a?o.

Un detalle positivo: el menor coste de los combustibles ha permitido controlar una inflaci¨®n que hasta el verano estaba desbocada. En plena marejada financiera, el barril de petr¨®leo a 44 d¨®lares supone un alivio para los bancos centrales, que pueden rebajar al m¨ªnimo los tipos de inter¨¦s para revitalizar la econom¨ªa sin temor de provocar un repunte inflacionario. La pol¨ªtica de contenci¨®n de precios -una obsesi¨®n del Banco Central Europeo- es cosa del pasado.

Ni siquiera una rebaja en la producci¨®n -la herramienta habitual con que los pa¨ªses petroleros tratan de subir los precios- ha podido frenar la ca¨ªda. La OPEP anunci¨® la semana pasada un recorte de 2,2 millones de barriles por d¨ªa y avis¨® de que est¨¢ dispuesta a producir a¨²n menos si lo estima necesario. Es el tercer recorte desde septiembre y rebajar¨¢ el suministro de los miembros de la OPEP hasta 24.845 millones de barriles diarios. En total, los pa¨ªses de la organizaci¨®n han rebajado la producci¨®n unos 4,2 millones de barriles diarios en los ¨²ltimos cuatro meses.

Por ahora, el resultado de esas medidas ha sido nulo. Los analistas subrayan que los recortes de producci¨®n, si llegan a producirse, ya no son un factor fundamental, y que lo m¨¢s importante ahora para que suba el precio del petr¨®leo -y de los metales, de los productos agr¨ªcolas y de otras materias primas- es que la econom¨ªa mundial levante cabeza.

"Dada la actual volatilidad de los mercados y con los vencimientos de futuros cercanos, las reacciones son absolutamente impredecibles", se?ala Francisco L¨®pez Oll¨¦, analista de la firma X-Trade Brokers. "La reacci¨®n del mercado a estos recortes la debemos buscar en el medio plazo". Mazarrasa, de la AOP, cree que mientras no se ajusten los inventarios y aumente la demanda mundial, ser¨¢ muy dif¨ªcil que el precio del petr¨®leo se recupere.

Dos de los efectos m¨¢s negativos del desplome de los precios son la suspensi¨®n de proyectos de exploraci¨®n y refino y la creciente dificultad a la que se enfrentan los responsables de las compa?¨ªas del sector a la hora de planificar sus inversiones. Nuevos yacimientos en ?frica van a quedarse sin explorar y hasta Arabia Saud¨ª se ha visto obligada a aplazar la construcci¨®n de dos refiner¨ªas.

El mercado del petr¨®leo es c¨ªclico: cuando el precio est¨¢ alto, las empresas tienen grandes beneficios e invierten en nuevos proyectos; cuando est¨¢ bajo, caen los beneficios y, con ello, las inversiones. Pero en esta ocasi¨®n, resaltan los expertos, la situaci¨®n es especialmente grave.

El ministro saud¨ª de Petr¨®leo, Al¨ª al Naimi, declar¨® la semana pasada en una conferencia pronunciada en Londres que el barril debe valer como m¨ªnimo 75 d¨®lares para hacer rentables las inversiones en producci¨®n de crudo y las investigaciones sobre fuentes alternativas. "Los precios actuales pueden sumir en el caos a la industria y amenazan las actuales inversiones", dijo.

Las empresas, especialmente aquellas con un fuerte peso de la producci¨®n en su actividad, van a notar enormemente el impacto en su cuenta de resultados, as¨ª como pa¨ªses como Ir¨¢n, Rusia o Venezuela, muy dependientes de los ingresos por la venta de petr¨®leo.

Tambi¨¦n han ca¨ªdo con fuerza los precios del gas, y sus productores han comenzado a movilizarse para contrarrestar los efectos de la ca¨ªda de la demanda. Reunidos en Mosc¨², los ministros de energ¨ªa de los pa¨ªses gasistas -entre ellos, Argelia, Ir¨¢n, Libia y Rusia- acordaron el martes crear una organizaci¨®n permanente, con sede en Doha, a imagen de la OPEP.

Las fuentes de energ¨ªa alternativas pueden ser otra v¨ªctima de los bajos precios del crudo, que han puesto en duda la viabilidad de las inversiones en energ¨ªa nuclear, solar y e¨®lica. Y muchos consumidores y empresas pueden perder incentivos para utilizar de manera m¨¢s eficiente los combustibles f¨®siles.

El debate energ¨¦tico cambiar¨¢ radicalmente si la situaci¨®n se prolonga. Si el Gobierno de Barack Obama fomenta el uso de veh¨ªculos h¨ªbridos, como es su intenci¨®n, no va a tener m¨¢s remedio que destinar grandes cantidades de dinero a financiarlo, con el consiguiente desv¨ªo de fondos tan necesarios para otros fines en los tiempos que corren. -