Sanz

El aguerrido Sanz, Antonio, lo tiene claro: hace falta ya una huelga general. Nada de arrimar el hombro, de tirar todos del mismo carro, seg¨²n expresi¨®n navide?a del Rey ni, por supuesto, nada de consenso. Lo b¨¢sico es reaccionar y, cuanto antes, mejor. Es la receta, no del nuevo secretario general de CC OO, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, ni del revolucionario Juan Manuel S¨¢nchez Gordillo. El paro de todo el sistema productivo del pa¨ªs quien lo ve claro es, ni m¨¢s ni menos, que el secretario general del Partido Popular (PP) de Andaluc¨ªa quien, en una entrevista publicada ayer por el diario La Raz¨®n, se?alaba, abiertamente, que los recortes sociales: "Justifican ya una huelga general".

A buen seguro que los empresarios andaluces, empe?ados como est¨¢n en superar de la mejor manera posible la crisis, habr¨¢n tomado buena nota de tan trascendental afirmaci¨®n. S¨®lo le falta el llamamiento a las barricadas para completar la consigna popular para acabar as¨ª con el maldito r¨¦gimen que nos atosiga a todos. Es, tan s¨®lo, cuesti¨®n de esperar porque en su partido, lejos de recriminarle el disparate cometido, le jalear¨¢n lo suficiente como para sigan precipit¨¢ndose por la pendiente del desprop¨®sito y la falta de seriedad. O, tal vez, no. No es de extra?ar, a la vista de tan genuina iniciativa, que en el seno del PP andaluz se haga un sitio cada vez m¨¢s amplio la corriente constituida por los discrepantes con el brazo derecho de Javier Arenas. Dicen algunos atrevidos que Sanz no tiene amigos en el partido. Puede que todo se derive de ser el malo de la pel¨ªcula al asumir el feo papel de la puesta en marcha y mantenimiento de la maquinaria de dicha organizaci¨®n, al tiempo, que ofrecer el perfil m¨¢s duro de oposici¨®n al Gobierno. Con todo, con este tipo de declaraciones pocas amistades se pueden granjear en la vida pol¨ªtica.

Pero no hay que alarmarse por esta salida de tono, ya que va en concordancia con el tropez¨®n cometido por su propio jefe, un Arenas que, recordemos, apenas siete meses despu¨¦s de los ¨²ltimos comicios, se descolg¨® pidiendo elecciones anticipadas. Una exageraci¨®n que para nada cont¨® con la aprobaci¨®n de Mariano Rajoy quien, de esta forma, adem¨¢s, pon¨ªa en evidencia un gran desconocimiento sobre lo que hacen los suyos en Andaluc¨ªa. Es l¨®gico que en el seno del PP andaluz surjan preguntas ya sobre si es correcta o no la trayectoria que se est¨¢ siguiendo. Sin duda alguna, el resultado de las encuestas que se dar¨¢n a conocer en las pr¨®ximas semanas nos ayudar¨¢ a determinar el grado de acierto de una estrategia basada, sobre todo, en el disparate continuo y en la b¨²squeda de la gloria ef¨ªmera a trav¨¦s de un titular antes que en plantear a la sociedad f¨®rmulas solventes y adecuadas a los desaf¨ªos que tenemos por delante.