Un desprendimiento a¨ªsla Montserrat y obliga a evacuar a 1.500 personas

El temporal que desde el pasado d¨ªa 26 azota buena parte de Catalu?a protagoniz¨® ayer un episodio m¨¢s en Montserrat. Un desprendimiento en la zona de Els Degotalls dej¨® el monasterio aislado por v¨ªa f¨¦rrea y por carretera. Unas 1.500 personas que se encontraban en las inmediaciones del recinto religioso fueron evacuadas mediante el telef¨¦rico que une la carretera C-55 y las plazas de acceso al espacio tur¨ªstico-religioso. La zona de Els Degotalls ya sufri¨® hace un par de a?os un desprendimiento que aisl¨® la monta?a. El pasado mes de noviembre dos trabajadores fallecieron cuando estabilizaban el terreno de otra zona que hab¨ªa sufrido un deslizamiento.

La ca¨ªda de rocas de ayer fue de gran magnitud. Nueve grandes pe?ascos de m¨¢s de 15 metros c¨²bicos cada uno cayeron desde unos 100 metros de altura en las inmediaciones del aparcamiento, en la zona m¨¢s pr¨®xima al monasterio. Las piedras arrollaron todos los sistemas de protecci¨®n reforzados que se instalaron hace un par de a?os e invadieron y da?aron de manera importante tanto la carretera como los muros de protecci¨®n y la catenaria del tren cremallera, que circula unos 50 metros por debajo. La mayor¨ªa de las 1.500 personas que quedaron aisladas salieron del recinto con el telef¨¦rico, y del lugar donde les dejaba ¨¦ste, en autobuses que dispuso Ferrocarrils de la Generalitat hasta la estaci¨®n del tren de la misma compa?¨ªa. Algunos de los afectados prefirieron dormir en Montserrat, a la espera de recuperar sus veh¨ªculos. Con el telef¨¦rico tambi¨¦n se subieron mantas para combatir el fr¨ªo.

Municipios de la Costa Brava prev¨¦n da?os cuantiosos por el temporal

Mientras, la costa de Barcelona y buena parte de la de Girona, especialmente municipios de la Costa Brava, mostraban los efectos del temporal: playas arrasadas, embarcaciones destrozadas y trabajadores y personas que limpiaban y comprobaban el desastre. En las playas de Barcelona, las m¨¢quinas recuperaban las pasarelas que el mar desmont¨® y una cincuenta de trabajadores barr¨ªan la arena de los paseos. Algunos tramos de playa, como el situado bajo el paseo Mar¨ªtim, han resultado engullidos por el oleaje. En el Port Ol¨ªmpic -donde falleci¨® una persona ajena al sistema de vigilancia en el muelle de Gregal en la madrugada del viernes- trabajadores y propietarios de embarcaciones y locales los limpiaban y revisaban su estado. El Ayuntamiento de Barcelona todav¨ªa no ha hecho una evaluaci¨®n de los da?os del temporal, que se cobr¨® la vida de un vigilante del puerto -en el t¨¦rmino municipal de El Prat- cuando intentaba recuperar su veh¨ªculo, tambi¨¦n el viernes.

En municipios como L'Escala (Alt Empord¨¤), donde ni los pescadores m¨¢s veteranos recordaban un temporal de Levante tan intenso, vecinos y curiosos se hac¨ªan fotos con los restos del paseo mar¨ªtimo destrozado de fondo. El alcalde de la localidad, Estanis Puig (PSC), se reunir¨¢ hoy con t¨¦cnicos municipales y responsables del dominio mar¨ªtimo para contabilizar los da?os y reclamar soluciones "urgentes". Estampas parecidas se vivieron en otras poblaciones de la Selva, como Blanes o Tossa de Mar, donde el mar se llev¨® por delante paseos mar¨ªtimos, mobiliario urbano y establecimientos de hosteler¨ªa. En Tossa, la polic¨ªa detuvo a dos personas que embistieron con su veh¨ªculo a una patrulla antipillaje que controlaba los establecimientos sin ventanas ni puertas.

Quienes nunca olvidar¨¢n su experiencia son las cuatro personas a las que una ola gigante sorprendi¨® en el interior del bar El Rinc¨®n del Sevillano de Platja d'Aro (Baix Empord¨¤). Uno de ellos, Joan Marqu¨¨s, contin¨²a ingresado en el hospital Josep Trueta de Girona con varias fracturas. "Una ola asesina se nos ech¨® encima con muebles y todo lo que hab¨ªa en el local", explic¨® a TV-3.

La mala mar impide, por ahora, que el transbordador de Trasmediterr¨¢nea que rompi¨® amarras en Palam¨®s a causa del temporal pueda atracar en alg¨²n puerto. Arrastrado por un remolcador, navega en direcci¨®n al puerto de Tarragona con parte de su tripulaci¨®n a bordo./ pere duran y

carmen secanella