?Gracias, Michael!
Michael Phelps no me conoce personalmente. Durante los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, uno de los d¨ªas que sal¨ªamos de la piscina coincidimos en el mismo autob¨²s y tuve el atrevimiento de pedirle que me firmara dos gorros para mi hija, Harley, y para mi hijo, Cobi. ?l, muy amable, accedi¨®. Despu¨¦s, me sent¨ª incre¨ªblemente orgulloso. Nunca pens¨¦ que conseguir el aut¨®grafo de un nadador llegar¨ªa a impactarme tanto. Tampoco imagin¨¦ a un nadador como Phelps.
A quien me diga que la nataci¨®n le parece una actividad insignificante le dir¨¦ que a m¨ª lo que me resulta absurdo es pensar en ir a la Luna. Yo no s¨¦ c¨®mo viajar a la Luna. Yo s¨¦ nadar. ?se es mi talento. "Todos tenemos muchos talentos", les digo a mis nadadores; "nadie se ha dado cuenta de que los tenemos, pero est¨¢n ah¨ª". A veces se manifiestan cuando estamos solos. A veces hacemos un entrenamiento incre¨ªble y sentimos que se nos pone la piel de gallina porque hemos hecho algo que est¨¢ al alcance de muy pocos.
Phelps te ayuda a encontrar un sentido a la vida. Te identifica con una pasi¨®n
Antes de que formara parte de la opini¨®n p¨²blica, Phelps ya ten¨ªa un objetivo en su mente. Adem¨¢s de ser el mejor nadador de todos los tiempos, su meta era poner a la nataci¨®n en un primer plano mundial. Gracias a ¨¦l, la nataci¨®n est¨¢ en un lugar que nunca pudimos imaginar.
He sido nadador y ejerzo de entrenador desde hace muchos a?os. Debo reconocer que lo que Phelps consigui¨® en el agua se consideraba imposible. No creo que haya nadie que en un pr¨®ximo futuro pueda volver a ganar ocho oros en unos Juegos.
Gracias al fen¨®meno de Phelps en los Juegos y a la gran atenci¨®n que la televisi¨®n le dio en Estados Unidos, los clubes de nataci¨®n de punta a punta del pa¨ªs vieron un gran aumento de nuevos nadadores. En nuestro club, en las dos primeras semanas de la temporada, registramos 95 nuevos nadadores cuando antes nos d¨¢bamos por muy satisfechos si en el mismo periodo incorpor¨¢bamos a 30. Fue un gran reactivo para nuestra econom¨ªa. Algo sorprendente, teniendo en cuenta que la crisis hab¨ªa empezado a mermar el n¨²mero de inscritos. El caso de mi club no fue excepcional. Muchos otros tuvieron un n¨²mero mayor de nuevas inscripciones. Eso s¨®lo se debe a Phelps.
La identificaci¨®n de la gente con este nadador es casi autom¨¢tica. Creo que la raz¨®n es evidente. Muchas veces nos preguntamos qu¨¦ es lo verdaderamente importante en esta vida. ?Por qu¨¦ estamos aqu¨ª? Nos bombardean a diario con im¨¢genes desoladoras de terremotos, sequ¨ªas, huracanes, pobreza, guerras... Para m¨ª, una de las cosas m¨¢s importantes en esta vida es la nataci¨®n. Mucha gente pensar¨¢: "?Y ¨¦ste est¨¢ loco?". Dir¨¢n que no tiene sentido entrenarse horas y horas mirando la l¨ªnea negra en el fondo de la piscina para poder bajar una d¨¦cima de segundo con suerte. A m¨ª la nataci¨®n me ha ayudado a entender el significado de las cosas.
Phelps, con lo que ha logrado como nadador, ha ayudado a mucha gente a sentirse identificada con una pasi¨®n. El impacto ha sido importante, sobre todo en los j¨®venes. Lo veo en mis hijos, que est¨¢n involucrados con la nataci¨®n desde el d¨ªa que nacieron. Estoy seguro de que Phelps les est¨¢ ayudando a sentir una pasi¨®n muy fuerte, que se relaciona con trabajar duro d¨ªa a d¨ªa para ser lo mejor que puedas ser. Phelps les ha ense?ado con su obra algo que para un pedagogo, para un padre o para un entrenador es muy dif¨ªcil de inculcar. Como Michael Jordan, su victoria m¨¢s grande fue avivar la llama del fuego que todos llevamos dentro.
Estar en Pek¨ªn y ver a Phelps en acci¨®n cada d¨ªa me hizo sentir muy bien. Muchas veces la gente me pregunta qu¨¦ es lo que sent¨ª cuando gan¨¦ la medalla ol¨ªmpica en Se¨²l. Veinte a?os despu¨¦s, las percepciones se distorsionan y no te acuerdas muy bien de la sensaci¨®n real. Ver en directo las emociones de Phelps tras ganar el relevo de 4x100, en el podio, cuando le daban las medallas, me hizo apreciar y sentirme orgulloso de lo que yo hab¨ªa conseguido hac¨ªa 20 a?os. Ya casi no le daba importancia.
Me fui de Pek¨ªn 20 a?os m¨¢s joven. Con la gran ilusi¨®n de poder contagiar a mis nadadores las mismas sensaciones que Phelps me hizo sentir otra vez al verle nadar durante nueve d¨ªas. ?Gracias, Michael!
Sergi L¨®pez, en 1988, se convirti¨® en el primer nadador espa?ol en ganar una medalla ol¨ªmpica, el bronce en los 200m braza en los Juegos de Se¨²l. Ahora, es el responsable t¨¦cnico del Club Bolles, de Jacksonville (Florida), ganador del ¨²ltimo Campeonato Nacional J¨²nior de Estados Unidos.
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