Todo listo para la invasi¨®n terrestre
Israel busca rehabilitar su capacidad de disuasi¨®n tras el fiasco de la ¨²ltima guerra de L¨ªbano - Livni y el l¨ªder laborista se juegan su futuro electoral en Gaza
Tercer d¨ªa de bombardeo de Gaza. El ataque m¨¢s encarnizado de Israel contra la franja desde 1967 sigue adelante. Tras destruir m¨¢s de un centenar de edificios oficiales, mezquitas y bases militares y policiales de Ham¨¢s, la aviaci¨®n israel¨ª comenz¨® ayer a arrasar viviendas de dirigentes islamistas. Con tanta precisi¨®n como desprecio por la vida de los civiles. Una mujer result¨® herida y cinco ni?as perecieron bajo los cascotes de un templo musulm¨¢n hecho trizas en el campo de refugiados de Yabalia. Son ya 350 los palestinos muertos y 1.600 los heridos. "Es una guerra total contra Ham¨¢s, una guerra hasta el final", declar¨® ayer en el Parlamento el ministro de Defensa, Ehud Barak. La c¨®lera recorre el mundo musulm¨¢n.
El 'n¨²mero dos' del Ej¨¦rcito advierte de que "lo peor est¨¢ por llegar"
Fayez, un hombre adulto de Gaza, relat¨® por tel¨¦fono que los bombardeos no tienen parang¨®n en la historia del territorio. Nada que ver con los ataques ejecutados cuando el cabo Gilad Shalit fue capturado, en junio de 2006, en una base cercana a la franja. Y ya entonces, las infraestructuras, especialmente la central el¨¦ctrica y los puentes, fueron destrozadas. "El ruido de los bombazos es indescriptible. Los ni?os saltan aterrorizados. Se pasan el d¨ªa pegados a la falda de su madre", dec¨ªa Fayez.
"Israel est¨¢ actuando contra Ham¨¢s y no contra la poblaci¨®n de Gaza. Cualquiera que se queje de la situaci¨®n debe dirigirse a los responsables: Ham¨¢s", apunt¨® ayer la ministra de Exteriores, Tzipi Livni. A la vista de la destrucci¨®n y de los efectos devastadores del bloqueo econ¨®mico de tres a?os sobre la totalidad de la poblaci¨®n, esas palabras suenan huecas.
A ning¨²n ciudadano israel¨ª le sorprender¨¢n las amenazas de Barak. El tr¨¢nsito de soldados en el sur del pa¨ªs, siempre visible, era ayer masivo. Enormes camiones transportaban carros de combate y no hay cruce de carreteras sin patrulla policial. Las alarmas suenan en m¨¢s ciudades debido al mayor alcance de los cohetes -hasta 40 kil¨®metros- en posesi¨®n de las milicias palestinas. Casi medio mill¨®n de personas han recibido instrucciones desde hace semanas para acudir a los refugios. Incluso en Jerusal¨¦n, los agentes exigen a cientos de ¨¢rabes la documentaci¨®n desde el momento en que atraviesan la calle que separa la ciudad ¨¢rabe de la jud¨ªa.
Hasta el momento, el alto mando israel¨ª sigue la pauta empleada al principio en la guerra contra Hezbol¨¢, en agosto de 2006: primero, ataques a¨¦reos a gran escala y despu¨¦s ofensiva terrestre. El n¨²mero dos del Estado Mayor israel¨ª, Dan Harel, dej¨® ayer clara esta posibilidad cuando advirti¨®: "Lo peor est¨¢ por llegar". La segunda fase, la invasi¨®n terrestre, cuya duraci¨®n y profundidad en Gaza son una inc¨®gnita, parece cuesti¨®n de tiempo. Poco tiempo. En las inmediaciones de la franja el trasiego de veh¨ªculos blindados y tanques fue ayer constante, y los uniformados expulsaron a los periodistas de un mirador lindante con Gaza y cerraron un per¨ªmetro de varios kil¨®metros de anchura a lo largo del territorio. Todo est¨¢ listo y nada se deja al azar despu¨¦s de seis meses de preparaci¨®n de la ofensiva. Ni siquiera una guerra psicol¨®gica que dif¨ªcilmente prosperar¨¢.
Los panfletos lanzados por la aviaci¨®n israel¨ª en Gaza conminan a los ciudadanos palestinos a rechazar la colaboraci¨®n con Ham¨¢s y su Gobierno. Aunque es uno de los objetivos declarados por el Ejecutivo de Ehud Olmert, nadie cree que se pueda lograr la desafecci¨®n de los partidarios islamistas o derribar el Ejecutivo islamista a base de ca?onazos.
Escrib¨ªa ayer el historiador israel¨ª Tom Segev en el diario Haaretz: "Israel siempre ha pensado que causando sufrimiento a la poblaci¨®n civil ¨¦sta se rebelar¨ªa contra su liderazgo. Es una suposici¨®n que se ha demostrado err¨®nea una y otra vez". M¨¢s bien se trata de rehabilitar la capacidad de disuasi¨®n militar de Israel en Oriente Pr¨®ximo, da?ada tras la guerra contra Hezbol¨¢. A partir de ahora, Ham¨¢s sabe que se expone a una venganza implacable si el lanzamiento de cohetes contin¨²a. Hasta la fecha, sus l¨ªderes juran que resistir¨¢n. Ayer, los milicianos lanzaron m¨¢s de 50 cohetes y proyectiles de mortero contra suelo israel¨ª.
La devastaci¨®n de Gaza es tambi¨¦n un mensaje para la milicia chi¨ª libanesa. Ya lo advirti¨® en octubre el general de divisi¨®n Gadi Eisenkot, jefe del comando norte del Ej¨¦rcito: "Desplegaremos un poder desproporcionado contra cualquier pueblo desde el que se dispare contra Israel y causaremos un da?o inmenso a sus infraestructuras. Desde nuestro punto de vista, esos pueblos ser¨¢n bases militares. Esto no es una impresi¨®n m¨ªa. Es un plan que ya ha sido autorizado".
En opini¨®n de Eisenkot, los enormes destrozos causados en la contienda de 2006 ser¨¢n poca cosa si estalla otro conflicto en L¨ªbano.
A mes y medio de las elecciones, no faltan analistas pol¨ªticos israel¨ªes -los diputados ¨¢rabes de la Kneset clamaron que Barak y Livni "cuentan muertos y asientos en el Parlamento"- que comentan que el futuro pol¨ªtico del l¨ªder laborista y de la presidenta de Kadima depend¨ªan de lanzar esta operaci¨®n. La presi¨®n popular para castigar a Gaza se tornaba insoportable, y en tiempos de campa?a no es la primera vez que el Gobierno israel¨ª decide un ataque de envergadura.
No obstante, la operaci¨®n militar tambi¨¦n tiene sus riesgos. Si el Ej¨¦rcito se embarca en una aventura por tierra y los f¨¦retros de soldados llegan a Israel en buen n¨²mero o si los cohetes provocaran muchas muertes en Israel, ser¨¢n Barak y Livni quienes paguen la factura.
Un avezado diplom¨¢tico israel¨ª se?alaba d¨ªas atr¨¢s: "Hay algo en este pa¨ªs que no se perdona a un Gobierno: la debilidad de sus l¨ªderes". Y no es menos cierto que el israel¨ª de a pie exige resultados. Del mismo modo que respaldan en bloque a sus dirigentes en las guerras, son crueles si el ¨¦xito no es completo. Lo sabe bien Ehud Olmert, que tras la segunda guerra de L¨ªbano se hundi¨® en las encuestas, nunca reflot¨® y termin¨® su mandato con escas¨ªsimas simpat¨ªas entre el electorado. Barak y Livni se la juegan.
Indignaci¨®n en el mundo isl¨¢mico
- Ir¨¢n. M¨¢s de 7.000 estudiantes basiy¨ªes (milicias armadas de los Guardianes de la Revoluci¨®n) se han alistado para participar en atentados suicidas en Gaza, tras la fetua emitida por el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, l¨ªder supremo iran¨ª, ordenando a todos los musulmanes que defiendan a los palestinos "de cualquier forma posible".
- Hezbol¨¢. El jefe de las milicias chi¨ªes de L¨ªbano, Hassan Nasral¨¢, se uni¨® al llamamiento a una tercera Intifada lanzado por Ham¨¢s. "Gaza nos llama a la yihad", dijo ayer Nasral¨¢. "Israel ser¨¢ borrado del mapa".
- Talibanes. Mientras el Gobierno afgano pidi¨® el cese de los bombardeos "que matan inocentes", los jefes talibanes llamaron al mundo isl¨¢mico a "combatir a Israel" y a unirse "a la guerra santa" en "Palestina, Irak y Afganist¨¢n".
- Egipto. Unas 4.000 personas, en su mayor¨ªa miembros del grupo ilegal Hermanos Musulmanes, protestaron en El Cairo. El Gobierno reforz¨® la seguridad en la frontera con Gaza tras la muerte de un agente policial egipcio.
- Jordania. El rey Abdal¨¢ pidi¨® a EE UU que presione a Israel para que cese su ofensiva. Unas 20.000 personas protestaron en Amm¨¢n, convocados por los Hermanos Musulmanes.
- Turqu¨ªa. El ministro de Exteriores, Al¨ª Babacan, anunci¨® ayer la interrupci¨®n de la labor mediadora entre Israel y Siria, tarea "que resulta imposible en estas circunstancias".
- Pakist¨¢n. El primer ministro, Asif Al¨ª Zardari, calific¨® el ataque israel¨ª de "contraproducente" y pidi¨® a la comunidad internacional que promueva un acuerdo.
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