?Y un ecuatoriano en La Moncloa?
Un hijo de africano gobernar¨¢ EE UU - Europa escada vez m¨¢s diversa, pero las minor¨ªas est¨¢n relegadas - Las causas son la inmigraci¨®n reciente y la creencia de que el poder es inalcanzable
Es muy dif¨ªcil imaginarse al hijo de un inmigrante negro como primer ministro del Reino Unido, al de un musulm¨¢n como presidente de Francia o al de un ecuatoriano al frente del Gobierno en Espa?a. Pero la victoria de Barack Obama, que se convertir¨¢ el 20 de enero en el primer afroamericano que llega a la Casa Blanca, ha tenido un gran impacto en Europa y ha abierto el debate sobre la integraci¨®n de las minor¨ªas. ?Es posible que el Viejo Continente pueda tener su propio Obama? Muy improbable, al menos en el corto plazo.
Comparar es arriesgado. Sobre todo porque la situaci¨®n en Europa es muy diferente de la de EE UU, donde la inmigraci¨®n es un fen¨®meno de 200 a?os. Pero los extranjeros y sus descendientes han experimentado un avance incre¨ªble en una UE cada vez m¨¢s diversa. En los ¨²ltimos 20 a?os, han llegado a raudales en busca de una vida mejor, y ya son m¨¢s de 20 millones, procedentes de ?frica, Am¨¦rica Latina y Asia. En algunos pa¨ªses, representan el 10% de la poblaci¨®n. Sin embargo, su participaci¨®n en la pol¨ªtica es todav¨ªa muy limitada.
Ning¨²n parlamentario espa?ol es de origen extranjero
Muchos nacidos fuera limitan su acci¨®n p¨²blica a la labor asociativa
Isidro Rodr¨ªguez: "Los gitanos han de estar en los dos grandes partidos"
"Los musulmanes tambi¨¦n hemos crecido con 'Barrio S¨¦samo", dice Al¨ª
En Reino Unido hay 15 diputados negros, y en Italia, uno
Jean L¨¦onard Touadi, del Partido Democr¨¢tico, es una de las pocas excepciones. Es el ¨²nico diputado negro del Parlamento italiano. "Estados Unidos es en realidad un pa¨ªs de inmigrantes y, aunque los reci¨¦n llegados tambi¨¦n afrontan dificultades, son en general bienvenidos, forman parte del sue?o americano, y por eso el camino de un negro hasta la presidencia es menos complicado que en Europa", dice en una entrevista telef¨®nica. Adem¨¢s, hay casi 40 millones de negros en Estados Unidos, que sumados a los latinos y los indios, representa un porcentaje de poblaci¨®n muy elevada, que no tiene comparaci¨®n con la de inmigrantes en Europa, y muchos de ellos no son en realidad inmigrantes porque sus familias llevan generaciones viviendo all¨ª.
El primer alcalde negro de Espa?a coincide. "Lo que ha pasado en Estados Unidos es incre¨ªble", afirma Juan Antonio de la Morena, de padre espa?ol y madre guineana, del PP, que gobierna desde junio de 2007 Villamantilla, localidad de 800 habitantes situada a 40 kil¨®metros de Madrid. "Hace 40 a?os todav¨ªa hab¨ªa segregaci¨®n racial en ese pa¨ªs y, ahora, ?su presidente ser¨¢ negro! Si es posible dar este giro, es posible todo. Eso s¨ª, no podemos compararnos del todo, porque aqu¨ª somos menos y llevamos menos tiempo", a?ade.
Hay otra gran diferencia con EE UU: all¨ª los inmigrantes llevan tantas generaciones que ya no son inmigrantes, ni extranjeros. En Europa, pr¨¢cticamente mono¨¦tnica hasta el periodo poscolonial, est¨¢n viviendo la primera o segunda generaci¨®n. "Incluso los hijos de inmigrantes son vistos como extra?os por mucha gente en la UE, y saber integrarlos, m¨¢s ahora con la crisis, es uno de los retos", afirma el diputado italiano. Mientras cualquiera que haya nacido en Estados Unidos adquiere la nacionalidad de forma autom¨¢tica, en Italia los hijos de extranjeros tienen que esperar a cumplir 18 a?os para conseguirla. En Alemania, donde hay 2,5 millones descendientes de turcos, apenas 800.000 tienen pasaporte alem¨¢n.
Asi¨¢ticos, latinoamericanos y africanos son poco habituales en los parlamentos europeos, hasta en pa¨ªses con gran presencia de estas minor¨ªas. No hay a¨²n en perspectiva ning¨²n candidato para jefe de Gobierno. "Es dif¨ªcil que haya un primer ministro negro o musulm¨¢n en Europa", afirma Emanuela Bozzini, profesora de sociolog¨ªa de la Universidad de Trento (Italia). "Su participaci¨®n pol¨ªtica es bastante peque?a, incluso en pa¨ªses como el Reino Unido, donde la mayor¨ªa de los miembros de esas minor¨ªas tienen derechos pol¨ªticos completos, no como en otros pa¨ªses", a?ade.
Hay que buscar mucho para encontrar posibles Obamas en Europa. En Francia, s¨®lo hay un diputado negro en representaci¨®n del territorio metropolitano (sin contar las antiguas colonias), aunque el presidente Nicolas Sarkozy (hijo de un inmigrante h¨²ngaro), cuenta en su Gabinete con tres mujeres de origen africano: Rachida Dati, de origen marroqu¨ª, ministra de Justicia; Fadela Amara, de origen argelino, secretaria de Estado para la Ciudad de Par¨ªs, y Rama Yade, de origen senegal¨¦s, secretaria de Estado para los Asuntos Exteriores y los Derechos Humanos.
En el Reino Unido hay 15 diputados procedentes de minor¨ªas, aunque si se tiene en cuenta la proporci¨®n de esta poblaci¨®n en el pa¨ªs, deber¨ªan de ser unos 60. Adem¨¢s, una baronesa negra, Patricia Janet Scotland, nacida en la ex colonia de Dominica, es la fiscal general brit¨¢nica. En Italia, s¨®lo hay un diputado de color, Touadi, originario de la Rep¨²blica del Congo.
El panorama es similar en Espa?a. No hay ning¨²n miembro del Congreso o del Senado inmigrante, aunque s¨ª en los parlamentos auton¨®micos, como Rosa Yolanda Villavicencio, nacida en Colombia, y Mohamed Chaib Akhdim, nacido en Marruecos, ambos socialistas. Adem¨¢s, hay dos diputados auton¨®micos de otra minor¨ªa, la gitana: Francisco Saavedra (PSOE) en Extremadura y Manuel Bustamante (PP) en la Comunidad Valenciana.
Otro caso destacado ha sido la elecci¨®n del eurodiputado germanoturco Cem ?zdemir como presidente de Los Verdes en Alemania, lo que le convierte en el primer hijo de inmigrantes que dirige un partido con representaci¨®n parlamentaria en ese pa¨ªs, en el que viven 15 millones de for¨¢neos y sus hijos, un 18% de la poblaci¨®n. A partir de enero, Rotterdam ser¨¢ la primera ciudad de Holanda con un alcalde musulm¨¢n: Ahmed Aboutaleb, de origen marroqu¨ª e hijo de un im¨¢n.
Desde su despacho de Ferraz, sede del PSOE, la dominicana Bernarda Jim¨¦nez se muestra optimista y explica que la victoria de Obama va a marcar un antes y un despu¨¦s en el mundo. "?l va ser el cambio en el sentido m¨¢s amplio, porque representa la nueva visi¨®n de la sociedad, que tiene que ser diversa, y eso nos va a inspirar a todos; va a tener una repercusi¨®n internacional", afirma Jim¨¦nez, quien lleg¨® a Espa?a hace 25 a?os y es la ¨²nica inmigrante en la Ejecutiva socialista. Como ella, son muchos los que piensan que quiz¨¢s es pronto para que un Obama sea presidente de un pa¨ªs europeo, pero su victoria supone un impulso para las ambiciones de los inmigrantes y sus descendientes.
?Qu¨¦ falla? Para empezar, la falta de inter¨¦s por parte de algunas minor¨ªas de entrar en pol¨ªtica, pensando que no servir¨¢ de nada; la dificultad que tienen para que su mensaje cale en la poblaci¨®n en general; la legislaci¨®n, que impide que se presenten a las elecciones y voten, y finalmente el racismo y el clasismo se encuentran entre las principales causas de ese vac¨ªo pol¨ªtico.
Una de esas dificultades la sufre Mohamed Al¨ª, espa?ol de nacimiento y l¨ªder de la Uni¨®n Democr¨¢tica Ceut¨ª, un partido integrado casi exclusivamente por musulmanes, como ¨¦l. "Por mucho que hagamos para intentar mejorar las cosas, la gente s¨®lo nos ve como musulmanes que van a defender los intereses exclusivamente de los musulmanes, aunque nos definimos como una formaci¨®n aconfesional y progresista", explica Al¨ª, que est¨¢ en plena celebraci¨®n de la fiesta del cordero (la pascua musulmana). "Siempre se identifica el islam con el extranjero, pero en un Estado laico no tendr¨ªa que ser un problema", afirma Al¨ª. "Nosotros tambi¨¦n hemos crecido con Barrio S¨¦samo", a?ade.
Construir un mensaje que llegara a todos los estadounidenses, y no s¨®lo a los negros, fue uno de los grandes ¨¦xitos de Obama. Supo traspasar las fronteras raciales y convertirse en el candidato de una amplia mayor¨ªa. "La victoria de Obama es simb¨®licamente muy importante, porque ¨¦l ha sabido saltar las barreras e ir m¨¢s all¨¢ de los estereotipos", sostiene Touadi.
En ocasiones son los propios inmigrantes o hijos de extranjeros los que no se ven capacitados para emprender proyectos pol¨ªticos. "Casi siempre se centran en colaborar con asociaciones de inmigrantes, y no se dan cuenta de que hay muchas m¨¢s posibilidades", opina el alcalde de Villamantilla. "Es por nuestros propios prejuicios, a veces nos acobardamos nosotros mismos... gente como Obama es muy importante, porque nos muestra que podemos", dice.
Una vez superado el prejuicio, los aspirantes a llegar a La Moncloa, Downing Street o el palacio del El¨ªseo tienen que afrontar otras barreras. El derecho de voto de los inmigrantes est¨¢ muy restringido, salvo que hayan conseguido la nacionalidad. En 13 pa¨ªses de la UE los ciudadanos extracomunitarios no pueden votar en ning¨²n caso. En el resto, pueden hacerlo pero con limitaciones, y s¨®lo en las elecciones municipales. En Espa?a, pueden participar en las locales si existe un acuerdo de reciprocidad con el pa¨ªs de origen del votante, es decir, si un espa?ol puede votar all¨ª tambi¨¦n. Este supuesto parece dif¨ªcil que se d¨¦ con Marruecos o China.
Hay varias iniciativas en marcha, por parte de asociaciones y partidos pol¨ªticos, para que los extracomunitarios puedan votar en las elecciones. En Espa?a, el PSOE ha calculado que esta medida favorecer¨ªa en los comicios municipales de 2011 a m¨¢s de 1.300.000 inmigrantes (400.000 marroqu¨ªes, 230.000 ecuatorianos, 155.000 colombianos y 75.000 peruanos, entre otros).
Votar y ser elegidos, claro. "Los partidos pol¨ªticos tienen mucho que hacer", afirma Kamal Rahmouni, presidente de la Asociaci¨®n de Trabajadores Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (ATIME). "Tienen que reflejar la diversidad de la sociedad en el seno de su estructura, empezando por las listas electorales, y abrir un espacio para las personas de origen inmigrante y otras minor¨ªas", a?ade.
El racismo es el ¨²ltimo gran obst¨¢culo. Un 62% de los ciudadanos europeos considera extendida la discriminaci¨®n en la UE, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Eurobar¨®metro de la Comisi¨®n Europea. Un porcentaje considerable, pero dos d¨¦cimas inferior al registrado hace dos a?os. Los holandeses, griegos, franceses, italianos, suecos y daneses son los m¨¢s negativos: entre un 75% y un 79% de sus ciudadanos opina que la discriminaci¨®n est¨¢ extendida. Con un 66%, los espa?oles ocupan los puestos medios de la clasificaci¨®n.
Las encuestas no se equivocan, seg¨²n el director de la Fundaci¨®n Secretariado Gitano, Isidro Rodr¨ªguez. "Hemos avanzado mucho, pero los gitanos deben estar presentes en los grandes partidos, como el PP y el PSOE. Si no, est¨¢n condenados a la irrelevancia; Obama estaba en un gran partido, el dem¨®crata, no al margen", afirma. En algunos pa¨ªses del Este, donde son la mayor minor¨ªa, los gitanos tienen su propio partido. Es el caso de Rumania. "M¨¢s que racista, yo creo que en Espa?a somos clasistas; siempre asociamos a negros, gitanos y musulmanes con la pobreza", afirma el alcalde de Villamantilla.
"Los ataques racistas son m¨¢s frecuentes ahora, especialmente en pa¨ªses como Italia, Grecia, Irlanda y Reino Unido. El racismo, como actitud p¨²blica, tambi¨¦n est¨¢ al alza", a?ade la soci¨®loga Bozzini. Y si hay alguna minor¨ªa especialmente maltratada es la gitana, seg¨²n el Eurobar¨®metro. Un 24% de los europeos se sentir¨ªan inc¨®modos teniendo de vecino a un gitano. Sin embargo, cuando se trata de cualquier otra minor¨ªa, ese porcentaje baja al 6%.
Al final, un fen¨®meno como el de Obama es tan fuerte que pone en jaque cualquier an¨¢lisis. Su viaje a la Uni¨®n Europea, en julio pasado, lo demuestra. M¨¢s de 200.000 personas, sobre todo j¨®venes, le escucharon en el discurso que pronunci¨® en Berl¨ªn, junto a la Puerta de Brandemburgo. La multitud reunida en el parque gritaba: "?Presidente, presidente!". Parece que este Obama s¨ª podr¨ªa gobernar en Europa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Integraci¨®n social
- Estad¨ªsticas
- Inmigrantes
- Funcionarios
- Uni¨®n Europea
- Inmigraci¨®n
- Pol¨ªtica social
- Funci¨®n p¨²blica
- Gobierno
- Elecciones
- Equipos
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Migraci¨®n
- Partidos pol¨ªticos
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Deportes
- Demograf¨ªa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sociedad