El espa?ol, un fil¨®n hu¨¦rfano de prestigio
Es la cuarta lengua m¨¢s hablada del mundo, idioma oficial en 18 pa¨ªses y el m¨¢s estudiado tras el ingl¨¦s - Vale mucho (15% del PIB nacional), pero le falta el pedigr¨ª de la relevancia internacional
Un adverbio no tiene precio. Ni errar con las tildes trastoca la econom¨ªa. No se paga por hablar (con las sabidas excepciones) ni se cobra por escribir un correo electr¨®nico. El adverbio, las tildes, el habla o la escritura forman parte de un conglomerado llamado idioma, que no est¨¢ en la lista de la compra ni en las cuentas de resultados. Sin embargo, pesa en la econom¨ªa. Como el turismo o la compra de viviendas. Con un inconveniente: es un recurso de dif¨ªcil medici¨®n econ¨®mica. Y una ventaja: vadea las crisis con resuello. En estos tiempos, disponer de un recurso que cotiza al alza sin ingenier¨ªas contables puede considerarse un tesoro. O un activo.
El espa?ol lo es. Lo hablan 441 millones de personas, es lengua ¨²nica en 18 pa¨ªses (y cooficial en otros tres) y el segundo idioma m¨¢s estudiado del mundo (s¨®lo detr¨¢s del ingl¨¦s). Hay negocios de ense?anza y potentes sectores (editorial, audiovisual, discogr¨¢fico...) que lo usan como materia prima b¨¢sica. Y m¨¢s all¨¢ de lo obvio, hay otros ¨¢mbitos econ¨®micos influidos por las palabras en com¨²n: las exportaciones y la internacionalizaci¨®n de las empresas espa?olas en Am¨¦rica Latina, el trasiego de inmigrantes latinos hacia Espa?a o las oportunidades profesionales que se abren en pa¨ªses como Estados Unidos.
El castellano es un bien cuyo valor aumenta con la cifra de usuarios
Guillermo Corral: "Sin una oferta de calidad en Internet, no daremos el salto"
El alem¨¢n y el franc¨¦s pierden matr¨ªculas en Estados Unidos
La inversi¨®n en tecnolog¨ªa refuerza el uso del ingl¨¦s en la ciencia
Sobre todo ello plane¨® un gran desconocimiento. "No se ha sido muy consciente, pero conseguir datos fiables cuesta y es ahora cuando tenemos datos objetivos para saber que el espa?ol est¨¢ ah¨ª. Los ingleses hace mucho que lo descubrieron", reflexiona Carmen Caffarel, la directora del Instituto Cervantes, uno de los organismos que, desde su creaci¨®n en 1991, ha buceado m¨¢s en el estudio del espa?ol y su proyecci¨®n internacional.
La preocupaci¨®n por su peso econ¨®mico es incluso m¨¢s reciente, y tal vez un mecanismo de supervivencia. En tiempos en los que el conocimiento sin utilidad pr¨¢ctica est¨¢ en retroceso, la lengua adquiere m¨¢s proyecci¨®n con los defensores de su rentabilidad que con los fil¨®logos que la desmenuzan. El primer estudio que puso n¨²meros a las letras se public¨® en 2003. Dirigido por ?ngel Mart¨ªn Municio, concluy¨® que el valor del espa?ol equival¨ªa al 15% del PIB, una cuenta que sal¨ªa de considerar al idioma como un input que se incorporaba a todos los bienes y servicios finales producidos en Espa?a.
En la investigaci¨®n m¨¢s reciente, Valor econ¨®mico del espa?ol: una empresa multinacional (2008), dirigida por los economistas Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado, Juan Carlos Jim¨¦nez y Jos¨¦ Antonio Alonso, se aportan novedades en los datos -a la lengua se le atribuye el 16% de la ocupaci¨®n laboral- y en el punto de vista: su valor econ¨®mico es din¨¢mico, no un mero porcentaje del PIB.
Analizarlo no es f¨¢cil. "Se trata de un activo inmaterial -intangible, por tanto-, dotado de importantes externalidades, incapaz de ser apropiado por los agentes econ¨®micos que acceden a su uso, que carece de costes de producci¨®n y que no se agota al ser consumido", enumera el catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado en un art¨ªculo incluido en el libro El espa?ol de los negocios (2008). De ah¨ª, su marco doctrinal: "La lengua es un bien p¨²blico cuyo valor aumenta conforme crece el n¨²mero de quienes la hablan y de su capacidad para servir de medio de comunicaci¨®n internacional".
Es, pues, incuestionable la val¨ªa de un idioma hablado por 441 millones de personas. Y tambi¨¦n su utilidad como medio internacional de comunicaci¨®n, teniendo en cuenta que 18 pa¨ªses lo tienen como lengua oficial.
Si es un bien que se revaloriza conforme crece el club de personas que lo emplean, como sostiene el economista Juan Carlos Jim¨¦nez, las perspectivas futuras resultan de lo m¨¢s halag¨¹e?as. Basta detenerse en lo que est¨¢ a punto de ocurrir en Brasil, el pa¨ªs que ha abrazado al espa?ol con m¨¢s empe?o institucional. En pocos a?os lo hablar¨¢n 11 millones de brasile?os gracias a la decisi¨®n del Gobierno de incluirlo en todas las escuelas como lengua optativa, lo que como medida directa ha disparado la demanda de profesores de espa?ol en el gigante suramericano.
La segunda locomotora del espa?ol en el mundo es Estados Unidos, no por a es Estados Unidos, no por apoyo institucional como en el caso anterior, sino por el empuje demogr¨¢fico de los emigrantes latinos. Es ya el segundo pa¨ªs con m¨¢s hispanohablantes despu¨¦s de M¨¦xico. En la Enciclopedia del espa?ol en Estados Unidos se prev¨¦ que los 44 millones de hispanos que viv¨ªan en el pa¨ªs en 2006 se multiplicar¨¢n hasta 132 millones en el a?o 2050.
Otro indicador de inter¨¦s es la evoluci¨®n de la demanda de lenguas extranjeras en las universidades estadounidenses: mientras retroceden lenguas tan prestigiadas como el franc¨¦s o el alem¨¢n (han perdido respectivamente 66.000 y 39.000 matr¨ªculas desde 1990 hasta 2006), el espa?ol se ha disparado (en ese periodo ha ganado 289.000 matr¨ªculas). "Conviene, sin embargo, no dejarse llevar, como sucede tantas veces en Espa?a, por una especie de entusiasmo estad¨ªstico", ataja el escritor Antonio Mu?oz Molina, quien dirigi¨® el Instituto Cervantes en Nueva York. Tanto en art¨ªculos como en intervenciones, Mu?oz Molina enfr¨ªa el j¨²bilo num¨¦rico. Asegura que el espa?ol vive en Estados Unidos una situaci¨®n parad¨®jica, lo que explica que pese al boom poblacional se hayan cerrado las dos ¨²nicas librer¨ªas de espa?ol que hab¨ªa en Nueva York.
"Su peso demogr¨¢fico no se corresponde ni de lejos con su importancia cultural, de modo que a la buena noticia sobre su pujanza y sobre la demanda de su aprendizaje debe contraponerse un cierto escepticismo sobre su futura relevancia social, cultural e incluso pol¨ªtica", escribi¨® el escritor en un art¨ªculo para el Instituto Cervantes. A realzar su prestigio no ayuda -se queja el escritor-la escasa calidad de TVE Internacional, nada que ver con la parrilla exterior de la BBC. Quienes se zafan de la autocomplacencia por la cantidad, citan varios agujeros negros del espa?ol. No es una lengua cient¨ªfica. Gerardo Delgado, presidente de la Federaci¨®n Iberoamericana de Sociedades de F¨ªsica, recuerda que lo fue el Siglo de Oro, coincidiendo con las innovaciones cient¨ªficas desarrolladas en Espa?a. "Un elemento esencial en la importancia del ingl¨¦s como lengua cient¨ªfica", expone, "es la inversi¨®n que hacen los pa¨ªses que utilizan este idioma en ciencia y tecnolog¨ªa".
Y hay m¨¢s rotos que zurcir. Como Internet. "?Cu¨¢l es el nivel de desarrollo del software en espa?ol? ?Cu¨¢l es el volumen de publicaciones de libros, revistas cient¨ªfico-t¨¦cnicas y prensa especializada? El verdadero desarrollo del espa?ol como lengua globalmente aceptada y extendida est¨¢ por llegar", indica Francisco P¨¦rez Navarro, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Escuelas de Espa?ol como Lengua Extranjera (Fedele).
Aunque el espa?ol ocupa el tercer lugar en Internet en cuanto a usuarios que demandan p¨¢ginas en este idioma, por detr¨¢s del ingl¨¦s y del chino, la cantidad, como ya se ha visto tantas veces, no lo es todo. No, al menos, para el director general de Pol¨ªticas e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura, Guillermo Corral. "Si el espa?ol quiere realzar su potencial tiene que conquistar Internet. Si no hay una oferta cultural de calidad en Internet, nunca conseguiremos que se d¨¦ el salto cualitativo, y aqu¨ª nos encontramos con el problema de la pirater¨ªa", avisa. Corral cita el ejemplo de la industria editorial espa?ola: "Es la cuarta m¨¢s grande del mundo con una proyecci¨®n espectacular, pero tendr¨ªa que migrar al entorno digital en tres a?os. Esa transici¨®n se desincentiva si no garantizamos que se va a producir un retorno de la inversi¨®n".
Los idiomas, afirma el economista Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado, poseen un valor filol¨®gico, cultural, pol¨ªtico y econ¨®mico. Pesan seg¨²n los hablantes, pero tambi¨¦n seg¨²n los usos. El espa?ol ha superado la batalla de los n¨²meros, pero tiene pendiente convertirse en una de las lenguas de referencia mundial en el campo de la diplomacia, la cultura, la ciencia y las nuevas tecnolog¨ªas. El toque del pedigr¨ª.
237.000 turistas idiom¨¢ticos en la patria de la e?e
El a?o 1492 no s¨®lo acogi¨® haza?as geogr¨¢ficas y convulsiones pol¨ªticas. Tambi¨¦n fue el a?o en el que un catedr¨¢tico andaluz, que trabajaba en la Universidad de Salamanca, cre¨® las primeras normas del castellano. Una aventura tan colosal como que un europeo encontrase un continente. Antonio de Nebrija urdi¨® la primera gram¨¢tica del castellano. No s¨®lo eso. Tambi¨¦n redact¨® una Gram¨¢tica del espa?ol como lengua extranjera, que, en sus propias palabras, estaba pensada para "los pueblos b¨¢rbaros sometidos, los enemigos de nuestra fe que tienen ia necessidad de saber el lenguaje castellano y todos aquellos que tienen alg¨²n trato i conversaci¨®n en espa?a i necessidad de nuestra lengua". Nebrija fue sin duda un erudito visionario, aunque su vanguardismo no encontr¨® continuadores constantes. Desde el siglo XV, la ense?anza del espa?ol ha vivido entre claroscuros y altibajos.
Una inestabilidad que parece disiparse en las ¨²ltimas d¨¦cadas, conforme se aprecia su ancha veta econ¨®mica. Incluso Turespa?a ha olfateado su potencial y ha comenzado a mimar el turismo idiom¨¢tico. Porque no se trata de calderilla. En 2007, Espa?a ingres¨® 462,5 millones de euros gracias a los extranjeros que vinieron a estudiar espa?ol. Cada uno se gasta de promedio 1.950 euros entre cursos, alojamiento, manutenci¨®n y ocio. Salamanca, Sevilla, C¨¢diz, M¨¢laga, Granada, Valencia, Alicante, Barcelona y Madrid despuntan: acogen el 72% de los 600 centros de ense?anza de espa?ol.
Alemanes (23%) y estadounidenses (13%) son los alumnos m¨¢s frecuentes, seguidos de franceses, italianos y brit¨¢nicos. Cada vez llegan m¨¢s: los 130.000 estudiantes de 2000 son 237.000 siete a?os despu¨¦s. Un camino de ¨¦xito en el que, como en todo, hay un pero. "En el poderoso mercado americano estamos perdiendo a?o tras a?o cuota de estudiantes que vienen a Espa?a a favor de otros destinos", advierte el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Escuelas de Espa?ol como Lengua Extranjera (Fedele), Francisco P¨¦rez Navarro.
M¨¦xico, Costa Rica, Argentina y Chile son, seg¨²n Turespa?a, los principales competidores en la captaci¨®n de turistas idiom¨¢ticos. P¨¦rez Navarro considera urgente que la promoci¨®n en el extranjero se unifique entre todas las instituciones, que se reconozcan por las universidades estadounidenses los certificados de estudios del Instituto Cervantes o que se agilice la tramitaci¨®n de visados de estudios. Con estos esfuerzos, prev¨¦ que se duplique la cifra de turistas idiom¨¢ticos.
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