La crisis empa?a los 50 a?os de la revoluci¨®n cubana
Los dirigentes castristas optan por un perfil bajo durante las celebraciones ante la grave situaci¨®n econ¨®mica
"Cincuenta a?os no son nada. Y son mucho...", bromea el escritor Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en v¨ªsperas de la Nochevieja cubana. Est¨¢ con un grupo de amigos en el restaurante El Aljibe, donde sirven pollo, arroz y frijoles, un manjar en la Cuba de hoy. "El truco est¨¢ en la salsita", sentencia, y se refiere a ambas: la del pollito y la de la revoluci¨®n.
En El Aljibe se preparan para esta noche con globos y disfraces, pero los festejos oficiales en estas bodas de oro de la revoluci¨®n no pueden ser m¨¢s discretos. La palabra de orden, hoy en Cuba, es austeridad.
Ra¨²l lo dijo bien clarito en su discurso ante el Parlamento, hace una semana: hay que "ajustar todos los sue?os a las verdaderas posibilidades". Lo que se impone es el control y la "racionalizaci¨®n de recursos", y quiz¨¢ por ello la ceremonia central para recordar la entrada de los barbudos a Santiago de Cuba, el 1 de enero de 1959, y el primer discurso de Fidel Castro desde el balc¨®n del Ayuntamiento, fue concebida como una coreograf¨ªa minimalista.
?La puesta en escena? Un sobrio acto cultural, con actuaciones de bandas de conciertos y coros; 3.000 invitados, en representaci¨®n de los 11 millones de cubanos; nada de fastos ni desfiles militares y como guinda, un discurso de Ra¨²l Castro en la l¨ªnea habitual: pocas palabras y un mensaje directo, con ¨¦nfasis en lo que todav¨ªa "queda por hacer".
Demostraci¨®n del tono contenido de las celebraciones fue tambi¨¦n el escueto mensaje con que Fidel Castro felicit¨® ayer a sus compatriotas en el diario Granma: "Al cumplirse dentro de pocas horas el 50 Aniversario del Triunfo, felicito a nuestro pueblo heroico". Esta frase y nada m¨¢s.
Garc¨ªa M¨¢rquez lleg¨® a la isla a principios de diciembre para ofrecer su taller de gui¨®n C¨®mo se cuenta un cuento, en colaboraci¨®n con Senel Paz, en la Escuela de Cine y Televisi¨®n de San Antonio de Los Ba?os. Gabo, en sus visitas a La Habana suele reunirse con Fidel y Ra¨²l Castro, pero ayer no viaj¨® a Santiago de Cuba. Tampoco lo hicieron intelectuales, pol¨ªticos y amigos de la revoluci¨®n que hubieran estado encantados de celebrar estos d¨ªas un aniversario tan redondo junto a los l¨ªderes cubanos.
Deliberadamente, las autoridades quisieron este perfil bajo, y ello tiene varias explicaciones. La primera es que Cuba todav¨ªa intenta recuperarse de las secuelas de los huracanes Gustav e Ike, que arrasaron el pa¨ªs dejando p¨¦rdidas por m¨¢s de 10.000 millones de d¨®lares -el 20% del PIB en 2007-, y 500.000 viviendas da?adas severamente (un 15% del total), seg¨²n las cifras oficiales. A ello se suma la crisis financiera internacional, agravada por la bajada de los precios de las materias primas que Cuba exporta y la subida de los precios de los alimentos, que ha exacerbado las tensiones econ¨®micas y ha puesto a la isla contra las cuerdas.
Para muchos cubanos, no hay demasiados motivos para celebrar. Otros dicen que el que la revoluci¨®n haya llegado a medio siglo ya es "una victoria".
El mi¨¦rcoles, Ra¨²l Castro, de 77 a?os, ofreci¨® una breve valoraci¨®n en la televisi¨®n cubana: "El enemigo dice que el socialismo ha sido un fracaso. ?Por qu¨¦ no nos dejan tranquilos para luchar en igualdad de condiciones?", se pregunt¨®, para agregar "no hemos tenido paz, no hemos tenido tranquilidad".
Seg¨²n Ra¨²l Castro, que ejerci¨® durante casi medio siglo de ministro de las Fuerzas Armadas antes de asumir la presidencia del Gobierno, el 24 de febrero de 2008, la revoluci¨®n puede mirar al pasado con la frente alta: "No ha sido ning¨²n fracaso ni siquiera en estas condiciones. Ha sido un incesante batallar, hemos tenido que dedicar gigantescos gastos a la defensa"; quiz¨¢s en un tono un poco a la defensiva, opinaba: "Estos 50 a?os son a?os heroicos, los que tuvimos el privilegio de vivirlos conscientemente y participar activamente en todo tenemos que sentirnos orgullosos, todos los que hemos vivido esa gloria que no podemos mancillar, que no podemos dejar caer, que tenemos que continuar porque el imperialismo est¨¢ ah¨ª".
Garc¨ªa M¨¢rquez es de los que creen que la revoluci¨®n s¨ª ha merecido la pena. Y piensa que 2009 ser¨¢ un buen a?o, en el que podr¨ªan cuajar muchas "esperanzas". Una de las mayores tiene nombre extranjero: Barack Obama. El presidente electo de Estados Unidos ha dicho que apostar¨¢ por el di¨¢logo pol¨ªtico con Cuba. Y si comienza la distensi¨®n y empiezan a llegar cubanoamericanos y turistas, esto podr¨ªa ayudar a los anhelados cambios y al fin de las coartadas, esperan no pocos cubanos.
En octubre de 2009, adem¨¢s, se celebrar¨¢ el VI Congreso del Partido Comunista, que deber¨¢ delinear las directrices econ¨®micas y pol¨ªticas de la revoluci¨®n de cara al futuro; y decidir si la revoluci¨®n de 1959 por fin se abre para que la "salsita", aunque se espese, siga teniendo sabor cincuenta a?os despu¨¦s.
Los albores de la revoluci¨®n
- 26 de enero de 1953. Fracasa el asalto al cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba, encabezado por los hermanos Castro.
- 2 de diciembre de 1956. Fidel Castro y 81 seguidores desembarcan en Cuba, procedentes de M¨¦xico. Comienza la ofensiva contra Fulgencio Batista.
- 1 de enero de 1959. Batista cede el poder y huye a la Rep¨²blica Dominicana.
- 8 de enero de 1959. Castro entra en La Habana, forma Gobierno y promete la democratizaci¨®n de Cuba.
- 1960. Nacionalizaci¨®n de empresas y creaci¨®n de los comit¨¦s vecinales de defensa de la revoluci¨®n. La URSS acuerda la protecci¨®n militar y econ¨®mica de la isla. EE UU decreta el embargo.
- 16 de abril de 1961. Castro proclama el car¨¢cter socialista de la revoluci¨®n.
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