"?Te imaginas a un gal¨¢n con s¨ªndrome de Down?"

Con el paso del tiempo, Pablo Pineda, de 34 a?os, el primer titulado universitario europeo con s¨ªndrome de Down (SD), ha aprendido a tomarse con humor las situaciones inc¨®modas que le ha deparado su cromosoma 21 alterado, al combinarse con los prejuicios sociales. Situaciones como cuando se present¨® en el cuartel tras haber sido declarado pr¨®fugo de la mili por un error burocr¨¢tico. "El militar dijo mi nombre y yo dije ?presente! ?l levant¨® la cabeza y nada m¨¢s verme la cara grit¨® ?exento! Fue muy desagradable", recuerda Pablo, mientras ataca con apetito un solomillo en el Parador de Gibralfaro, en M¨¢laga.

Pineda, medalla de Oro de Andaluc¨ªa en 2005 y acostumbrado a las entrevistas desde ni?o, ha elegido ese restaurante "porque tiene muy buenas vistas para la foto". Tras diplomarse en Magisterio en 1999, se embarc¨® en la licenciatura de Psicopedagog¨ªa. El trabajo, los numerosos viajes por toda Espa?a para contar su experiencia de superaci¨®n a familiares de personas con SD, y "cierta apat¨ªa" le han llevado a arrinconar "temporalmente" los estudios. El ¨²ltimo obst¨¢culo entre ¨¦l y los libros ha sido el cine.

El primer diplomado europeo con SD protagoniza el filme 'Yo tambi¨¦n'

Durante cinco semanas en septiembre y octubre, Pablo se ha convertido en Daniel, protagonista de Yo tambi¨¦n, el primer largometraje de ?lvaro Pastor y Antonio Naharro. El filme, coproducido por Julio Medem, se inspira en parte en la vida de Pineda, y cuenta la historia de amor entre dos trabajadores sociales, Daniel y Laura, interpretada por Lola Due?as. "Trabajar con ella ha sido estupendo, hemos tenido una qu¨ªmica y una complicidad especiales", asegura.

El rodaje, entre Sevilla y Madrid, le ha supuesto enfrentarse a escenas con gran carga emotiva. "Ha sido la ¨¦poca en la que m¨¢s he llorado en mi vida, pero enseguida hab¨ªa alguien del rodaje para que me recuperara. Seguro que Almod¨®var no lleva a Pen¨¦lope Cruz tan en volandas como me han llevado a m¨ª", r¨ªe.

Durante los ¨²ltimos a?os, Pineda ha conseguido "emanciparse moralmente" de sus padres, quienes, junto al catedr¨¢tico de Pedagog¨ªa Miguel L¨®pez Melero, lucharon para escolarizarlo en una escuela normal. "He descubierto los gustos modernos que me diferencian de ellos. Por ejemplo, escucho los 40 Principales o veo Operaci¨®n Triunfo. Puede parecer una tonter¨ªa, pero siempre se ha pensado que los s¨ªndrome de Down no ten¨ªamos gustos propios ni intimidad, y me he rebelado contra eso". La pel¨ªcula le ha permitido, ahora, saborear la emancipaci¨®n f¨ªsica, aunque con la "vigilancia distante" de sus padres, que le telefoneaban a diario. "Me ha gustado la experiencia, y veo la independencia m¨¢s cerca", asegura.

A Pineda no le gusta que, por el hecho haber estudiado, se considere "una excepci¨®n" dentro del colectivo de SD. "Decir que yo soy una excepci¨®n es una coartada para no integrar y marginar al resto del colectivo". El actor novel rechaza los l¨ªmites: "Ojal¨¢ llegue un s¨ªndrome de Down que sea arquitecto o ingeniero. O gal¨¢n de cine. ?Te imaginas a un s¨ªndrome de Down haciendo de gal¨¢n?".