Una mujer pide justicia por un error que la llev¨® a abortar

Cuando Ver¨®nica G. D. se dio cuenta de que estaba embarazada -de cuatro o seis semanas, tan poco que ni se hab¨ªa percatado- su m¨¦dico de familia se asust¨® porque poco tiempo antes la hab¨ªa enviado al endocrino para que le hiciera una gammagraf¨ªa tiroidea -prueba que exige inyectar una sustancia con is¨®topos radiactivos- para ver si padec¨ªa hipertiroidismo. El m¨¦dico, en M¨¦ntrida (Toledo), le recomend¨® entonces que abortara porque no se fiaba de que esas pruebas hubieran afectado al feto. "Se asust¨®. Me dijo que deb¨ªa abortar, que los is¨®topos radiactivos ocasionaban grav¨ªsimos riesgos de malformaci¨®n", explica Ver¨®nica. Interrumpi¨® su embarazo, de ocho semanas, por un riesgo que, despu¨¦s, se ha revelado muy bajo.

Ver¨®nica tiene 30 a?os y cuatro hijos. Trabaja de comercial y no entiende nada de medicina. "Estaba asustad¨ªsima. No sab¨ªa que la prueba que me hab¨ªan hecho era peligrosa, ni siquiera me advirtieron de sus riesgos antes. Tampoco me preguntaron si estaba embarazada", asegura. Est¨¢ en el despacho de su abogado. Ver¨®nica y su esposo han presentado una reclamaci¨®n por responsabilidad patrimonial contra el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Piden 150.000 euros por da?os y perjuicios.

Todav¨ªa recuerda esos d¨ªas de abril y lo asustada que estaba. Volvi¨® al endocrino. ?l le recomend¨® consultar a su ginec¨®loga los riesgos de continuar con el embarazo, pero ¨¦sta ni siquiera la recibi¨®. La envi¨® a Planificaci¨®n Familiar para solicitar un aborto. "Tuve que recurrir a una trabajadora social que me explic¨® que deb¨ªa hacerme una ecograf¨ªa", dice. Cuando se la hizo fue al Hospital Virgen de la Salud (Toledo), donde dos ginec¨®logos revisaron su historial. El informe m¨¦dico que firmaron dice: "Presunci¨®n de graves taras f¨ªsicas o ps¨ªquicas para el feto de la paciente". Le vuelven a aconsejar que aborte.

"Todo fue muy r¨¢pido. Me dijeron que cuanto m¨¢s tiempo tardase ser¨ªa peor. Firm¨¦. Me enviaron a una cl¨ªnica privada en Madrid con la que Castilla-La Mancha tiene convenio. All¨ª me hicieron el aborto", cuenta Ver¨®nica. M¨¢s tarde consult¨® con otro m¨¦dico. "Todo le pareci¨® un poco raro, nos dijo que ¨¦l cre¨ªa que la gammagraf¨ªa no era tan peligrosa como nos hab¨ªan dicho", relata el esposo de Ver¨®nica. Le aconsej¨® consultar con un experto en medicina nuclear o acudir al Centro de Investigaci¨®n de Anomal¨ªas Cong¨¦nitas.

All¨ª les dicen que el riesgo por una gammagraf¨ªa en un momento tan temprano de la gestaci¨®n es baj¨ªsimo. "Se ha cometido un grav¨ªsimo error m¨¦dico. Ninguno de los facultativos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha que atendieron a Ver¨®nica se molest¨® en hacerle m¨¢s pruebas o en averiguar, como ella tuvo que hacer despu¨¦s, los riesgos reales a los que se enfrentaba", argumenta su abogado, Abelardo Moreno.

Para valorar el potencial riesgo para el desarrollo embrionario por una gammagraf¨ªa tiroidea los expertos dicen que hay que conocer la radiaci¨®n absorbida en ¨²tero. Pero a Ver¨®nica s¨®lo le hicieron una ecograf¨ªa. "Las dosis de Tecnecio 99 que se usan en las pruebas diagn¨®sticas son muy bajas, por lo que la dosis absorbida en ¨²tero suele ser m¨ªnima, y siempre inferior a 5 rads. Es por encima de 10 rads cuando se considera arriesgado para el desarrollo fetal", explica Elvira Rodr¨ªguez-Pinilla, m¨¦dica del servicio de Informaci¨®n sobre Terat¨®genos del Instituto de Salud Carlos III.

Tras la reclamaci¨®n de Ver¨®nica, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha asegura que ha abierto una investigaci¨®n. Su expediente est¨¢ "en fase de instrucci¨®n" para "contrastar toda la informaci¨®n disponible sobre la atenci¨®n prestada a la paciente y poder resolver las dudas que expresa en su reclamaci¨®n por la dif¨ªcil decisi¨®n adoptada tras recibir los informes m¨¦dicos pertinentes".