"Para ser mas¨®n s¨®lo hay que ser un buen dem¨®crata"
Habla quedamente y apenas cata la exhibici¨®n de zumos de pomelo, brioches y embutidos. Dice ser nacido en Lleida, en la comarca triguera de La Segarra, hijo de un panadero; hoy mide 1,82 de estatura, su mirada es directa y su aspecto, el de un ex jugador de baloncesto... Nadie dir¨ªa que este hombre de 57 a?os, Jordi Farrerons, casado, padre de un hijo de 20 a?os, de profesi¨®n camar¨®grafo, fuera seren¨ªsimo gran maestro de la Gran Logia Simb¨®lica Espa?ola, la rama de la masoner¨ªa que se declara m¨¢s liberal: unos 600 hermanos y hermanas distribuidos por toda Espa?a. Vive en un pueblito tranquilo llamado Centelles, cerca de Barcelona, urbe de donde tuvo que marchar "por el ruido".
Este camar¨®grafo prejubilado es gran maestro de la logia mas¨®nica m¨¢s liberal
A contramano de otros afectados en similares condiciones laborales, Farrerons no abomina del expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE) que le ha prejubilado al serle aplicado por Radiotelevisi¨®n Espa?ola, donde ha trabajado 30 a?os. "Para m¨ª, ha sido una especie de regalo, ya que puedo dedicar mi tiempo a lo que realmente me gusta: leer, caminar, ver cine; cuando quiero relajarme, me pongo una pel¨ªcula como Eva, de Josep Mankiewicz".
?Qu¨¦ hay que hacer para llegar a gran maestro mas¨®n? "Primero ser mas¨®n; luego, haber desempe?ado cargos en talleres o logias y, por fin, resultar elegido con el voto directo de hermanos y hermanas", explica. ?Cree que toda persona est¨¢ capacitada para recorrer el mismo camino seguido por usted? "S¨ª. Las personas con un m¨ªnimo de preparaci¨®n no necesitan ser ricas ni poderosos/as, basta con que se trate, tanto mujeres como hombres, de dem¨®cratas, de buenas costumbres, que no sean xen¨®fobas, ni racistas y que no hayan hablado mal de la masoner¨ªa. Con esto es suficiente para serlo". Su maestr¨ªa, asegura, le ha ayudado a saber m¨¢s de s¨ª mismo: "Me ha transformado en una persona m¨¢s tolerante y respetuosa con los dem¨¢s y me ha permitido corregir mi impulsividad anterior".
Aparentemente, todo en Jordi Farrerons respira tranquilidad, mansedumbre. "Es que la masoner¨ªa sirve para lograr la felicidad propia y la de los dem¨¢s mediante un proceso de autoconstrucci¨®n", dice. En ese proceso, admite que no hall¨® dificultades. "No las hubo, tuve la oportunidad de conocer a un grupo de masones en Barcelona, su sede, sus planteamientos de tolerancia y su antidogmatismo y supe que eso era lo m¨ªo". Hablando de dogmas, ?no es la discreci¨®n un dogma para los masones? "Toda organizaci¨®n, toda persona, conserva para su intimidad determinadas cosas y la masoner¨ªa no se distingue en esto de ellas". A la pregunta de ?para qu¨¦ sirve la masoner¨ªa? Jordi Farrerons no lo duda un segundo: "Es una escuela para formar seres libres; aunque cuesta mucho, no hay que tener miedo a la libertad, los hermanos y hermanas te ayudan a ser libre".
Hay cuatro palabras en los frontis de algunas logias: saber, poder, atreverse o callar. ?Cu¨¢l elige para definir la actitud de los masones en la Espa?a de hoy? "Atreverse", dice con una sonrisa. Su mirada, que por primera vez destella pasi¨®n, acompa?a sus palabras; s¨®lo entonces acomete el zumo de pomelo y un poquito de embutido, mientras el sol matinal se abre paso tras los cristales de la cafeter¨ªa de un hotel de la carrera de San Jer¨®nimo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.