?Est¨¢ Wintour pasada de moda?

A nadie de Vogue, y menos que a nadie a su editora jefa, Anna Wintour, pod¨ªa haberle escocido una carta recientemente enviada por una lectora que se quejaba de que la revista estaba estancada en la rutina. Al fin y al cabo, Wintour decidi¨® publicar la carta en la que se reprend¨ªa a la revista por mostrar a las mismas mujeres: "Gwyneth Paltrow, Caroline Trentini, Gisele B¨¹ndchen, Nicole Kidman, Sienna Miller, bla, bla, bla", dec¨ªa la lectora, Kathryn Williams, de San Diego. "Podr¨ªa hacer un calendario con las chicas de sus portadas y seguramente ser¨ªa el mismo un a?o tras otro". Lo curioso -habida cuenta de los rumores que corr¨ªan el mes pasado de que Wintour iba a ser sustituida por Carine Roitfeld, la directora de la versi¨®n francesa de Vogue- es que la afectada incluy¨® una opini¨®n que no era meramente cr¨ªtica, sino que identificaba a la perfecci¨®n el problema de la revista. Vogue est¨¢ pasada y se ha vuelto predecible, y esto ha ocurrido a pesar de haber contado en sus filas con algunos de los mejores directores, periodistas y fot¨®grafos del sector.

Por sus p¨¢ginas han pasado durante 20 a?os las reinas de la elegancia

Se la acusa de no saber adaptarse a los tiempos de recesi¨®n

Wintour, de 59 a?os, est¨¢ considerada la directora de moda suprema por excelencia debido a su presencia intimidatoria, realzada por un estilo personal pr¨¢cticamente invariable: melena, gafas de sol y la coraza a?adida de su ropa a la ¨²ltima. De hecho, sus instintos son realmente de periodista. A lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os, ha renovado peri¨®dicamente Vogue para reflejar los cambios en el mundo y en la vida de las mujeres. Introdujo nuevos fot¨®grafos, empezando a finales de la d¨¦cada de 1980 con Peter Lindbergh y Steven Meisel. Al mismo tiempo, profesa un profundo respeto hacia el trabajo de Irving Penn, dando la sensaci¨®n de que sabe que por contempor¨¢neas que sean sus fotos, es parte del misterioso v¨ªnculo con el pasado de Vogue (y de la moda).

Como ¨¢vida seguidora de la pol¨ªtica y de los deportes, ampli¨® la informaci¨®n de Vogue en ambos frentes y llev¨® a una primera dama a la portada. Fue tambi¨¦n una de las primeras publicaciones en escribir sobre Sarah Palin (la derrotada candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos). A pesar de toda la fantas¨ªa que emana la revista, sobre todo la fantas¨ªa de cuento de hadas que producen la directora creativa Grace Coddington y Annie Leibovitz, la revista es en realidad bastante seria.

Pero mucha gente de la moda ha abandonado los medios tradicionales y se ha pasado a webs y blogs. ?ste es el sitio donde se lanzan las cr¨ªticas m¨¢s duras contra Wintour y en el que afloraron los rumores de que iba a ser sustituida por Roitfeld, que ha convertido el Vogue franc¨¦s en una revista estimulante recurriendo en parte a la sensualidad que ella misma irradia.

Muchas cr¨ªticas ha despertado el ¨²ltimo n¨²mero de la revista en el que la se enfrenta a la recesi¨®n. Para la edici¨®n de diciembre envi¨® a un periodista a descubrir los encantos de Wal-Mart y de Target -dos supermercados-. "Es probable que la gente vaya a tener que apretarse el cintur¨®n en los a?os venideros y Vogue, y tambi¨¦n la industria de la moda, tienen que dar con la forma de lidiar con esta realidad", comenta Grace Mirabella, que dirigi¨® la revista durante 17 a?os hasta que Wintour ocup¨® su puesto. "Nos encontramos ante un mercado de la moda que no sabe hacer ropa buena y barata", se?ala. "Y eso es algo que tiene que acabar haya recesi¨®n o no".

El cr¨ªtico Vince Aletti, que es uno de los comisarios de Weird Beauty , una exposici¨®n de im¨¢genes de moda actuales que se inaugurar¨¢ este mes en el International Center of Photography, piensa que con Wintour, Vogue sigue siendo la revista l¨ªder del sector en muchos sentidos. "Para m¨ª, cualquier revista que publique a Penn es genial, y tambi¨¦n ha sacado algunos trabajos incre¨ªbles de Annie Leibovitz", se?ala.

Seg¨²n Michael Roberts, director de moda de Vanity Fair y amigo de Wintour, es dif¨ªcil imaginarse que sea sustituida a menos que, como ¨¦l dice, "alguien le eche algo en la bebida". Si esto llegara a suceder, comenta, "yo dir¨ªa que se vendr¨ªa abajo toda una maquinaria financiera".