Si Galileo levantara la cabeza

Este enero ha comenzado el A?o Internacional de la Astronom¨ªa, una iniciativa que ha recibido el apoyo de la Unesco. La raz¨®n de que haya sido este a?o, precisamente, el escogido, se debe a que se cumplen ahora cuatro siglos desde que Galileo Galilei pudo echar un vistazo al mundo exterior a trav¨¦s del primer telescopio de la historia. Desde las campanadas del pasado 31 de diciembre hasta el ¨²ltimo d¨ªa de 2009, pero, sobre todo, a partir del mes de abril, se suceder¨¢n los eventos y las jornadas destinadas al ¨²nico objetivo de conocer mejor el universo. Se prev¨¦n, por ejemplo, noches a oscuras para que los m¨¢s j¨®venes puedan contemplar el espect¨¢culo que les ha hurtado la contaminaci¨®n lum¨ªnica. Tambi¨¦n se repetir¨¢ en las escuelas el experimento que permiti¨®, hace m¨¢s de 2.000 a?os, calcular el per¨ªmetro de la Tierra. E, incluso, se tratar¨¢ de corregir el hecho de que sea mayor el n¨²mero de hombres consagrados a la astronom¨ªa que el de mujeres.

Si Galileo Galilei levantara la cabeza se sorprender¨ªa, sin duda, de cu¨¢nto permiten contemplar hoy los telescopios en comparaci¨®n con el suyo. Pero es dif¨ªcil imaginar si, sobrepuesto del asombro, preferir¨ªa seguir asomado al universo a trav¨¦s de alguno de los nuevos ingenios o, por el contrario, se inclinar¨ªa por el espect¨¢culo de la simple vida alrededor. O sea -pensar¨ªa Galileo-, que ahora ya no te condenan por decir que es la Tierra la que gira alrededor del Sol. Y es de suponer que experimentar¨ªa una pudorosa satisfacci¨®n por haber tenido raz¨®n antes de tiempo.

Pero tarde o temprano habr¨ªa de llegarle el desenga?o. Como hombre de ciencia que fue, tal vez quisiera informarse de los ¨²ltimos avances de sus actuales colegas y ah¨ª descubrir¨ªa que quienes le condenaron a ¨¦l siguen haciendo lo mismo, aunque en lugar de la rotaci¨®n de la Tierra la hayan emprendido, por ejemplo, con las c¨¦lulas madre. Nada habr¨ªa que reprochar a Galileo si, entonces, se volviera al telescopio y prefiriese la contemplaci¨®n de las estrellas, convencido de que, pese a las apariencias, por la Tierra no han pasado cuatro siglos.